Capítulo 28

70 9 0
                                    

-¿Qué es lo que pretendes Aria? ¡Ni creas por un momento que voy a permitir que nos destruyas! Primero acabo con todo, porque sabes que tú y tu familia no son nada- me habló Albert con un desprecio repentino.

Yo me mantuve imperturbable en mi asiento bebiendo agua de una copa que tenia en frente.

-Sabes querido suegro, para nada me sorprende, porque a pesar de tu aparente amabilidad, sé que jamás me apreciaste realmente. Pero tu pose de caballero te obligaba a tratarme con la dulzura falsa con que lo has hecho hasta ahora. Es sorprendente como se heredan ciertas cosas. Por ejemplo la trampa y el alma de ladrón-.

-¡Cuida tus palabras Aria!-Me amenazó Albert. Claudia nos observaba sin entender. Era obvio que a partir de ahí ella no tenia conocimiento de lo que vendría.

-Resulta que observando y revisando minuciosamente esos informes, las finanzas no cuadraban como deberían ¿No es así? Las empresas Richardson han estado evadiendo impuestos al fisco desde hace un tiempo considerable, incluso antes de que tú, Albert, te retiraras de la presidencia. Y no solo eso, han estado realizando lavado de activos colocando empresas y propiedades a mi nombre y los de mi familia, nos engañaron haciéndonos creer que esas firmas eran para otras cosas como fideicomisos, nosotras, DE BUENA FÉ FIRMAMOS. NOS ENGAÑARON Y PUDIMOS IR PRESAS -.

-¡Ay por favor! ¿Cómo vas a probar eso?, si piensas hundirnos, se hunden con nosotros. Lo siento "cariño"- Sonreía Jhon con cinismo.

-No lo sientas tanto "mi vida"- Le devolví el sarcasmo y le pase una tablet con una grabación.

En el video, Claudia esta con Jhon en la cama.

Claudia: -"¿De verdad pusiste esas empresas fantasmas a nombre de mi tía y de mis primas?"-

Jhon: -"Ellas son tan ingenuas, creen tanto en mi, Delia y Aria creerían cualquier cosa, son tan tontas y manipulables, que si, firmaron sin hacer preguntas cada papel que les di. Pensaban que era un fideicomiso, jajaja. Como alguien puede ser tan ciego. Casi sentí lastima, pero los negocios son así. No se van a enterar nunca, y si lo hacen quien les va a creer, solo diré que se aprovecharon de mi posición para robar y me creerán a mi, porque yo soy el del poder"-.

El rostro de Jhon palideció, al igual que el de Albert.

-¡El poder no lo es todo! ¿No es cierto Jhon? Pero ¿Qué voy a saber? Solo soy una tonta-. Le dije encogiéndome de hombros.

-¿Qué es lo que quieres? – dijo Albert con una rabia retenida.

-Eso es simple. Quiero todo lo que nos pertenece por haberlos aguantado todo este tiempo. Deseo la mitad que por derecho me corresponde, ya que creíste que esta idiota no te lo pediría y no firmaste capitulaciones. ¿Recuerdas "mi amor"? Así que soy dueña de la mitad de todo lo que obtuviste durante los tres años que estuvimos juntos. Eso incluye casa, apartamentos, autos, la casa de mi madre. Deberás descongelar nuestras cuentas y pasarlas a nuestro nombre. Pagarás la totalidad de la educación de mis hermanas, sus apartamentos y sus autos, junto a sus cuentas. La casa de mis tíos, sus autos y sus pensiones...-

La cara pálida y desencajada de Jon era el mejor pago de todos.

-...Pero sobre todo, pagarás todos los gastos médicos del señor Dixon, le devolverás su taller, pero no el mismo que destruiste si no uno que valga la pena. Reconstruirás la casa del lago y le pagarás por su moto, como nueva-.

-No quiero ni una acción legal en contra de él o contra mí, de su familia o la mía porque ustedes siempre compran jueces, he visto como lo hacen mil veces. Y nunca más te acercaras, ni a él, ni a mi, o a alguien de mi familia. Porque si algo nos sucede, siquiera se nos parte una uña, por ustedes o sus matones, caballeros, ustedes serán los directamente responsables. Esas son las instrucciones que tiene el abogado, sin mencionar el super escándalo por actos de corrupción en la directiva de las empresas Richardson ¿Se imaginan? ¿Qué dirán sus socios? ¡A puertas de una fusión! ¡Que horror! No creo que esas empresas y sus ejecutivos quieran verse enlodados en este fango mal oliente- Les dije con toda la ironía.

-¡Estas loca! ¡Jamás cederemos a tus chantajes, perra muerta de hambre! -me insultó Jhon.

-¡Ah si! ¡Si lo harás! porque si en dos minutos mi abogado no recibe respuesta todo lo que dije saldrá a la luz publica y los documentos llegarán a la fiscalía, las denuncias a la policía y estarán acabados- Le dije con firmeza mirándolos a los ojos.

Me acerqué a Jhon y en un susurro le dije al oído. -No lo disfrutaras pero me harás creer que si, y cuando yo diga salta solo preguntaras cuan alto.- Lo miré a los ojos y le sonreí. Quería matarme pero mi satisfacción fue máxima!

Me alejé y los miré a los dos

-Aquí está el compromiso y los papeles de divorcio que me darás por que será de mutuo acuerdo, porque vas a aceptar cada clausula, cada petición que hice- Le recalqué a Jhon. -Solo son unas firmas, ustedes están acostumbrados a eso-. Les pasé las carpetas con los documentos. Llamé por celular y de inmediato tres abogados entraron.

-Esta bien Aria, tu ganas- Dijo Albert mirándome con desprecio.

-Pero papá como vas a darle...-

-¡CALLATE IDIOTA! ¡SI NO HUBIESE SIDO POR TUS ESTUPIDECES NADA DE ESTO HUBIESE SUCEDIDO! ¡LUEGO ARREGLAREMOS CUENTAS!, ¡IMBECIL!- Le gritó con furia Albert a Jhon, mientras le daba una bofetada humillante delante de todos, parecía un niño regañado, a mis ojos, su belleza física despareció, su elegancia, tanta altivez, esa arrogancia se esfumaron, y solo quedo un tipo cobarde, un idiota que me asqueaba.

-¡Aria espera!- Claudia se acercó a mi con un rostro algo desencajado.

-¿Qué sucede?- Le dije con algo de impaciencia

-¿Qué va a pasar conmigo? ¿Y que me va a tocar a mi?- Preguntó con una sonrisa nerviosa.

-Bueno a ver Claudia. Vives en la casa de mis tíos. Nada va a faltarte-

-Pero...pero y ¿el dinero?¿Como voy a vivir?-

-Trabajando o vendiéndote Claudia, así viviste siempre, y en eso eres experta. Y no me hagas enojar. Por ti casi nos matan. No esperes que me olvide de eso-.

-Señores- Dije dirigiéndome a los abogados -Por favor asegúrense que nada quede por fuera de los compromisos firmados, con fecha en el contrato. Las cuentas, las propiedades, y todo lo concerniente al señor Dixon y la seguridad de nuestras familias. Debo irme-

Abrí las puertas de la oficina y voltee para verlos.

-Ha sido un placer hacer negocios con ustedes. ¡Buenas tardes!- Y salí.

Me coloqué mis lentes oscuros, Caminé orgullosa, aparentando más valor que el que sentía realmente.

Entre al auto donde esperaba mi madre. Fue cuando me dí cuenta de como temblaba.

-¿Cómo te fue?- Me miraba angustiada.

-Esta pesadilla por fin terminó- y la abracé.


Secretos en las sombras »TWD«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora