Capítulo 6

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Entre a la biblioteca dando un portazo a la puerta detrás mío, Mark como siempre ya estaba ahí.

— Buenos Días — Saludo, yo solo me senté en mi asiento. Aún no me pasaba el enojó que sentía hacia él, aunque me haya cubierto lo de la fiesta y lo de la pastilla, Incluso estaba más molesta por hacer eso y contradecirse. — Bien empecemos con la clase.

La clase iba con normalidad, Mark explicaba algo sobre no sé qué y yo no prestaba ni la más mínima atención.

— Si no quieres estar aquí vete — Dijo llamando mi atención — No voy a perder mi tiempo tratando de explicar algo a alguien que no presta nada de atención.

— Bien, gracias, no soportó ni un minuto más aquí — Dije levantándome para largarme de ahí. Llegué hacia la puerta y giré la manecilla para abrirla e irme pero esta no abría — ¡Que gracioso Mark! - Dije riendo sarcásticamente, él me miró confundido — Me dices que me vaya y cierras la puerta con llave para que me quede aquí a recibir la estúpida clase.

— ¿De qué estás hablando? — Me preguntó confundido

— De que le pusiste llave a la puerta para que no me fuera

— Yo no le he puesto llave a nada — Dijo un poco molestó por la acusación.

— Bien, ¿Entonces porque la puerta no se abre? — Le pregunté cruzando mis brazos. Mark se acercó hasta la puerta e intento abrirla lo cual no logro. — Deja la actuación y abre la puerta

— ¿Qué actuación? Yo no he cerrado la puerta con llave — Dijo sin dejar de intentar abrir la puerta.

— Entonces ¿Quién fue? ¿El hombre invisible? — Pregunté molesta.

— Podría ser porque yo no he sido — Dijo igual de enfadado que yo — Ni siquiera tengo llave de aquí — Bien en eso tenía razón, las llaves de toda las puertas de la casa las maneja Nany, no habría forma que él tuviera la llave de la biblioteca.

— Entonces... ¿Estamos atrapados? — Dije preocupada al fin dándome cuenta de la situación.

— Eso parece — Dijo Mark dando un suspiró.

— ¡AYUDA! ¡NANY! ¡ABRAN LA PUERTA POR FAVOR! — Gritaba pidiendo auxilio del cual no tenía respuesta mientras daba golpes a la puerta




— Ayuda... ayuda — Habían pasado más de 30 minutos y mis gritos no habían sido escuchados.

— Deja de intentarlo, cuando se den cuenta de que no aparecemos vendrán a buscarnos aquí — Dijo Mark sentado en su sofá mientras leía un libro tranquilamente.

— ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? — Pregunté viéndolo actuar como si nada pasará.

— Porque no estamos encerrados en un lugar inhabitable y sin oxígeno donde podríamos morir, la pregunta aquí es ¿Porque estás tan desesperada? — Bueno en eso también tenía razón... ¿Por qué carajos yo estaba tan desesperada en salir de ahí?, la respuesta aunque la sabía muy bien no iba admitirla y mucho menos decírsela a él.

— Pues porque... Porque... — Trataba de inventar algo que fuera creíble y tuviera sentido — Porque estoy aburrida — ¡Aplausos para la respuesta más original que se me pudo ocurrir!

— Lee un libro, eso te mantendrá entretenida mientras pasa el tiempo — Propuso.

— No me gusta leer — Confesé, tenía mucho tiempo de no tomar un libro y leerlo.

— ¿Ah sí? Pues deberías hacerlo, leer te ayuda a abrir tu mente y a saber muchas cosas, de los libros aprendes mucho — Reí ante su comentario — ¿Qué es lo gracioso? — Preguntó al notar mi risa.

— Hablas como todo un anciano — Le respondí aun riendo a lo que él me miró con el ceño fruncido pero luego sonrió

— Bien, tienes razón, habló como un anciano — Dijo sin apartar esa hermosa sonrisa de su rostro ¡Dios! Realmente amaba esa sonrisa, tenía mucho tiempo de no verla... ¡Hailee vuelve a tus sentidos! — Pero es verdad, los libros te enseñan infinidad de cosas además un buen libro con una historia muy bien elaborada, te mantiene entretenido por mucho tiempo, como este que estoy leyendo ahora — Dijo mostrándome el libro que tenía en sus manos. Mi rostro cambió totalmente — ¿Qué pasa? — Dijo al notar mi expresión de tristeza

— Ese libro... — Musite tratando de no soltar alguna lágrima — Ese libro mi madre lo escribió

— ¿Tu madre es Avery Green? — Preguntó sorprendido a lo que yo asentí — No lo sabía — Musito

— Ese fue el primer y último libro que escribió antes de morir — Dije Mientras mis ojos se cristalizaban al recordar la sonrisa que tenía mi madre el día en que lo publicaron y llego a casa con él para leérmelo. — Dejo su vida en ese libro — Una lágrima rodó por mi mejilla. Mark se puso de pie y se acercó hasta donde yo me encontraba para luego sentarse en el suelo junto a mí.

— Debes extrañarla mucho — Dijo viendo como más y más lágrimas rodaban por mis ojos.

— No tienes idea cuánto — Le respondí rompiendo en llanto. Mark se acercó más a mí y me rodeó con sus brazos dándome un reconfortante abrazo.

— Todo está bien, puedes llorar, yo estoy contigo — Al oír sus palabras lloré aún más, necesitaba hacerlo.

Jamás había llorado de esa manera frente a alguien a parte de mi madre, pero Mark de alguna manera me hacía sentir que podía hacerlo frente a él.

Permanecimos así un muy buen tiempo hasta que por fin pude calmarme y sacar todo eso que había reprimido al morir mi madre.

— Gracias — Musite — lo necesitaba

— Lo imaginaba, tú nunca lloraste de esta manera al morir tu madre ¿o sí? — Pregunto a lo que yo negué con la cabeza.

— Solo pretendí que no había pasado nada, pues no quería verme débil frente a mi padre y los demás — Confesé

— Pero no fue bueno, te estabas haciendo daño al guardarte todo ese dolor

— Tienes razón — Suspire — Ahora gracias a ti pude desahogarme luego de 8 años — Dije mirándolo mientras le dedicaba una sonrisa la cual me correspondió.

Nuestras miradas se entrelazaron, ni él ni yo apartaba la vista, hasta que...

— ¿Señorita Hailee? ¿Joven Mark? ¿Están ahí? — Se oía la voz de Nany afuera mientras intentaba abrir la puerta lo cual obviamente no pudo.

— ¡aquí estamos! — Dije levantándome del suelo seguidamente de Mark — ¡Nos quedamos encerrados!

— ¡Dios mío! ¿Cómo pudo ocurrir? — Exclamó Nany desde afuera — ¿Están bien?

— Si — Respondimos los dos al Unísono

— Que alivió, ahora mismo llamó a Fred para que abra la puerta — Fred era nuestro "arregla todo" o en otras palabras el de mantenimiento — Saldrán de ahí muy pronto, esperen un poco.

— Seguro — le respondí y luego ella se marchó.

— Bien, supongo que la espera término — Musito a lo que yo asentí un poco decepcionada pues quería pasar más tiempo con Mark ahí, solo él y yo. 

EDUCATING A BAD GIRL | M.T [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora