Prólogo

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"La heredera multimillonaria de la compañía hotelera Crown Preminger, Hailee Preminger nuevamente se ve envuelta en un escándalo esta semana.

La noche de ayer, la consentida de 18 años salió con su grupo de amigas rumbo a una exclusiva fiesta en la ciudad en la que bebió un poco más de lo debido y comenzó a armar un alboroto en dicha fiesta, golpeándose con una de las anfitrionas, Jane Nollan, por encontrar a Preminger besando a su actual novio después de que ella lo sedujera.

Los presentes cuentan que Jane se acercó a reclamarle a ella y a su novio por tal traición y la pequeña Hailee sin tan siquiera tal vez pensarlo dejo ir un puñetazo a la mejilla de la rubia. Y luego del disturbio la hija de Harrison Preminger fue sacada de la fiesta por los elementos de seguridad.

Muchos se preguntan si su padre, Harrison Preminger algún día pondrá un paro a tanto escándalo que provoca su hija, los cuales ya están afectando a los negocios. Se dice que muchos accionistas han cortado relaciones dado el poco control que tiene el hombre con su hija que dudan que lo tenga con los negocios también.

Por lo pronto la única heredera seguirá haciendo más y más alborotos de los que nos enteraremos pronto."

Apago el televisor y tiro el control remoto con furia quien sabe dónde.

― ¡Es imposible que no haya, ni un solo tutor en el país que cumpla con todos los requisitos para cuidar a mi hija! ― Exclamo furioso el hombre de 48 años, de cabellos grisáceos por sectores y cabellos castaños en otros. De tez blanca, un par de arrugas, ojos café oscuro con patas de gallo a sus lados escondidos por los anteojos que usaba. Vestía elegantemente un traje a la medida y zapatos negros de charol.

― Pero señor, aún no termina de ver todos los postulantes ― Dijo su asistente un hombre de delgada complexión, de anteojos, tez blanca y cabellos rojizos. ― Quedan algunos por revisar ― Dijo revisando los currículos que se encontraban en su tableta.

― Necesito alguien que maneje muchos temas educativos, como historia universal, literatura y un experto en matemáticas, que mi hija lo necesita mucho debido a sus calificaciones de graduación ― Pronuncio. ― Alguien que le enseñe todas las reglas de etiqueta y de comportamiento, y que sea ejemplo de ello, alguien que tenga buenos hábitos, tal vez a mi hija se le pega algo ― El pelirrojo seguía buscando entre las opciones ― Pero no solo necesito un tutor, necesito un guardián que la mantenga vigilada las 24 horas de los 7 días a la semana para procurar que no vuelva a meterse en problemas, y para eso debe tener carácter firme, además quiero saber que mi hija estará protegida, así que el que supiera alguna arte marcial o cualquier tipo de defensa personal seria de mucha utilidad y alivio. ― Llevo su dedos a su barbilla ― En resumen debe ser alguien versátilmente ejemplar.

― ¿Cómo él? ― Pregunto su asistente entregándole su tableta para que pudiera visualizar la opción que él había encontrado.

Leyó detenidamente aquel currículo antes de esbozar una gran sonrisa en su rostro.

― ¡Él! ― Exclamo animado ― ¡Él es el indicado!

El sonido del teléfono celular anunciando una llamada rompió el silencio de la habitación logrando despertar a la castaña de piel bronceada que yacía dormida boca abajo y con los pies fuera de la orilla de la cama.

Estiro su brazo y alcanzo su IPhone XS Max color dorado, deslizo la pantalla sin tan siquiera aun abrir los ojos para contestar la llamada entrante.

― ¿Diga? ― Contestó con un bostezo.

― Hailee, soy yo, Lizzie ― hablo la voz chillona de su "Mejor amiga". Hailee y Lizzie eran la personificación perfecta de la frase "amistades hipócritas". Y es que ambas hacían creer a la otra la oficialidad del título. Claro, que esto no era un misterio para Hailee... Lizzie, creía que ella era la más lista.

― ¿Qué es lo que quieres? ― Pregunto irritada ― Hace apenas 10 minutos que llegue a mi casa y de esos 10, 5 minutos llevo dormida, así que más te vale que sea una buena razón por la que estas interrumpiendo mi sueño de belleza.

― Créeme que lo es ― Respondió sin miedo a pesar de las amenazas ― La zorra de Ashley dará una fiesta esta noche en su mansión y todos están invitados, inclusive yo, y adivina ¿Quién no está invitada? ― Ashley o la zorra como Hailee prefería llamarla, era su ex compañera de clase y antigua o actual "rival", aunque realmente Hailee no la consideraba como tal, pero el odio que esa rubia oxigenada sentía por ella era increíblemente demasiado. Siempre quiso competir contra ella pero nunca era suficiente como para ganarle, como la vez del baile de graduación y su mayor resentimiento, la corona de reina del baile fue de Hailee y no de ella a pesar de todos los intentos que hizo para obtenerla. Ahora la respuesta era más que obvia.

― Yo ― Musito casi sin ganas.

Exacto, y eso no es todo ― Continuo ― E invito a nadie más ni nadie menos que...

― James Wilson ― James era por decirlo así su nueva presa de casería, tenía 26 años y era todo un Dios griego, y como era de esperarse a Ashley también le interesaba y hacia cualquier cosa para llamar su atención.

Ding, ding, ding ― Imito el sonido de una campana ― ¡Tenemos un ganador!

― ¡Pero que zorra!

Eso mismo pensé yo

― Pero no se saldrá con la suya ― Los ojos cafés de Hailee parecieron rojos de maldad por un segundo y una sonrisa malvada apareció en sus gruesos labios naturalmente color rosa. ― Dile a todo el mundo que hoy hay fiesta en mi mansión

A todo el mundo menos a Ashley ― Dijo cómplice.

― Dije... A TODO EL MUNDO ― Repitió dando énfasis en la última frase ― Y eso incluye a Ashley.

¿Hablas en serio? ― Respondió incrédula ― Sabes que no ira ¿No?

― Vendrá, confía en mí

Bien, si tú lo dices

― Créeme, nadie ira a su fiestucha y no le quedara de otra que venir a la mía y recibir la humillación que se merece por buscona

ohh ya entiendo ― Dijo comprendiendo hacia donde su amiga quería llegar. ― Eres toda una chica mala.

― Gracias pero ahora ve a cumplir mi mandato ― y sin tan siquiera oír respuesta colgó la llamada.

Así era Hailee Preminger, una niña consentida que no le importaba dañar a quien sea con tal de salirse con la suya. Hailee Preminger era una chica mala.

EDUCATING A BAD GIRL | M.T [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora