Capítulo Especial

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IVY

Él médico me puso algo más fuerte para sujetarme el brazo, le dije que no quería nada de escayola, simplemente una buena venda que me diese buena facilidad para moverme. Me encontraba mucho mejor y quería aprovechar para comenzar a investigar por mi cuenta. Necesitaba encontrar a mi amiga, me sentía la peor persona del mundo por no haber desconfiado de Mike, aunque ahora le llamaban Miguel. Le vi tan paleto, tan absurdo y tan enclenque...que no me pareció una amenaza para Helena. Como me la coló, aunque Leonardo tenía razón, nos engañó a todos.

Riccardo me había proporcionado un chofer para llevarme a cualquier parte que quisiese siempre y cuando tuviese un informe por la noche de mis progresos. Hoy era el primer día que comenzaría a averiguar cosas, porque tenía muy claro que encontraría algo, aunque fuese una tontería. Era buena en mi trabajo y quería demostrarlo.

Comencé por inspeccionar a los guardias de fuera, siempre eran los mismos desde que llegué aquí y por lo que tenía entendido les caía bien Helena, la que no les gustaba nada era su prima Mircella. Leonardo me encomendó un trabajo y tenía pensado llevarlo a cabo hoy mismo.

Mircella llegó de madrugada y con una mierda de excusa, estaba claro que ocultaba algo pero quizás no fuese algo grave. Me sonó el móvil y respondí rápidamente con una gran sonrisa.

- ¿ Qué tal en el medico ? - pregunta la voz que tan tonta me tiene últimamente.

- Bien, ya me puso una venda mejor, ahora me disponía a hacer el trabajo que me encargó Leo. Por cierto, ¿ cómo está ? - respondo.

- Bueno, tiene sus momentos, pero como no encontremos antes de Navidades a Helena, creo que Roma dejará de existir porque piensa arrasar cada ciudad hasta encontrarla. También estoy preocupado por ti, no quiero que estés ahí sola - dice con su típico tono de voz grave y sexy.

Benja era el chico más guapo e inteligente con el que había estado. Cuando le conoces te llevas muchas sorpresas con él, y aunque me molestase decirlo, era el primer chico que me gustaba. Habíamos formalizado nuestra relación la semana pasada y odiaba echarle tanto de menos.

- Ahora mismo me encargaré del tema, estoy bien, tú sigue manteniéndote de una sola pieza y volver pronto - digo.

- Te quiero Ivy. Volveremos hoy mismo, tenemos reunión con las dos familias, Elsa quiere saber que está pasando - dice con voz decidida.

- Y yo a ti italiano - respondo con una sonrisa de adolescente - nos veremos pronto entonces.

Cuelgo la llamada y trazo un plan para poder pegarle a Mircella un localizador.

Abandono la cocina y subo las escaleras para ir a su habitación y la veo intentando entrar en la de Helena, otra vez.

- Mircella, qué agradable sorpresa - digo con total ironía.

- Ah, sigues por aquí ¿cuándo te marchas a Estados Unidos? - pregunta.

Huele a chocolate que tira para atrás, madre mía, no parece nada golosa, con lo delgada que es.

- Cuándo encuentre a tu prima - respondo mirándola fijamente. En la academia me enseñaron a averiguar cuándo una persona mentía y cuándo no. Y para que mentir, se me daba de fábula saber esas cosas.

- Ya, es terrible que la tengan secuestrada, a saber que le estarán haciendo esos desalmados - dice fingiendo tristeza.

Bien, acaba de decir "esos desalmados" en vez de  "ese desalmado".

Lealtad (Crónicas de la mafia #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora