capítulo 8

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Enfrentamiento 2 parte

R
Esquivo algunas y otras las cortaba con mi espada, debía alejarlas de la puerta, me puse frente la puerta lo rodee con un mortal fuego que solo yo podía crear para alejar a mis enemigas.

L
Joder, en verdad es buena, pero conmigo no podrá, aprovecho que la Angelita esta distraída y le tiro el puñal dándole directo en el abdomen. Corro hacia la renegada y doy una vuelta en el aire quedando a su espalda, lanzo una flecha de energía poderosa que la envuelve y la deja inmóvil.

N
-Maldita - cubro la  herida con mi mano curándome al instante.

R
Argh esa estúpida también tenía sus trucos, me libero con un poco de dificultad, aumento la pared de fuego quemando uno de los brazos de la demonio, si no tenía cuidado terminaría sin brazo. Lanzo otro puñal a las piernas de ambas dejándolas inmóviles.

L
Argh  estúpido fuego es difícil de extinguir, me tomaría tiempo hacerlo pero con estas dos atacando no puedo, me apartó rápidamente y saco el puñal de mi pierna apenas dejando salir un imperceptible gemido de dolor. Ya me estaban cansando quería ese libro y lo iba a conseguir. Lanzo otras dos flechas con lazos de energía, envuelve a ambas y las jaló fuerte hacia mí no dejando qué se liberen.

N

Antes de que pudiera sacar el puñal que me había lanzado la renegada, siento como se oprime de pronto mi cuerpo. Maldita demonio...ambas son buenas, pero no lo suficiente para llegar a rendirme, eso jamás.

R
Le doy una patada donde recibió el puñal, libero otra vez con dificultad, encajó la espada en su hombro.
-fuego oscuro, cárcel del dolor, arde para una agonía sin compasión.
La espada se torna negra dejando fuego en su interior, hago lo mismo con la angelita pero en la pierna, digo las mismas palabras y me alejo un poco.
-Fuego interno, dolor y agonía.
Active mi hechizo viendo caer a ambas

L
Joder, esta puta no se rendirá en verdad es fuerte, con dificultad manejo el fuego que se siente en mi interior, no es tanto el ardor pero el dolor está presente, me levanto como puedo y con una patada mando la espada lejos insertando un puño en su pecho.

N
El ardor era inmenso, me encontraba algo débil pero aun podía con ellas. Me incorporo sacando el puñal y lo lanzo hacia la demonio que esta ocupada atacando a la renegada.

R
Reprimo el grito, era fuerte, me levanto respirando agitada y le regreso el golpe en el rostro con el puño.

L
Esquivo con dificultad el ataque de ambas, en verdad me había dejado mal herida pero aun podía luchar y no me rendiría. Lanzo varios puños y patadas lo más rápido que puedo, las heridas en verdad son graves pero trato de ignorarlas.

N

Me quedo observando su forma de pelear a la vez que pienso en una estrategia. Ambas se notan cansadas, pero yo también lo estoy, así que no tengo mucha ventaja de esto.

R
Detengo sus golpes, ya se le notaba mal pero yo estaba cansada pelear contra un demonio y un ángel no es fácil. Saco el último puñal que me queda y lanzó a la demonio, una mano detiene el arma y detiene mi puño.

L
Ya estaba sin energías pero no iba a decaer y menos frente a ellas, observo como lanza el puñal ya me estaba preparando para esquivarlo pero el puñal nunca llego y en ese momento alguien se entrometió.

N

Observo como se distraen por un momento. Es ahora o nunca. Avanzo con cansancio hacia la barrera que hizo la renegada hace unos momentos. Se que si tengo el tiempo suficiente podre desintegrarla fácilmente. Este es mi momento.

R
Deje de observar quien me detuvo, busque a la angelita, estaba tratando de pasar la barrera de fuego, le lanzó la espada que estuvo a punto de darle en ala. Una flecha pasa por un lado, deteniéndola del vestido blanco, aumento el fuego.

L
Tampoco iba a dejar que esa maldita atravesara el lugar, solo pude detenerla del vestido y no dañe su ala. Las tres volvemos la mirada a quien sea que detuvo el ataque.

N

Por unos centímetros mas y acerta en mi ala, por lo menos fallo. Remuevo la flecha de mi vestido liberándome antes de que el fuego me alcance.

R
Observamos a la persona que detuvo el arma en el aire, jugaba con la filosa y envenenada hoja del objeto. Alto, de ojos rojos (raro en un renegado), cabello negro, fuerte y sí que lo era es quien me entreno un tiempo, actitud fría en batallas, arrogante es lo único que odiaba de él, pero su manera de ser era un tanto elegante, sus movimientos, su forma de hablar.

-Jamil deja de entrometer en mis asuntos...

-Tanto te molesto, pero recuerda que tu misión es mantenerte mezclada, no pelear contra otras criaturas.

L
Lanzó flechas hacía ambos renegados, para mi sorpresa el hombre lo detuvo en un rápido e imperceptible movimiento, la flecha estaba entre dos dedos con una sonrisa arrogante.

-Randy, deberías aprender a usar el arco como esta linda señorita.

Se acerca para entregarme la flecha con movimientos calculadores y sigilosos.

-Preciosa Liliht, no creí que terminarías herida.

Mohan se queda cerca con su típica sonrisa traviesa, observa a donde los renegados discuten. Lleva la mirada a donde la angelita y se relame el labio.

-linda chica... ¿Sabes su nombre?

-A mí ni me interesa tu ve a investigar inútil. Además es un ángel.

N
Dirijo la mirada hacia el demonio que esta al lado de la chica, noto como se relame el labio y eso hace que me repugne. Me distraigo al notar una presencia a mis espaldas, giro y veo que es el idiota de Azim.

- Al parecer casi terminas rostizada preciosa.

- Callate imbécil, solo eres un estorbo - su mirada cambia de dirección hacia donde se encuentra la renegada, era de esperarse. Me dirige una ultima sonrisa burlona antes de caminar hacia donde ella se encontraba.

-Con gusto señorita.

Se pone frente a los humanos, dice algunas palabras en una lengua antigua y elimina de sus memorias lo acontecido.

-Esa es Randy, la linda renegada. Iré con ella.

-Comoquieras da igual.


Lucha por el poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora