Mi Niñero [Larry Stylinson]

Preguntas y Respuestas

Narra Niall_

Como le prometí a Harry, haría unas preguntas a Louis. Era por la tarde del día siguiente, los dos intentaban esquivarse, pero no por nada malo, si no porque sentían vergüenza el uno del otro. Por lo que tuve que dormir esa noche en casa de los Styles para controlar un poco el ambiente. En cuanto vi a Louis el primer día, supe que no era como todos los chicos. Me agradó a primera vista, lo que no podía creerme, es que ahora mis dos amigos se gustasen mutuamente, y yo los shippeara, amaba Larry, creo que me volví un gordo fan de los dos ¿y si hago un fandom?, uy eso si que molaría, todas las chicas y chicos discutiendo por quien es el tops y quién la pasiva
La verdad es que sería un lío, por que Harry vestía muy pasiva, pero su carácter era tops, y en Louis era al revés. Bueno, cambiando de tema, ahora me dirigía al cuarto del segundo enamorado, no sabía por que estaba nervioso, a lo mejor era por que tenía hambre, no tiene nada que ver, pero en serio, tenía hambre.

Llamé a la puerta del cuarto de Louis y este enseguida contesto.

-¿Quién es?

-Soy Niall, ¿puedo entrar? -respondí y abrió la puerta, tenía unas enormes ojeras y yo sabía porqué, y no, no era nada guarro, por que Harry estuvo conmigo toda la noche.

Y tampoco mal penséis, estuvimos jugando a la Xbox. Entré en el cuarto y me senté en el suelo, me encantaba este, las camas estaban pasadas de moda, ahora lo que se llevaba era sentarse en el suelo.

-¿Qué quieres?

-Dime la verdad, ¿por qué besaste a Harry?

-¿Cuándo? -preguntó y se sentó junto a mi.

-Hace un mes, en el armario.

-Me tropecé -se rascó la nuca, yo rodé los ojos y le miré mal.

-Tío no cuela, ¿te gusta Harry? -fui directo al grano.

-Le tengo cariño, nada mas.

-Louis, estamos entre amigos, no diré nada -mentí, si que se lo diría a alguien y justo al que menos quería.

-No, no me gusta -repitió.

-¡Tomlinson!, o me dices la verdad...O te juro que tiro a Diva por la ventana y te echo la culpa a ti.

Era mentira, obviamente, Diva era la reina de la casa, era una preciosa gatita gorda. Y tampoco nunca haría daño a un animal.

-Vale, si, me gusta, ¿contento? -me preguntó y yo asentí y sonreí.

"Lo sabía, están hechos el uno para el otro" pensé y me reí para mi mismo.

-Si, estoy contento, no sabes cuanto querido amigo. Pero Louis, debes contárselo -le dije y el negó tres veces con la cabeza.

-Ni hablar, no quiero quedar en ridículo.

-¿Qué te parece Harry?

-Es guapo, que digo, perfecto, no tiene ni un solo defecto en todo su ser, me encantan sus rulos y más cuando se los recoge en un moño, y sus ojos, dios mío, amo el verde de sus ojos, si fueses gay lo entenderías -me explicó con tanto sentimiento que las comisuras de mi boca no querían bajarse de su sitio.

-¿Te gusta de verdad, o sea como para ser algo mas que amigos? -añadí, se levantó del suelo y empezó a dar vueltas por el cuarto.

-¿Por qué me haces tantas preguntas Niall? -tragué saliva.

-Solo quiero saber porque le besaste, y estoy apunto de descubrirlo, Louis, responde a mi pregunta.

-Si, me gusta, me trae loco, nunca había sentido algo tan fuerte por alguien -movió las manos en el aire como un loco y yo me eché a reír.

-Lo sabía, Louis debes decírselo a Harry. Y no pienses que quedarás en ridículo por que no es así, ahora me tengo que ir, pero tu piénsalo -espeté y salí de su cuarto a toda prisa para entrar en el del primer enamorado.

-¿Qué te ha dicho? -me preguntó Harry saltando de la silla del escritorio y acercándose a mí.

No le iba a decir que Louis estaba loquito por él, preferiría que los dos se lo dijesen a la cara y que actuase el amor por si mismo, y ese día estaría delante para verlo. Harry me tomó de los hombros y me zarandeo.

-Le pareces guapo, le encantan tus rulos y tus ojos, piensa que eres un chico de primera, dice que te ha cogido cariño -le mentí a medias, me estaba mareando de solo ver como se ponía a dar vueltas por todo el cuarto como hizo Louis - Harry debo irme, y hazme el favor de hablar con él, deja de comportarte como una adolescente enamorada perdida, lánzate.

Mi amigo se quedó pensando antes de asentir, esta sería una hermosa historia para contar, lo intuía.

Narra Louis_

No sabía a que venían las preguntas de Niall ayer, pero la verdad, es que me sentía mejor mentalmente, ya que le había contado a alguien la mayor parte de mis sentimientos guardados por Harry. Sabía que había hecho bien, además, Niall no diría nada a nadie sobre lo que hablamos.

Hoy estaba algo mal físicamente, me dolía todo el cuerpo y había vomitado un par de veces en la mañana, así que decidí quedarme en la cama.

-¡Harry! -le llamé medio gritando y este entró corriendo a mi habitación.

-Dime, ¿qué pasa? -me preguntó algo preocupado.

-Me encuentro un poco mal, ¿tienes un termómetro? -pregunté y él asintió.

Salió de la habitación y a los cinco minutos volvió con el termómetro digital en su mano.

-Toma -me lo dió y me lo puse bajo el brazo, cuando sonó se lo devolví.- Louis tienes treinta y nueve de fiebre, deberías descansar, te voy a hacer un caldo, ahora vengo.

Después de que Harry me trajera el caldo y me lo terminase, lo dejé en la mesilla, el rizado no se separó de mi en todo el día, la fiebre iba bajando pero no me encontraba muy bien por la noche, no paraba de toser y Harry se levantaba a traerme agua cada media hora aproximadamente.

-Tommo será mejor que me quede aquí por si acaso -me avisó y se acercó a mi escritorio, agarró la silla y la puso cerca de mi, después cogió una manta y se sentó.

-Eres el mejor Harold, en momentos así, siempre se quedaba mi madre junto a mi... -le conté, pero no me dejo terminar, me cogió una de mis manos y sonrió.

-Shh duérmete para estar mejor, mañana será otro día -se acercó a darme un beso en la frente.

-Esta bien, que duermas bien -añadí y él se recostó en la silla sin soltarme la mano. Harry debía estar muy cansando, no tardó mucho en dormirse y antes de que yo lo hiciera, mis labios pronunciaron tres palabras que nunca le había dicho a ningún chico -Te quiero Harold.

A la mañana siguiente me encontraba mucho mejor, Harry seguía en la silla dormido y nuestras manos no se habían soltado en toda la noche. Me quedé en la cama sin dejar de mirarle, era hermoso, su cabello le tapaba media cara, me dieron ganas de apartárselo para verle mejor, pero me resistí.

-¿Ya estás despierto? -susurró Harry con los ojos medio abiertos y yo respondí un "si" en bajito.

Harry bostezo y se incorporó, yo le seguía mirando y sonriendo, parecía una obra de arte, era como si le hubieran creado los mismísimos dioses del olimpo.

-Ya estoy mejor, gracias por cuidarme -le agradecí y él se levantó sin soltarme la mano.

-No ha sido nada, me alegra que estés mejor, Tommo.

Harold sonrió, su malditamente perfecta sonrisa, ¡Dios, este chico me va a matar!, si es que no tiene ni un maldito defecto, es un dios griego en toda regla. Si me imaginase como era en el instituto, todo mi ser se llenaría de celos, ¿Es qué quién no se iba a enamorar de un ser tan bello como Harry Styles?

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