Capítulo 14

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Habían pasado un par de horas, mi mente volaba entre Jhon, Daryl, mi madre, aquella cabaña, aquellos besos y la mansión Richardson. Pasé un mes perdida en un bosque, y lo que debió ser mi peor tragedia, se convirtió en lo mejor que me hubiese sucedido, pero ¿Ahora qué viene?
Creí estar llegando a alguna conclusión cuando tocaron a la puerta. Entró un enfermero y dejó una silla de ruedas cerca a la cama.


Detrás de él venía mi madre, y aunque me alegró, ese temor que aparece cada vez que tu madre te dice que tienes que hablar con ella apareció, como cuando era niña.

-¡Hola muñeca!, traje ropa limpia y bonita, voy a ayudarte a arreglar, como cuando tenía que llevarte al colegio, ¿recuerdas? - Mi madre, con su cabello ondulado, castaño claro, su nariz perfilada, sus ojos cafés, cargados de esa ternura tan dulce. Me miraba y me sonreía, mientras sus manos tan conocidas y suaves, con ese olor tan único que buscaba en su ropa cuando era una niña y me metía en su cuarto, la seguridad y calma que siento cuando estoy con ella son indescriptibles.

-Aria ¿Qué paso en ese bosque?- Me preguntó mi madre mientras peinaba mi cabello.

-Me perdí madre- Le dije sonriéndole como si fuese un juego.

-Esa tarde en que te perdiste te comunicaste conmigo, pidiéndome que le mintiera a Jhon acerca de tu paradero. Tuve que decirle que yo te estaba esperando pero que nunca llegaste. Ahora pienso que querías fugarte con ese señor Dixon, aunque nada me concuerda porque tu no eres así ¿A dónde ibas y de que huías Aria? ¿Y quiero la verdad?- Me miró mi madre, hablaba con calma, pero por alguna extraña razón yo no podía ocultarle las cosas, pues al final parecía tener un don mágico para adivinarlas.

-Huía de mi matrimonio madre, tuve una conversación con Claudia, me sentí ahogada y quise despejarme, no sabía adonde iría, solo tenia claro que debía estar sola y poner mi mente en orden- le dije y baje la mirada. Mi madre me miraba como escudriñando dentro de mi alma, odiaba que hiciera eso.

-No sé que pasó Aria, que te hizo correr lejos de todo. Lo que sí sé, con certeza, es que llegaste hecha otra, nunca habías mirado a Jhon con ese odio, y no te juzgo, porque soy testigo de cuanta soledad había en ti. Pero si me preocupa, que por sentirte vulnerable caigas en un juego que puede causarte mucho dolor- Lo dijo muy seria, con ese tono de sabiduría típico de las madres.

-¿A qué te refieres con un juego?- Le dije preocupada. Para mi era como si mi madre viera algo que yo no podía entender.

-Llevas ya tres años con Jhon, dos de casada, y eres muy joven. Es normal que te distraigas en el camino. Y sé que algo pasa entre ese hombre del bosque y tu - La mirada de mi madre estaba fija sobre mis ojos. Sentía ansiedad por cada palabra que fuese a pronunciar.

-¿Qué te hace pensar eso?- Me aterraba que todo fuese obvio, aunque tal vez era mejor y mas fácil todo.

-Ese hombre solo pregunta por ti, esta pendiente de ti y se le ve que a la primera oportunidad golpearía fuertemente a Jhon. Aunque no lo culpo, a veces tu esposo es tan arrogante que hasta yo quisiera golpearlo. Pero ese no es el punto. Tú no sabes quién es él, y aunque estoy agradecida por haberte salvado, ese hombre puede estar engañándote. Asegúrate antes de dejarte llevar por un impulso romántico Aria, que no son tus millones los que le atraen, después de todo es tu vida la que está en riesgo, si Jhon siquiera llegara a imaginar que lo engañaste, todo se viene abajo y no quiero verte sufrir por un corazón roto- Mi madre dejo de peinarme, me acarició el rostro y llamó al enfermero quién me ayudo a sentarme en la silla de ruedas.

