EDUCATING A BAD GIRL | M.T [EN EDICIÓN]

Capítulo 16

— Perdóname Por favor Hailee — Su mirada atrapo la mía fijamente mientras se acercaba más a mí — Ayer fui un completo idiota por decirte tales cosas e herirte pero créeme que no lo dije en serio, realmente no sé qué fue lo que paso conmigo

— Yo... — Musite sin saber que responder

— Sé que no merezco tu perdón, pero por favor te suplico que lo hagas. — Miró al cachorrito en sus brazos y luego lo acercó a mí — Es mi regaló de disculpas — Tome al perrito en mis manos. ¡Dios! Era tan lindo y pequeño — Tal vez ella te ayude a perdonarme — Acarició a la ahora identificada como cachorrita la cual parecía que le gustaba que Mark hiciera eso.

— Mark... No sé — Dije alejándome un tanto de él — realmente me dolió lo que me dijiste y aunque sé que pueda ser que yo provoque que lo dijeras, lo dijiste porque muy en el fondo de ti pensabas eso.

— Hailee, te juro que no es así, no me arrepiento de haberte dicho lo que siento por ti y nunca lo haré, créeme cuando te digo que este sentimiento es más fuerte que yo

— Pero... todas las veces que te sientas frustrado o enojado ¿Te las des quitarás conmigo?

— No, eso no — Dijo con un tono desesperado mientras volvía a acercarse a mí — Aceptó que soy alguien que puedo cambiar de humor muy fácilmente, pero te juro que lo que pasó ayer es algo que no volverá a repetirse jamás, jamás, volveré a ser tan idiota — Yo simplemente bajé mi mirada al suelo sin saber qué hacer, estaba lastimada y mi orgullo me decía que no lo perdonara pero por otra parte sabía que Mark estaba realmente arrepentido y confiaba plenamente en que eso no volvería a ocurrir — Hailee, sé que tal vez no merezca tu perdón, pero te prometo con mi corazón que esto no volverá a ocurrir.

— Yo... — Mark dio un suspiró de decepción

— Bien, entiendo

Mark se volteó para marcharse de mi habitación pero antes de que lo hiciera Coloqué a la perrita en el suelo y lo abrace por detrás

— Te perdono — Dije por fin

— ¿En serio? — dijo mientras se volteaba para verme de frente

— Si, te perdono — Le dedique una sonrisa a lo que él me abrazó con fuerza.

— Gracias y te juro que esto no volverá a pasar — me aseguró.

— Eso espero — Musite

— Pero para estar seguros deberíamos que hacer un trato

— ¿Qué clase de trató? — me separe un poco de el sin cortar el abrazo para verlo a la cara

— Evitar las muestras de cariño mientras estemos en la clase, quiero que estés concentrada al 100% — Dijo — Pero cuándo esta terminé te recompensaré —Sonrió — ¿Qué te parece?

— Es lo justo —Realmente era así, además no queríamos ser atrapados por mi papa ¿No?— Está bien, eso haremos — Le devolví la sonrisa para luego volverlo a abrazar.

El sonido de mi despertador anunciando que eran las seis de la mañana logró despertarme. Con un poco de dificultad abrí mis ojos para luego sentarme en mi cama.

— Buenos Días Gucci — Musite mientras tomaba a la pequeña perrita Chihuahueño que se encontraba a mi lado a la cuál decidí llamar Gucci, si, amaba la marca GUCCI.

Era el día en que debía ir al hotel a representar a mi padre en su obra de caridad y debía estar allá a las 7:30 de la mañana o antes ya que los niños llegarían de las 8 de la mañana en adelante y pues tenía que recibirlos.
Me levanté de la cama y me dirigí a darme una ducha un tanto rápida para luego ponerme la ropa que tenía preparada desde la noche anterior. Llevaba una camisa GUCCI abotonada de Crepé de China de seda blanca, mangas recortadas con adorno de fruncidos en los puños, botones de GG en perla y un lazo incorporado en la parte del cuello pero siendo tapado por un broche de lazo igualmente GUCCI, cinta de otomán con la tribanda verde y roja de la firma se termina con detalles de bordes con flecos y cuentas en el centro de vidrio en negro, gris y cristal transparente con perlas de resina crema y un broche de metal en el centro. Pantalones VERSACE de algodón con mezcla de lana de talle cintura ultra alta y piernas ajustadas color negro, sujeto con un cinturón de cuero con hebilla grande dorada también VERSACE, un par de mocasines de tacón Dior de piel de becerro glacé negra, accesorio CD con acabado "Antique Gold" en la parte de enfrente y para terminar el conjunto un bolso Tote Runaway FENDI de piel de becerro blanco y cuenta con un asa redonda desmontable y una correa para el hombro desmontable, ambas decoradas con el nuevo logotipo de FENDI. Luego me maquille lo más natural posible y arreglé un poco mi cabello. Y así en cuestión de una hora ya estaba lista.

— Buenos días — Saludé entrando al comedor en donde se encontraba mi padre, Nany y Mark quién lucía tan condenadamente guapo con su camisa blanca formal, una corbata simple color gris, pantalones formales ajustados color negro y unos mocasines color negros.

— Buenos días — Me saludaron todos.

— Ahorita traigo su desayuno señorita Hailee — Dicho esto Nany se marcho

— ¡Te ves hermosa! — Exclamó mi padre
— Gracias — Agradecí mientras me sentaba en la silla frente a donde se encontraba Mark.

— ¿Estás preparada para hoy? — Preguntó mi padre a lo cual asentí — Quisiera poder escuchar tu discurso en persona pero me tendré que conformar con verlo en las noticias

— ¿Eh? — Mi cara empalideció, había olvidado completamente el discurso. Mire a Mark y este estaba igual.

— Si, algunos medios de comunicación llegarán a presenciar el evento y sobre todo el discurso que darás para que así de una vez por todas desaparezca tu fama de niña mala — Confesó. — Genial ¿No?

— Claro — Mentí.

— Bien, es hora de irme — Mi padre se levantó de la mesa — Espero que todo salga bien, bueno estoy seguro que así será — Se acercó a mí y beso mi frente — Gracias por lo que estás haciendo, me siento orgulloso de ti, Te amo Hailee
— Yo también Te amo papá — Mi padre sonrió se despidió de Mark y luego se fue. — Estoy pérdida

— Estamos — corrigió

Llegamos al hotel justamente 5 minutos antes de que llegara el primer niño, nos tardamos un poco más porque empezamos a buscar el papel donde estaba la parte del discurso que Mark escribió y desgraciadamente no la encontramos por ningún lado y aunque quisimos hacer uno nuevo, las ideas simplemente no fluían.

— ¿Mark que voy a decir? — Pregunté nerviosa al ver que el salón ya estaba completamente lleno, no solo estaban los niños y sus padres, si no como mi padre ya había dicho los medios de comunicación estaban ahí junto con unos empleados y funcionarios importantes del hotel.

— Lo que tienes que decir es...

— Buenos días a todos — habló la maestra de ceremonias llamando nuestra atención y la de los presentes — Este día tenemos un día lleno de actividades divertidas para todos ustedes — Los niños gritaron emocionados — pero antes escucharemos las palabras de la heredera del hotel, la señorita Hailee Preminger — Todos aplaudieron

— Mark — Chille de desesperación.

— Sólo di lo que te diga tu corazón, sé que lo harás bien — Me ánimo sonriéndome.

Subí al escenario más que nerviosa.

— Estoy pérdida — Dije entre dientes