¿Quién eres tú? Miraculous Ladybug

Capítulo 11

Capítulo 11 

*les recomiendo mientras van leyendo escuchen la canción Hello- Adele *

Marinette

No dejó que Adrien la acompañara, tampoco llamó a su padre, le daba mucha vergüenza que él la viese junto con un chico. Caminó hasta su casa, el cielo estaba despejado y aún había gente. Apretó sus cachetes, todo lo que le había sucedido hoy parecía sacado de un sueño.

—Hoy te ves tan feliz, Marinette —le dijo Tikki desde su bolsillo.

—Es extraño porque nunca pensé que pasaría... ¡Y sucedió! —exclamó alzando sus brazos.

Corrió por las calles chocándole los cinco a cada persona que veía, como su corazón no podía saltar de la alegría, le dejaba ese trabajo a su cuerpo. Desbordaba de emociones.

Una voz la detuvo.

¿Realmente lo amas?

Observó a su al rededor en la calle, no había nadie que pareciera dirigirle la palabra. Metió las manos en sus bolsillos y apresuró el paso.

—¿Pasó algo, Marinette? —preguntó Tikki.

—No, no es nada Tikki.

Las luces se apagaron lentamente en aquella calle, lo único que vio fue una mariposa brillante. Volaba con rapidez hacia ella, no le dio tiempo a llamar a Tikki y transformarse. El akuma perforó su pecho e hizo que cayera al suelo de rodillas. Por último escuchó el sonido de pasos y unas manos frías la tocaron.

Adrien

Al otro día...

Entró a la escuela con la esperanza de ver a Marinette, a aquella chica sonriente. Pero en el pasillo estaban los padres de la joven, la profesora y Alya con una expresión preocupada. Al verlo, la adolescente de cabello rojizo se acercó hasta Adrien y lo tomó de los hombros.

—¿Sabes algo de Marinette? —exclamó entre sollozos.

—¿Qué pasó con ella? —contestó desconcertado, dejando caer la mochila de su hombro.

—No sabemos, desapareció... ¡Adrien, no sabemos nada de ella! —gritó desesperada.

Adrien soltó su mochila para consolar a Alya con un abrazo. Le dio unas palmadas en la espalda porque no sabía cómo reaccionar, se había puesto pálido. Se separó de su compañera y la miró.

—¿Están seguros que nadie sabe nada?

—No, ya preguntamos a todos... No quiero perderle, ¿y si ella esta...?

Adrien apretó los puños.

—No, no lo está —retrocedió—. Lo siento Alya, debo irme.

Se dio media vuelta y echó a correr. Mientras la amiga de Marinette lo veía irse, comenzó a transformarse en frente de todos. Quería perder el menor tiempo posible pero no sabía siquiera por dónde comenzar a buscar.