Mi Niñero [Larry Stylinson]

En busca del apartamento y trabajo.

Narra Harry_

Quedaban tan solo tres días para que mi madre y hermana volviesen. El mes de agosto ya se estaba acabando y tanto Louis como yo, teníamos obligaciones cuando comenzase septiembre, lo primero era que yo debía buscar un nuevo trabajo y lo segundo era que Tommo debía encontrar un apartamento para vivir en menos de dos dias, llevábamos toda la semana buscando uno, pero o eran muy caros o venían sin muebles.

-¿Qué les parece este apartamento? -nos preguntó el agente inmobiliario.

Miré a Tommo, éste estaba mordiéndose las uñas y mirando todos los rincones de la casa.

-¿Podría darnos un momento? -le comenté al hombre y éste asintió y me sonrió.

Cuando José, el agente, salió de la casa me puse frente a Tommo y le levanté la barbilla con uno de mis dedos, éste me miró y pude notar su preocupación.

-¿Qué te pasa Tommo?, hemos visto un montón de casas y ésta cumple con las expectativas.

-Es que...nunca he vivido solo, encima mi hermana no sabe nada de mis planes para el futuro, los cuáles Harry, no tengo, ¿cómo voy a pagar la casa después de que me quede sin el dinero de lo que cobre contigo?

Puede que tuviese razón, ya tenía casi veinticuatro años y no había encontrado un trabajo fijo, y para conseguir una casa debía buscar inmediatamente otro lugar dónde cobrase bien.

-Te ayudare a buscar trabajo, yo también tengo que encontrar, así que no te agobies Tommo -las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba.

-Gracias Harry, pero lo digo enserio, debo encontrar un trabajo fijo enseguida, el dinero de tu madre no me llegara a final de año.

-Vale, ¿entonces que hacemos con esta casa? -le pregunté señalándole el centro del salón amueblado.

-Quiero mirar un último apartamento -soltó y sacó un pequeño trozo de papel escrito de su chaqueta.

José nos llevó a Louis y a mi en su coche hasta la casa que Tommo quería ver, no tardamos mucho en llegar, cuando ví dónde estaba situada, miré a mi novio y éste solo sonrió.

-Ésta encima de la panadería.

-Si jajaja.

Subimos en el ascensor hasta la segunda planta, José se puso delante de nosotros dos y nos guió hasta la puerta de madera de la vivienda, la abrió y nos dejó entrar primero.

-La volvieron a reformar justo hace un par de semanas, tiene una habitación... -nos enseñó el cuarto, tenía una cama de matrimonio, un par de muebles y una mesilla -un cuarto de baño -entramos los tres a éste, o al menos lo intentamos ya que era algo pequeño, tenia una bañera, el váter y el lavabo, lo normal, aunque no espejo ¿un baño sin espejo?, eso debería ser un delito.

Cuándo miramos toda la casa ví a mi pequeño Tommo sonreír, ésta si que le había gustado.

-¿Cuánto es al mes? -pregunté al agente.

Abrió su carpeta y no tardó mucho en contestar.

-Ochocientas libras.

-Es esta, me la quedo -soltó de golpe Tommo y José asintió con una enorme sonrisa.

-El alquiler caduca en dos años -le comentó el agente a Louis.

Por último, fuimos a la oficina de José, allí mi novio firmó el contrato de alquiler, dió su número de cuenta y cogió las llaves de la casa después de pagar el primer mes, que comenzaría en dos dias. Antes de volver a casa, me pasé por el trabajo de Niall para que me diese nombres de establecimientos o algo por el estilo para echar los curriculums de Louis y míos.

-Y dígame señor Styles, ¿aceptaría quitarse la camisa en el turno de noche? -me preguntó la jefa del bar Tóner mirándome de arriba a abajo.

-Uy lo siento, debemos irnos, mi madre está de parto -oí decir a Tommo detrás de mí.

Me agarró del cuello de la blusa roja y me sacó del local en menos de dos segundos.

-¿Celoso bebe? -puse una sonrisa picara.

No me molestaba lo que acababa de hacer, igualmente no quería ese trabajo, solo quería enseñarle como debía comportarse en una entrevista.

-¡Nooo!, ¿es que no viste como te miraba esa tía?, parecía que te estuviese comiendo con los ojos.

-¿Seguro que no estas... -intenté picarle, pero no me dejo terminar la frase.

-Te quería prostituir, ¡por el amor de dios! -se llevó las manos a la cabeza y yo comencé a reírme.

Me encantaba cuando se ponía celoso y el decía que no lo estaba, se veía muy tierno y me daban ganas de besarle aún más que de costumbre.

-Tranquilízate Tommo, no iba a aceptar el trabajo -le agarré de las manos y le acerqué a mí.

-Vale.

Le  tomé de la barbilla y le dí un pequeño beso.

-¿Nos vamos a casa? -asintió y apoyó su cabeza en el costado de mi brazo.

Ya habíamos echado varios curriculums por la ciudad, así que sería mejor volver a casa a descansar, ya que llevábamos desde las once de la mañana fuera y también porque me preocupaba Diva, la última vez que la dejé sola, destrozo las cortinas del salón, tuve que comprar otras, esperando que mi madre no se diese cuenta. Lo malo, es que no podía esconder a la gatita, y mi madre odiaba a los animales, rezaba porque me permitiese quedármela, desgraciadamente ya no tenia a mi padre para mis caprichos y que convenciese a mi madre de las cosas.

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