Lucha por el poder

Capitulo 1

Ángeles renegados.

Trataba de dejar de escuchar a los del clan, pero por más que mencionaban ese dichoso libro sabía que tenía que encontrar ese objeto; un poder inimaginable que lograría entrar entre los ángeles, criaturas igual de malignas que los demonios, de lo contrario nosotros los renegados o ángeles caídos si llegáramos a cometer un acto de valentía durante la temporada de alas blancas regresaríamos al Palacio del cielo, y yo lo quería lograr para robar esa arma tan preciada por el ángel mayor, un arma tan poderosa que estaría sobre todas las criaturas, superando a un demonio, y eso me haría la mejor.

-Randy, esta será tu misión, deberás mezclarte entre humanos, tendrás el privilegio de ir sola, pero si vemos alguna dificultad ira contigo alguien más, recuerda que tus alas están en proceso de la oscuridad.

Asiento. Yo no era de las caídas que se interponía en la misión de un ángel puro, ellos eran enviados directamente a la tierra con sus alas negras, mientras otros como yo escapan de una misión o dejan el "paraíso" por bienestar propio, nuestras alas son blancas durante tres meses y conforme pasa el tiempo nuestras alas se tornan oscuras y crea un fuerte e incomparable dolor además nuestro poder se debilita. Aunque es peor perder las alas, los ángeles puros nos buscan para terminar con "los parásitos" como nos llaman, muy pocos han perdido las alas y mueren al instante por el dolor.

No somos tan idiotas los que escapamos, pues con nosotros llevamos las armas que nos fueron otorgadas, la mayoría del tiempo son dos. Pero los de más alto rango solo tienen una con mayor poder. Salgo al rumbo predicho por mis colegas.

Los nombres que tenemos son elegidos por los principales renegados, no le llamamos líder ya que no lo es... en mi caso Randy significa "lobo defensor" ya que soy la que más cuida al clan, puede que parezca nombre para varón, aunque ninguno le importe eso, es un nombre digno.

Físicamente no soy muy alta (para ser un ángel soy pequeña), ojos color dorado, algo que identifica mi fuerte poder de fuego. Cabello rojo, largo y ondulado, una piel blanca, labios gruesos y rosas, nadie hubiese imaginado a un ángel pelirrojo, los humanos los creen son rubios y celestiales, se equivocan (como siempre) ellos son parecidos a los humanos pero perfectos, diferentes unos de otros. Somos atractivos ante los humanos, como siempre tenemos prohibido estar con un terrícola, es la ley que se dio gracias a aquel demonio. Cualquier humano que sepa del mundo superior es asesinado (cruel o no esa es la realidad), el mezclarnos entre humanos no es tan complicado de no ser por nuestra sombra que muestra las alas que portamos, aunque nosotros los renegados creamos un artefacto con el cual podemos ocultar bien las alas sin dejar ver la sombra.

Llegue al instituto dicho, era enorme y con estilo gótico, quizá sea de los primeros edificios hechos por los sacerdotes dentro de la tierra. Llevaba el uniforme vulgar de aquel lugar, una falda de puta negra, largas medias y una blusa blanca con un moño rojo, los estúpidos humanos no me quitaban la mirada de encima, como quisiera destruir a todos y cada uno de ellos, uno de ellos me hizo una seña rara, ya que no me es permitido lastimar a los humanos, hice lo que muchas chicas hacían en la tierra, levantar el dedo medio en muestra de mi "buen" humor, ese idiota solo reía mientras se alejaba, espero tener un poco de tolerancia para esto, un pequeño rugido se escuchó sacándome de mis ideas...

-Agar... lárgate de aquí... ¡¿Qué?! No necesito mi espada... ash bien bien.

Agar era mi seguidora tenia forma de tigresa blanca, estas criaturas se transportan por medio de las sombras, igual de fuertes que su dueño, un poder igual, la característica especial de ella es que escapó de entre su manada y me sigue a todos lados, cuida de mi todo el tiempo. Miro a todos lados y quito mi espada de su hocico, acarició su cabeza y se va otra vez entre las sombras, al menos se puede ocultar entre la maleza, observo a los humanos entrar al lugar, será un largo día.

Esta es mi misión y no dudo que sea la única en conocer del libro...

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Mo