Capítulo 4

6.6K 523 28
                                    

Me encontraba en mi habitación acostada en mi cama, moviéndome de un lado a otro en ella, sin poder conciliar el sueño, ¿y cómo podía hacerlo después del día que tuve?

En mi mente aun pasaban las imágenes de lo ocurrido en la tarde.

Nadie decía nada, nadie se movía. Nos quedamos así. Inmóviles. Y nuestros labios aun rozándose tras la estúpida caída.

— ¡Nany! — Se escuchó la voz de mi padre — ¿Mark y Hailee aún se encuentran en la biblioteca? — Al oír sus palabras pude reaccionar así que inmediatamente me quite de encima de Mark dándole la oportunidad de levantarse del suelo tras de mi con la misma rapidez. Tratamos de tomar una postura que pareciera normal. — Llegué — avisó mi padre entrando a la biblioteca — ¿Cómo van las clases?

— Bien — Contestó Mark un poco nervioso — Acabamos de terminar

— ¿No tuviste ningún problema con Hailee?

— De hecho no, se comportó muy obedientemente — ¿Acaso era un perro o qué?

— ¿Seguro? Porque si tienes problemas con ella no dudes en decirme — Que poca confianza me tenía mi padre, aunque la verdad yo también no confiará mucho en mí, De hecho yo misma me sorprendí por hacer caso a indicaciones.

— No, Hailee se ha comportado como una niña buena — ¿niña?

— ¿Hailee? — Musito mi padre — ¿Ya le llamas por su nombre?

— Ehm... yo... — El rostro de Mark estaba completamente blanco. Parecía un fantasma.

― Seguramente Hailee te dijo que dejarás las formalidades ― Mark asintió esperando el regaño por parte de mi padre ― Bien, ese detalle se me olvido comentarte, mi hija odia las formalidades, eso hay que arreglarlo pero tratando a personas que rondan tu edad, no hay ningún problema en absoluto ― Mi padre sonrió y a Mark le volvió el color de su piel. ― Bueno como ya terminaron las clases y ya son las 7 de la noche, Pediré que preparen la cena para poder comer.

En la cena al igual que en el almuerzo Mark y mi padre hablaron de todo mientras yo permanecía en silenció observando a Mark más discretamente que en el almuerzo.

Al terminar de cenar Mark y mi padre se fueron a la oficina de este último mientras que yo subí a mi habitación.

Toque mis labios recordando el beso... Si es que a eso se le podía llamar beso. No era la primera vez que besaba a un chico que acababa de conocer, lo había hecho cientos de veces pero el beso de Mark... Era diferente, se sentía diferente, no me imagino como sería un beso real con esos dulces y suaves labios.

— ¡Deja de pensar eso Hailee Preminger! — Me corregí — Eso no fue un beso, eso fue un accidente, un hermoso accidente — mordí mi labio inferior — ¡Dejemos ya las estupideces! Eso no significó nada, él es tu tutor y tu su alumna, piensa que es uno de los profesores que tenías en el colegio, si, uno de esos gordos y viejos profesores — suspire — Pero con esa cara de.... ¡ash! , Hailee vuelve a tus sentidos — me puse a mirar fijamente el techo — ¿Qué pasara mañana? ¿Qué me dirá? ... ¿Estará tan confundido al igual que yo? ... ¡Ash! Estoy pérdida

Finalmente luego de pensar tanto me quedé profundamente dormida.

A la mañana siguiente me levanté con un poco de sueño, bueno y era entendible si me había dormido después de la media noche por estar pensando en Mark y en el beso... bueno el roce de labios provocados por el accidente.

La puerta de mi habitación se abrió y por ella entró Nany

— ¡Oh, Señorita Hailee! Ya despertó — Dijo viendo como yo ya estaba sentada en mi cama y despierta ― justo a eso venía yo, le traeré el desayuno

EDUCATING A BAD GIRL | M.T [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora