capítulo 5

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Encuentro

Solo estando unas horas en este lugar y ya me encuentro fastidiada de estar rodeada de estos inservibles y vulgares humanos, aunque no puedo negar que la comida es deliciosa, definitivamente debo llevar mucha cuando regrese al infierno. Voy por los pasillos en busca de una entrada a los subterráneos, en los templos era común que los sacerdotes ocultaran sus cosas valiosas en los lugares mas profundos con tal de que no descubrieran sus secretos para seguir manteniendo dominada a la humanidad con todos sus inventos religiosos. Sino me equivocaba, este lugar debería tener mas de un pasadizo oculto, aunque yo no podría usarlos ya que, están protegidos con runas hechas por centinelas para que en caso de peligro, los muy cobardes pudieran escapar sin temor a ser perseguidos. Esas runas en especial eran hechas para evitar a los demonios, seguramente esos pasadizos fueron muy útiles en los tiempos de las guerras pasadas, y no dudo que probablemente el libro se encuentre resguardado en alguna parte.

De repente, sin haberlo notado, me encuentro sentada en el suelo, estaba tan concentrada en encontrar ese libro, que no me di cuenta cuando choque con algo...o con alguien.

- Perdóneme hermosa dama, fue totalmente mi culpa- esa voz y esa exagerada e irritante forma de hablar se me hizo muy familiar, demasiado. Elevo la vista hacia el chico que se me dirigía, encontrándome con una estúpida sonrisa en su rostro a la vez que me ofrecía su mano. Oh si que sabia de quien se trataba, por desgracia...

- Mohan ¿Qué mierda haces aquí?- le digo frunciendo el ceño a la vez que golpeo su mano y me levanto por mi cuenta.

- Oh vamos preciosa Liliht, no tienes porque ser tan agresiva- usa otra vez ese tono infantil y a la vez "sensual" con el que seduce a las mujeres para conseguir lo que quiere. Esa es una de las tantas cosas que me molestan de el.

- Deja ya de hablar como estúpido, sabes que conmigo no funcionan esas cosas ridículas.

- Ok, ok, tranquila, yo solo venia a acompañarte en tu misión, quizá necesites ayuda.

- No la necesito y menos de alguien tan idiota como tu - en verdad, en eso mentía. No había un humano-demonio mas inteligente y calculador que el (por mucho que me duela admitirlo), siempre ideaba los mejores planes y estrategias. Me sorprende que no lo hayan enviado en esta misión conmigo, o solo a el, quizá se deba a su comportamiento algo infantil, aunque no se puede negar que es uno de los mejores a pesar de que su parte humana es la que mas sobresale tanto en la actitud como en lo físico. Con cabello negro azulado, sus ojos igualmente azules, mucho mas alto que yo, aunque es normal ya que es algunos años mayor, a pesar de tener rostro travieso que simulaba inocencia.

- Otra vez me subestimas preciosa...  esta bien, no interferiré en tu misión, pero podría aunque sea enseñarte el camino - pasa un brazo por mis hombros acercando a su rostro al mío, con esa sonrisa traviesa y a la vez seductora que no me causaba mas que repugnancia.

- Te comportas demasiado como un humano, deberías madurar un poco - lo empujo con fuerza apartándolo, logrando que se alejara solo unos pasos.

- Y tu demasiado como un demonio... ¿No haz reconsiderado la idea de...?

- No! Y no cambiare de opinión, ya te lo había dicho antes - lo interrumpo enfurecida porque mencione ese tema de nuevo. Él ni siquiera debería estar enterado de eso, pero aún así esta interponiéndose como siempre.

- Liliht... - me brinda esa mirada de seriedad con una mezcla de preocupación que hace que me enfuerezca mas.

- Callate y alejate de mí, no quiero que te me acerques- fue lo último que dije antes de alejarme dando por terminada la conversación.

- Oye, Liliht espera...Liliht! - lo ignoré camuflándome entre un tumulto de gente. No quería seguir hablando con él y menos de ese tema. Nunca podremos estar de acuerdo y menos con nuestras personalidades tan diferentes.

Alejo esos pensamientos y sigo mi camino entre el tumulto que no se dispersa. ¿Qué querrán ver esos humanos con tanta insistencia? Avanzo un poco y veo a una chica inclinada en el suelo, pero no es una chica cualquiera, a simple vista me doy cuenta que es una renegada. Ya me esperaba, seguramente no sea la única que este por aquí en busca de ese libro. Es mejor que me ponga alerta y termine mi misión rápido antes de que me arrebaten él libro. Paso por un lado sin darle ni la mínima importancia, aún tenia asuntos por concluir aquí y no quería mas distracciones que me  impidieran hacerlo.

Unas chicas pasan por mi lado y me empujan a una de las paredes, estaba a punto de irme contra ellas pero me detengo al ver como mi mano hunde uno de los ladrillos sin hacer ni un esfuerzo. Había encontrado una las compuertas que daban a los pasadizos, solo tenia que encontrar la otra parte que la abriera por completo.

No pude hacer nada mas cuando uno de los estúpidos humanos me jalonea del brazo llevándome a un cuarto extraño con mas humanos dentro hablando sin parar. No me queda mas opción que aguantarme las ganas de matarlos a todos y sentarme pacíficamente para no poner en riesgo la misión. Unas sillas mas adelante noto a una chica, un ángel mas bien. Me consuela saber que no soy la única atrapada.

Debía encontrar pronto ese libro, no iba a permitir se lo llevaran sin luchar antes por el. Lo tendré en mis manos cueste lo que cueste.

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Val

Lucha por el poderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora