Capítulo 8
Marinette
Era extraño, pero la voz ronca de Chat Noir y su forma de decir cada palabra la hacían sentir bien. Por su sorpresa, comenzó a reír de los nervios frente a él. Quería detenerse, pero sentía como si en su estómago hubiese miles de mariquitas que le hacían cosquillas.
—Oye, ¡No es divertido! —exclamó Chat Noir. Llevó la mano a su pecho, como si estuviese haciendo un juramento—. ¡No es una broma!
—Lo sé... Lo siento, es que no entiendo p-por q-qué me est-toy riendo... —dijo pegándose cachetadas a sí misma con suavidad para tranquilizarse.
—¿Estás bien? ¿Quieres agua? —le preguntó Chat Noir sin saber qué hacer, como si ella estuviese a punto de desmayarse de nuevo.
Su compañero también rio y se lanzó sobre ella como todo felino. Chat Noir se había contagiado de la risa de LadyBug y ahora ambos reían como locos. El joven comenzó a hacerle cosquillas y aunque ella quisiese escapar, no podía hacerlo.
—¡Te tengo! No puedes escaparte de mí, my lady —la desafió, subiéndose sobre ella y sujetándola de las manos.
—¡Claro que puedo! —sonrió de forma traviesa e hizo que el chico perdiera el equilibrio para luego colocarse sobre él—. ¡JÁ! ¿Y ahora qué gatito?
Él la besó una vez más. Pero luego, al ver que ésta no reaccionaba, la besó en su nariz, en su frente... En su mejilla.
—Dame una oportunidad.
Lady Bug apartó la mirada.
—No puedo, Chat...
—¿¡Entonces por qué se la das a ese chico!? —gritó, enfurecido.
—¡Por qué la persona que amo es a Adrien! ¿Entiendes? Y él... él me odia —exclamó con voz ahogada—. No me grites de esa forma, no es tan fácil como piensas.
Chat Noir la abrazó, la contuvo entre sus brazos mientras ella estaba sobre él.
—Olvídalo... —Chat Noir buscó la mirada de Lady Bug—. Mírame, estoy yo aquí... No necesitas a nadie mas.
—Eso es lo que tú piensas —dijo apartándose de él y poniéndose de pie—. Pero aún cuando estás aquí, necesito a Adrien. ¿Comprendes?
El joven también se levantó del suelo.
—¿No te basta sólo con estar conmigo? ¿Es eso lo que me quieres decir? —le preguntó. Lady Bug vio como Chat Noir apretaba sus puños y fruncía su rostro, nunca lo había visto de esta forma.
—No Chat Noir, estoy diciendo que yo amo a...
—¡YA LO SÉ! Ya lo sé.... —llevó sus manos a sus oídos—. Sólo vete...
—¿Eh? ¿Qué me vaya? ¡Tú me pediste que viniera aquí!
—Vete, Lady Bug...
—Ya veo, eres igual a él... —tras decir eso, Lady Bug se dio la vuelta y no volvió a verlo. Su corazón le dolía, amaba a Adrien pero también quería a Chat Noir. No podía imaginarse una vida sin aquél gato travieso... Recordó los besos. Echó a correr, su miraculous comenzó a sonar y en unos segundos ella había vuelto a ser Marinette.
Adrien
No tuvo otra opción que esconderse, y transformarse en Adrien. Plagg se sentó sobre su hombro e intentó animarlo, pero no había caso. Lady Bug, Marinette... La dos amaban a uno sólo, y ese era Adrien. Por más que le dijese que él era Chat Noir, ella no le creería... Ella no amaría esa parte de él, su "yo" de verdad.
—¿Dónde te duele? —le preguntó Plagg, no entendía a los seres humanos.
Adrien señaló la zona de su corazón. Estaba en el parque pero se sentía encerrado en una jaula con lobos, como si estos lo mordieran.
—No importa dónde, duele... Mucho... —dijo apoyado contra un árbol. Se le escapó una lágrima.
Ahí estás otra vez... Lloras por alguien que nunca llegará a entenderte.
—¿Puedes callarte? —Apretó los dientes de la furia.
Ah.. Tan sólo piénsalo, si fueras mi súbdito, Adrien desaparecería. Sólo estarían Lady Bug y tú. Ella no te rechazaría, ella no haría todas estas cosas.
—¿Sólo nosotros...dos?
Sólo Chat Noir y Lady Bug.
—Está bien. Acepto el trato.
***
Disculpen por hacerlo tan corto y gracias por los dibujos y los comentarios <3 ;_;
Gracias a Daniela RN por el hermoso dibujo <3 Me encantó, es muy bonito
ESTÁS LEYENDO
¿Quién eres tú? Miraculous Ladybug
FanficSerie: Miraculous LadyBug Marinette vuelve a cometer el mismo error: Confiesa su amor por Adrien cuando el mensaje de voz está activado. Sin embargo, no le saldrá como la primera vez. El chico al que más ama la descubre robando su teléfono. Cuando...