JUEGO DE NIÑOS [Spencer Reid]

11.

Nadie vino. Lo único que sucedió, fueron unos brazos abrazándome como si no me quisiera dejar ir.
-No te entregues por favor- me dijo con su cabeza en mi hombro.
-Debo de hacerlo, y tú lo sabes- le contesté con una mueca.
-Pero, ¿Y todo el tiempo perdido?,¿el por qué lo hiciste?, ¿el cómo?-
-Temas para cuando me visites, si es que no me condenan a pena de muerte.-contesté con una pequeña sonrisa.
-No...- dijo ahora él.
-Si...-me tocaba suspirar a mi.
-No quiero que te vayas- repetía él una y otra vez.
Su voz me atormentaba, su tacto me daba escalofríos, y él, él me daba todo lo que necesitaba. No podía seguir en esa habitación con él, por lo que golpeé el vidrio con mis nudillos.
-¿Hay alguien ahí? Ya tengo mi declaración-digo algo fuerte.
-Por favor... No lo hagas-susurra ahora en mi oído, provocándome sin saberlo.
-¡Tengo la declaración! ¡Alguien!- estaba ya gritando, y a la vez temblando prácticamente.
-Mírame-me ordena Spencer.
Giro lentamente sobre mis talones hasta verlo a los ojos directamente.
Se acerca lentamente a mi, nuestras frentes rozando, cuando en un intento desesperado por alejarme de él, tomo su arma en un rápido movimiento, y le apunto a la cabeza.
-F.B.I, uno de sus agentes está en peligro, vengan ahora.-dije firmemente, sin sentimientos.
La puerta se abrió de golpe, Morgan entrando en el cuarto.
-Baja el arma- me ordena ahora autoritariamente Morgan.
No tenía intenciones de disparar, por lo que se la entregué, junto con mi declaración.
-¿Qué fue eso?¿Estás bien Reid?- pregunta Derek después de alejarlo de mí.
-Yo... Sólo quería...-
-Cállate.- me corta el agente en camiseta antes de que pueda seguir.