Cada palabra dicha por mi madre tenía demasiado sentido. Pero yo necesitaba darle ese voto de confianza a Daryl.

Recorriendo el pasillo me encontré con él.

Daryl me miro, se acercó a mi, se agachó para estar a la altura de la silla. Me tomó de la mano.

-Recupérate pronto Aria, gracias por salvarme- Me sonrío y al levantarse, noté que había dejado un papel en mi mano, que trate de guardar en el bolsillo de mi chaqueta sin que mi madre lo notara.

-Igual tu, recuerda que son cinco días de recuperación- Le decía en clave recordando nuestro encuentro.

-Así será- Me miraba con gesto serio.

-Gracias por todo señor Dixón-Le dijo mi madre mientras empujaba la silla.

-Daryl, solo Daryl- respondió él.

-Entonces, gracias por todo Daryl- El gesto de mi madre fue amable pero cortante, como intentando poner distancia.

Cerré los ojos y suspiré rápidamente, intentando que nadie viera mi desesperación por no alejarme de mi chico malo.

Llegué pronto a la mansión. Siendo tan imponente, me parecía ahora algo tan artificial, como una jaula que me privaba de cumplir mis sueños. Un nudo de rabia e impotencia me subía por la garganta y no pude evitar que se escaparan algunas lágrimas.

-Madre, no dejes que vengan visitas, no me siento en condiciones de atender a nadie- Le dije casi rogándole.

-Es una lástima que digas eso Aria, porque justamente dos de mis socios y sus esposas vinieron a verte. Y como sabrás no estamos en posición de hacer desaires y menos a las puertas de una fusión que convertiría a la multinacional en una de las empresas mas poderosas del continente. Así que lamento mucho tu indisposición pero requiero de mi valeroso esposa para iniciar la velada- dijo Jhon con el tono de mando que tantas veces confundí con seguridad en sí mismo.
Me había manejado la vida y lo permití, ahora me usaría una vez mas, para terminar como siempre, sola en el cuarto mientras el sigue con sus negocios.

-Lo que es verdadera una lástima es que tus socios hayan venido por espectáculo y se vayan decepcionados Jhon. Dije que no quiero ver a nadie, acabo de salir de la clínica luego de un mes de estar perdida en un bosque. Dije que no quiero ver a nadie, y ahora voy a descansar, y como sé que no vas a llegar a tiempo porque tus negocios no te lo permitirán, creo que no te importará si duermo en otra habitación- se lo dije con el mismo tono, y sentí demasiada satisfacción.

-Rosita lleva mis maletas a uno de los cuartos de invitados- Le dije a la empleada mientras trataba de incorporarme con las muletas. Mi madre me miraba en silencio al igual que Jhon quién parecía sorprendido por mi reacción.

-¿Qué está pasando contigo?- Dijo Jhon ya algo molesto.

-Simple, estoy cansada de todo. Voy a darme un baño y a dormir, así que con tu permiso- Dije de forma firme.Me retiré y cuando llegue a la habitación mi madre me miró.

-¿Qué fue eso Aria?- Me dijo en tono de reproche.

-Me cansé, madre, es así de simple- Le contesté - Gracias mami, te llamo mañana, voy a estar bien, solo necesito descansar y estar sola-

Mi madre se despidió y se fue. Una vez sola en el cuarto, recordé la nota que me pasó Daryl, así que saque el papel de mi bolsillo.

-"No soy bueno con las palabras... Te voy a estar esperando"-
Cerré los ojos y volvía verlo, pasé los dedos por mis labios y volvía sentir cada beso como si Daryl estuviera conmigo, sobreviví un mes en el bosque y no sé si sobreviva a cinco días sin él.

-Como te he extrañado Aria - Sentía una voz a lo lejos, sonreí pensando en Daryl, mas dormida que despierta.

Sentí que besaban mi cuello, y mi acariciaban el pecho. De pronto aquella sensación conocida...



Secretos en las sombras »TWD«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora