Perdida
Me encontraba ya en mi puesto haciendo guardia en el lugar que me habían asignado, que curiosamente quedaba cerca del portal que tanto conflicto causo entre todos los clanes. No quería cometer errores, pero la intensa necesidad que crecía en mi interior de dejar mi puesto abandonado y salir a investigar sobre este suceso se hacia cada vez mas atractiva.
Se me hace algo extraño que el Mayor no haya enviado a ningún ángel a buscar algo para saber el paradero del demonio, y quizá si lo haya hecho pero en secreto, aun así no deja de extrañarme su actitud, pero sus actos siempre son impredecibles. Ese ser que nos lidera debe tener milenios de antigüedad y sabiduría, por eso todos confiamos en que el sabe lo que hace. O mejor dicho, casi todos ya que, algunos no aceptan su táctica de imponer y reprender el incumplimiento de las reglas, por eso la mayoría terminan muertos o desterrados convirtiéndose en caídos o renegados.
No aguanto mas la curiosidad que me carcome y me dirijo hacia los archivos del cielo. Es algo peligroso y muy estúpido de mi parte hacer esto, ya que justo se encuentran en la oficina del Mayor, además para llegar allá tendría que pasar centenares de guardias y ahora duplicados con el acontecimiento del demonio. Tendré que arriesgarme, en esos archivos hay mucha información oculta de los ángeles y demonios (también renegados y caídos) y sus hazañas de épocas pasadas. Por esa razón es el lugar mas importante y custodiado del cielo. Si el demonio tiene tanto interés en sobrepasar la barrera, su objetivo debe ser llegar ahí y robar los secretos que los ángeles de rango alto no han compartido ni siquiera con nosotros.
Fue fácil llegar a la entrada ya que la mayoría de los ángeles deben estar cada uno en los puestos asignados, pero como ya había imaginado el lugar tenia aun mas soldados custodiando todos los rincones de esa enorme bóveda. Solo había dos maneras de entrar, por la gran puerta del frente o por el ducto de escape que se encontraba en el techo. No mas puertas, ninguna ventana, solo esas dos opciones y el alto riesgo a ser descubierta. Estoy perdida...
- ¿Qué haces aquí? - la gruesa voz a mis espaldas hace que me sobresalte y gire rápidamente encontrándome con un par de ojos violetas.
- Azim, ¿ahora que quieres idiota?
- yo solo cumplo mi labor de custodiar como todos, pero veo que tu tienes otros planes chiquilla rebelde.
- no creo que te atrevas a delatarme... - la verdad es que si podía al ser de mayor alto rango que al mío, aun así no le demostraba ni el mas mínimo temor a pesar de que seguramente tendría que sufrir un tortuoso castigo por solo abandonar mi puesto.
Antes de poder decir algo mas escuchamos un ruido no muy lejano de alguien al parecer huyendo. Sin pensarlo dos veces ambos emprendemos el vuelo para descubrir aquel fugitivo. No avanzamos mucho cuando logramos ver a un demonio dirigiéndose a la dirección donde se supone que yo debía estar. Aterrizamos unos metros alejados para no ser descubiertos. Lo malo de esta parte del cielo es que es demasiado oscura al estar conectada con la entrada del infierno, perdimos al demonio de vista, pero aun sentíamos sus pasos cerca hasta que se detuvieron.
- ya era hora de que aparecieras - la voz de aquel demonio me hace sentir horribles escalofríos que trato de controlar. Nos detenemos en un punto seguro donde no puedan descubrirnos.
- Fue algo estúpido que intentaras sobrepasar la barrera - esa voz se me hace conocida, pero no logro descifrar de quien puede ser...
- estúpido fue quien dejo este punto abandonado, pude ir y volver sin problema alguno. - gruño internamente porque tiene razón, no debí dejarme guiar por el impulso de idiotez, ahora tendré problemas por eso.
- eso ya no importa, dime ahora que quiere -
- como sabrás mi amo esta agradecido por la acción de tu compañera al dejar el portal abierto, pero el necesita mas lacayos liberados para cumplir su propósito - el dijo "compañera" eso quiere decir...
- no es mi problema, es culpa de el por no mantenerse oculto por mas tiempo.
- sabes que con el no se juega... haz lo que pide y al final... - de repente el demonio fija su rojiza mirada hacia nuestra dirección, siendo lo único que se puede ver de el - alguien mas esta aquí...
- vamos - antes de que pudiera reaccionar, Azim me coge del brazo emprendiendo rápidamente el vuelo, reacciono al instante haciendo lo mismo a la vez que oigo que alguien nos sigue, probablemente el demonio.
Seguimos rápidamente y siento como cada vez esta mas cerca de nosotros, tiene la ventaja de que aun estemos en la parte oscura, pero la luz ya se empieza a ver a lo lejos. Saco mi arco para disparar a ciegas, siento movimiento a mi lado y se que es Azim haciendo lo mismo que yo preparado para atacar. Lanzo varias flechas contra el pero al parecer las es esquiva con facilidad. Malditos demonios y su perfecta visión en la oscuridad. Preparo mas flechas dispuesta a atacar, pero escucho un quejido y después veo caer a Azim en la parte ya iluminada con una mancha roja al costado de su ropa. Antes de poder hacer algo, el demonio me toma con fuerza enterrando sus garras en mis brazos logrando que caiga de lleno al suelo con el en mi espalda intentando desprenderme las alas haciéndome sentir un intenso dolor. Después de un momento de agonía, ya no siento la opresión en mi espalda y me siento jadeante encontrando frente a mi al cuerpo del demonio descabezado y a unos pocos metros a Azim sosteniendo su espada ensangrentada.
- no tenias porque ayudarme - me levanto y curo las marcas de mis brazos causadas por ese demonio. Genial, tendré que ir a cambiarme.
- claro y dejar que ese demonio te arrancara las alas... por nada - dice de manera fría sacando de su costado la flecha (que acabo de notar) para después analizarla atentamente.
- ¿Qué sucede?- lo miro curiosa al ver como apartaba la vista de la flecha hacia la parte oscura de la que acabábamos de salir.
- esta flecha es de plata... sabes que los de mayor rango siempre obtienen armas especiales elaboradas en plata u oro... esta fue lanzada por una ballesta en el mismo lugar donde nos encontrábamos ocultos hace un momento.
Así que mis sospechas eran ciertas... hay un traidor entre nosotros...
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Lucha por el poder
FantasyNaike Celina, Randy y Liliht... tres poderosas de diferentes clanes con la misma misión, encontrar el libro milenario del poder, cada una con su propia intensión. Para eso deben mezclarse entre humanos, ir al mismo instituto donde se cree esta enter...