Lucha por el poder

Capitulo 3

Ángel

Regresaba de mirar el infierno, desde la última parte de la Plataforma de Sugimiento, es en el único lugar donde se puede ver el infierno o su mayor extensión, mi trabajo no es ese, se supone tengo una misión, pero durante estos últimos días he tenido mucho tiempo libre, algo muy raro para un ángel.

Los humanos nos subestiman, creen que somos criaturas que cuidarán de ellos para toda su vida, que cada uno de nosotros somos sus guardianes, se equivocan primeramente nosotros somos pocos, la población de humanos creció quizá el triple en la última década, y entre nosotros hay algunos traidores aún estamos en proceso de eliminarlos. Somos tan fuertes como los demonios (eso todos lo saben) y no nos compadecemos de los inútiles mortales. Explicar el "nacimiento" de un ángel es tan complicado como convencer a los humanos de que no existe ningún Dios, nuestra forma de creación es tardía, pueden pasar entre sexenios o milenios en aparecer uno o dos ángeles, no sería malo si durante ese tiempo uno o dos ángeles se revelen en contra de las leyes celestiales.

Tuve que regresar rápido, se supone no debería estar en ese lugar y pronto vendría el Vigía. De camino veía a algunos imponentes ángeles andar concentrados en algo; entré a la habitación indicada, ahí ya estaban reunidos la mayoría de los Sabios, me siento detrás de mi Guía, todos están serios, aunque no parecen tranquilos, claro que por su expresión no se nota, todos y cada uno de los ángeles saben cuidar sus expresiones, lo que piensan, mientras su semblante es tranquilo y frívolo.

-Debemos encontrar ese libro ante de que caiga en manos equivocadas. No todos podemos buscarlo sólo uno debe encargarse de ello, los Sacerdotes por nada deben saber que buscaran el libro, ellos lo tienen guardado más no sabemos su ubicación. -¿Un libro? ¿Qué tendrá de especial? Para que este guardado por Sacerdotes no es común, no creo que se trate de su estúpida biblia.

-¿Qué tiene en especial ese libro? -seré castigada por hablar sin permiso de mi Guía, el más viejo de los Sabios me mira, en sus ojos se nota una chispa de diversión, seguro piensa que aún soy una novata.

-Se trata del libro milenario, este contiene secretos con un inmenso poder, es por eso que esta resguardado con los Sacerdotes, pero ellos no deberían tenerlo. De ese modo hemos decidido que solo uno vaya a buscar ese libro, otros dos estarán cerca, pero sin interferir, esto para vigilar que ningún otro clan se interponga, como muchos saben en estos últimos milenios el grupo del Guía Mikael es el que ha sobre salido, así que él elegirá al responsable de la búsqueda y los dos Vigías.

Mi líder mira los cuatro que estamos detrás de él, no somos todos los del equipo, aunque si los mejores.

-He tomado mi decisión -su voz a pesar de ser serena y tranquila imponía poder y mandato -Celina se encargara de encontrar el libro, Azim y Nelchael serán los Vigías.

Azim joder odiaba a ese idiota, mientras que él otro ángel mencionado es de mi agrado, hemos tenido batallas juntos y es buen peleador, mientras no se metan en mis asuntos estaré bien. No sabía la razón exacta de obtener ese libro, pero esa era mi misión y no debía oponerme.

Termine de preparar mis armas antes de salir, estoy segura que las necesitaré, un sonido casi como un susurro se escucha cerca, doy la vuelta encontrando a Kasai, mi Fenix, lo encontré en la parte divisora entre el cielo e infierno (suena raro pero si existe) algo pasaba con esta ave hermosa y decidí ayudarlo, pensé que me mataría, días después lo encontré acompañandome a una misión, desde entonces no me deja sola y en esta ocasión sería igual.

Me entregaron unas ropas que se supone eran de aquel instituto donde deberé mezclarme entre humanos, el mayor problema era ocultar mis alas tan blancas, decidieron introducir una sustancia que lograría ocultarlas, a mi voluntad, fue doloroso lo admito, pero lo valía, mientras mas rápido encuentre ese libro mayor reconocimiento tendré.

Salgo del reino, el portal estaba abierto para que llegara directamente a mi destino, se veían muchas jóvenes con ropas vulgares, apenas parecían cubrir su cuerpo, me podría mezclar entre todos estos idiotas, aunque no pasarían desapercibido mi físico, no soy el ángel más alto, debo admitir que a pesar de ser una criatura divina mi estatura es mucho menor de lo común, claro mido 1.56. Mis ojos de una tonalidad gris y azul, mi cabello en partes castañas y de un rubio casi blanco. Los humanos caen en tentación rápidamente.

Después de alejar a tanto estúpido humano macho, inició a buscar ese libro, entiendo que los rumores se corren rápido pero espero no encontrar a alguien de otro clan.