— ¿Que vestido compraste? — Preguntó Mark curioso por mi compra luego de salir de la tienda.
— Es una sorpresa — Le respondí sonriendo victoriosa. ¿Qué dirá cuando vea que compre el vestido que el eligió para mí? Bueno... ni que me importara lo que el piense o... ¿Sí? — ¿Y tú? ¿Cómo es tu traje?
— Lo veras mañana viernes por la noche — Respondió devolviéndome la sonrisa
— ¿Te estas vengando? — Pregunté divertida.
— Podría ser — Río y se adelantó un poco.
— ¡Oye! Espérame — Exclame para luego correr y alcanzarlo.
Ya con nuestro vestuario decidido, proseguimos y compramos los zapatos que fueran de acuerdo a lo que llevábamos en una zapatería cercana y luego entramos a mi joyería favorita Tiffany & co que estaba a unas cuadras para comprar los accesorios que yo llevaría para finalizar mi conjunto. Nos atendieron amable y rápidamente desde que llegamos.
Me probé algunos brazaletes, collares y anillos, antes de elegir un brazalete de Diamantes que hacia juego con ya un conjunto de joyas que tenía en casa.
— Gracias por su compra — Dijo la cajera dándome la bolsa donde se encontraba el brazalete.
— Gracias a usted — Respondí para luego voltearme y darme cuenta que Mark no estaba a mi lado. Lo busque con mi mirada alrededor — ¿Mark? — Musite al encontrarlo viendo fijamente algo en una vitrina mientras yo me acercaba a él.
— ¡Ah! ¿Sí? — Exclamó volteando a verme — ¿Terminaste? — Yo asentí mientras veía el reloj que estaba en la vitrina que Mark veía hace unos instantes.
— ¿Te gusta? — Pregunté refiriéndome al reloj
— Si, pero que importa, vámonos — Me respondió tomándome del brazo para jalarme hasta la salida.
— Espera — Dije soltándome — Disculpe ¿me podría mostrar el reloj de la vitrina de allá? — Me dirigí hacia la cajera, esta asintió y fue por el reloj.
— ¿Qué haces? — Preguntó Mark acercándose a mí.
— Aquí tiene — La cajera me dio el reloj el cual era de plata y sin lugar a dudas era muy hermoso.
— Hailee no
— ¿El precio? — Pregunté ignorando completamente a Mark
— 3,000 dólares — Respondió la cajera — ¿Lo llevan?
— Si
— No — Respondimos los dos al Unísono pero con respuestas diferentes.
— ¿Sí o no? — Preguntó la cajera.
— Si
— No — Volvimos a responder y la cajera nos miró confundida.
— Hailee, No, es demasiado costoso, no puedo llevarlo, no tengo dinero suficiente para eso, y usar el dinero tuyo y de tu padre sería abusar de él y su amabilidad — Me dijo Mark con cara de preocupado.
— Claro que no, escuchaste a mi padre, dijo que gastáramos lo que fuera necesario para vernos bien — Le respondí
— Si pero esto ya es mucho
— No lo es, considéralo como tu bono — Sonreí
— Si lo es
— No
— Si
— No
— Si
La risa de la cajera hizo que paráramos nuestra pequeña pelea de "si, no"
— Disculpen pero me pareció tierna su pelea de novios — Comentó la cajera haciendo que yo volviera a sonrojarme y al mirar a Mark este estaba igual o más rojo que yo, incluso sus orejas, lo que me pareció muy tierno. Mark aclaró su garganta y miro hacia otro lado al darse cuenta que yo lo miraba. — ¿Entonces llevaran el reloj? — volvió a preguntar y yo aproveché que Mark estaba aún apenado.
— Por supuesto — Dije dándole la tarjeta de crédito
— Eres imposible — bufo Mark volviendo a mirarme
— Siempre consigo lo que quiero — Sonreí victoriosa, el soltó una risita mientras negaba con la cabeza.
— Aquí tienen — Sonrió la cajera mientras me daba la bolsa von el reloj en ella
— Gracias — Le respondí.
Luego de salir de la tienda por fin nos fuimos a casa para poder descansar un poco para el siguiente día.
— ¿Qué tal las compras? — Pregunto mi padre viéndonos entrar.
— Fantásticas — Sonreí victoriosa.
— El mundo de mujeres ¿No Mark? — Bromeo mi padre causando que Mark riera un poco.
El sonido de mi despertador indicando que eran las 10 de la mañana hizo que me despertará. Luego de hacerlo completamente tomé mi celular y llame a Ralf, mi estilista personal, aunque solamente lo ocupaba poco ya que yo sola me maquillaba y peinaba usualmente, así que lo llamaba solo para ocasiones especiales y esta era una. Tal como lo cite, Ralf llegó a las tres de la tarde luego de haberme dado un largo y refrescante baño.
Sin esperar mucho tiempo comenzó a secar mi cabello para luego empezar a trabajar en mi peinado el cual constaba de mi cabello recogido en un moño bajo de lado con unos pocos mechones a los lados, al terminar con eso comenzó a maquillarme, primero poniéndome un humectante para que mi piel no se dañara con el maquillaje, luego la base que tuvo que mezclarla con una un poco más oscura para darle el tono de mi piel que no era ni oscuro ni blanco más bien era un intermedio combinado con rojo, si mi tono piel era raro, luego prosiguió con el contorno, mis ojos y al final con mis labios, y mi parte favorita, el iluminador. Era un maquillaje más o menos natural tal como se lo pedí.
Al terminar Ralf de arreglarme, él se retiró para así yo poder vestirme. Me puse el vestido que Mark había escogido, obviamente. Un hermoso vestido color oro rosa de hombros descubiertos, de tela de satín y por encima tela tul para darle volumen, y en el área de arriba llevaba apliques de encaje.
Y ya luego mis tacones y al final el brazalete que jugaba con el collar que era de mi madre y como toque final tome mi cartera de mano de Michael Kors color rosa pálido.
Mire la hora y ya eran las 6 de la tarde, hora en la que debíamos salir de casa rumbo a la fiesta, seguramente Mark ya debía estar esperando así que decidí salir de mi habitación para bajar.
Una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver a Mark en la planta de baja esperándome mientras arreglaba su corbatín negro que combinaba con su traje negro, se veía totalmente apuesto, el traje le quedaba de maravilla. Comencé a descender de las escaleras sin apartar la vista de él y al parecer la sintió ya que alzó la vista en dirección hacia mí.
— Whao — Musito Mark atónito al verme bajando las escaleras.
ESTÁS LEYENDO
EDUCATING A BAD GIRL | M.T [EN EDICIÓN]
FanfictionHailee Preminger es una chica de 18 años de edad, con un grave problema de comportamiento. Siendo hija del multimillonario Harrison Preminger, Se acostumbro a tener una vida llena de lujos obteniendo todo lo que quisiera y a no oír un no por respue...