Capítulo 16

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No sé cuantas horas pasaron, sólo sé que a medida que avanzaban los minutos en ese estacionamiento me sentía peor. Me dolía respirar, me dolía pensar, me dolía recordar, mi tristeza era tan profunda que me dolía en el cuerpo. Odiaba a Daryl, odiaba mi amor por él, me odiaba a mi misma por no dejar de quererlo en ese instante. Golpeaba el volante y me preguntaba por que. No puedo entender porque tenía que mentirme. Ya tenía otra, ¿Yo era la diversión del bosque?, si así había sido, tu diversión se acabó, al menos conmigo Daryl Dixon.

Las lágrimas no dejaban de correr, me sentía quebrada por dentro, me negaba a creer que lo que había pasado fuese real y sin embargo caer en cuenta que lo era hacía regresar con más fuerza el dolor, como una ola devastadora.

Mire por el espejo retrovisor, vi mis ojos rojos e hinchados, llenos de rabia y de ese dolor punzante. Sequé mis lágrimas con el dorso de la mano, con ira. Busqué mi celular, y de pronto de mi cartera cayó una foto de Jhon. Tal vez aún podría salvar mi matrimonio. No lo amaba, pero debía intentar darle una segunda oportunidad, el no jugaba conmigo, no habían promesas falsas, él era mi esposo y era mi deber, conmigo misma, recuperar mi vida e intentar sacarme ese puñal.

Manejé por inercia, sin conciencia. Llegué a la mansión Richardson. Subí las escaleras, entre en el dormitorio, me metí en la cama de Jhon.

-Aria que....- No lo dejé hablar, lo besé, con odio, con sufrimiento.
Cada beso era como un golpe en el alma, era una muerte lenta y cruel, parecía un castigo, pero también era una venganza, quería borrarme aquella tarde tatuada en mis poros, quería sacar la voz de Daryl de mi cabeza, olvidar sus ojos.

Y mientras Jhon me besaba, un par de lágrimas se hicieron presentes. El besarle me hizo sentir un vacío que me dejó devastada, quería morir, el dolor había empeorado. Tanto que no pude seguir más allá. No resistiría acostarme con alguien distinto a Daryl, al menos no todavía.

Me sentía sucia, me sentía despreciada, me sentía sola, con el alma y los sueños hechos pedazos. Asqueada del sabor de los besos de un hombre que claramente ya no amaba. Sentía que no tenía fuerza para responder.

-Pero ¿Qué te trajo de vuelta a mi?- Preguntó Jhon con voz tierna, mientras me abrazaba.

-Lamento mucho todo lo que pasó- Y empecé a llorar, pero Jhon pensó que lloraba por él.

-No llores mi cielo, vamos a recuperar el tiempo perdido, todo será solo un mal sueño- Dijo mientras secaba mis lágrimas.

-Vámonos mañana temprano a Italia, alquilé un apartamento para los dos. Quiero alejarme de todo- Le dije casi con desesperación. Necesitaba dejar todo atrás, porque todo sabía a sufrimiento en esa ciudad. No quería volver jamás.

Jhon me miró de una forma extraña, que no logré descifrar.

-Se hará como tú digas amor. Sólo quiero hacerte feliz y que todo sea como antes - Me contestó y me refugié en sus abrazos, como una niña asustada.

Me desperté y Jhon ya se había levantado. Como un zombie caminé hacia el baño. Al verme en el espejo sentí ganas de volver a llorar y me miré con rabia.

-Ni una lágrima más por Daryl Dixon, Aria. A partir de Hoy Jhon Richardson será el hombre de tu vida- Como si eso se hiciera tan fácil, pensé en lo más profundo de mí.

Recordé la noche que acababa de pasar. Repasé cada momento, y me sentía sin vida. Busqué uno de mis mejores vestidos de diario, me peine con una cola alta, me puse mis joyas, me maquillé y me puse mi perfume de diseñador, busqué mis tacones mas altos y me dije a mi misma que pisaría el sufrimiento. Ya no había en mi ternura alguna, ya no quería ser buena, solo quería destruir mi corazón, así lograría no sentir.

Secretos en las sombras »TWD«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora