Capítulo 1

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Capítulo 1



Marinette

Marinette no podía respirar del todo, desde hacía segundos atrás sentía un extraño calor en el cuerpo que le provocaba tartamudeos. No, no tenía fiebre. Se hallaba contra la pared, rodeada por la persona menos esperada: Adrien, quién mantenía su mirada fija en ella, examinándola. Estaba a punto de desmayarse, sabía que en cualquier momento caería porque sus piernas le temblaban tanto que podía imaginarse a sus huesos rompiéndose.

-¿Q-Qué haces? -preguntó con voz chillona. Estaba tan nerviosa que siquiera podía mantener la voz en su tono normal.

El chico siguió mirándola hasta que se llevó la mano a la boca y soltó una carcajada, tapando una sonrisa que Marinette estaba ansiosa por ver. La chica de ojos azulados pestañeó dos veces al verlo de esa forma, como si él estuviese jugando con ella. Le recordaba a alguien, a ese gato travieso... A Chat Noir.

-Lo siento, estás parada frente a mi casillero con mi celular en tu mano y supongo que atraparte de la forma más rápida era aburrido -dijo con una leve sonrisa, señalando el aparato.

Marinette miró detrás de ella con la boca abierta, luego al celular de Adrien y quiso esconderse. Su rostro debía estar rojo, ¡estaba segura! Sacudió su cabeza, debía enfrentarlo de tal forma... Inventar alguna excusa para que no luciese una acosadora frente a él, que eso era lo que realmente era.

-Ah... Yo... -comenzó a decir con una amplia sonrisa desencajada-. La verdad es que... -miró por sobre el hombro de Adrien para ver si encontraba a su amiga, pero no había nadie más que ellos dos-. Encontré tu celular y quería regresarlo a su dueño como corresponde. Sí, eso... sí.

-Qué extraño, la última vez que vi mi celular fue en el banco del salón pero cuando volví del baño ya no estaba -dijo cruzado de brazos y apoyándose contra los casilleros, al lado de Marinette.

-¡Ah! ¡Sí, sí! Eh. Ah...

No se le ocurría ninguna mentira, su mente había quedado en blanco. Apretó los dientes y lo miró sonriente, si fuera tan linda como una modelo podría conquistar a Adrien en tan sólo un segundo y esto no le sucedería. Quería arrancarse las pestañas, que la tragase la tierra por una buena vez.

Todo por borrar otro mensaje enviado por error, otra confesión fallida.

-Está bien -Adrien soltó un suspiro y la miró con tranquilidad-. Supongo que tienes razones para hacerlo.

El chico tomó su celular y lo guardó en su mochila para luego dejarla a Marinette con las palabras en la punta de la lengua. No le podía estar pasando eso a ella.

Sin embargo, Adrien tampoco se quedó tranquilo esa tarde.

Adrien

No estaba escuchando música, tampoco leyendo, sólo se encontraba sentado en su cama pensando y pensando. Sus labios comenzaron a sangrar por habérselos mordido sin darse cuenta. Fue allí cuando se miró al espejo, y mientras intentaba curarse, pensó en que la mejor manera de borrar esa curiosidad era convertirse en Chat Noir e ir hasta la casa de Marinette.

Saltó por los tejados hasta llegar al lugar indicado pero al mirar por las ventanas, notó que ella no estaba en casa. En ese mismo momento, sobre el techo de unas casas más lejanas visualizó una figura colorada. Era ella, y no se encontraba parada, sino sentada. Se aproximó hacia la joven lo más rápido, pero la descubrió llorando. Decidió esconderse.

-¡Soy una idiota! -exclamó llorando. -. Tal vez no debí hacer eso, tan sólo debía confesarme.

-Eh, oye... ¿Qué sucede my lady? -preguntó preocupado saliendo de su escondite.

-No me pasa nada... -dijo quitando sus lágrimas con sus dedos.

Chat Noir se sentó a su lado, la luna y las estrellas se alzaban frente a ellos para cobijarlos.

-¿Te duele aquí? -preguntó señalando su propio pecho, en la zona del corazón. Ella asintió.

-Son cosas tontas... No pasa nada.

-¿Ese chico te rechazó? -preguntó de forma directa lo cual hizo sorprender a Lady Bug.

-Sí... Digo, no. No lo sé, pero hice algo que no debía hacer...

-¿Qué tan malo puede ser eso My lady? Seguro no es nada.

-Es la segunda vez que me sucede. Quise llamarlo, pero como no atendió, sin querer hablé mientras empezaba la grabación para el buzón de voz... Me confesé... Cuando me di cuenta, el mensaje ya se había enviado y sólo me quedó robar su celular pero él me descubrió -dijo rápidamente, acompañando su explicación haciendo una gran cantidad de gestos con sus manos.

-Espera, tranquilízate. ¿Entonces lograste borrar tu mensaje?

-Sí... Pero él me descubrió y no sé...

Chat Noir, no... Adrien la miró por un momento a los ojos. Ese tono azulado, y aquellas largas pestañas le recordaban a los ojos de Marinette. La historia que ella estaba contando era parecido a lo que le había sucedido hoy. Esa chica había robado su celular...

-¿Cómo se llama él?

-Pf. ¿Crees que te lo diría? ¿Qué haré si él eres.... ? -dijo en tono de broma pero finalizó seria, como si se hubiese quedado pensando.



¿Quién eres tú? Miraculous LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora