Capítulo 3

7.2K 555 119
                                    

Entramos a la biblioteca. Había pasado tanto tiempo desde que no entraba ahí y sentí algo de nostalgia al recordar los hermosos momentos de mi niñez que viví ahí.

— Puede sentarse — Me indicó Mark a lo que yo obedecí — Comenzaremos con lo básico, Aprenderá a sentarse adecuadamente y a caminar como una dama de alta sociedad.

— ¿Eso? Pensé que sería algo más complicado — Pensé en voz alta. Si, ese filtro que tenemos en la mente donde se escogen las palabras que saldrán por nuestros labios, no estaba funcionando muy bien.

— Si, tal vez no sea algo complicado pero al parecer usted necesita unas clases de como sentarse bien casi urgentemente — Dijo señalando mi manera de sentarme, ¿Acababa de insultarme formalmente?, pero que hijo de.... su mama. — y para aprender cómo es debidamente — Dijo buscando algo en una bolsa que estaba al lado de su ahora escritorio — Traje esto — Era una falda, de esas faldas horrendas antiguas que llegaban hasta abajo, muy abajo de las rodillas. 

— Estas bromeando ¿No? — Dije mientras reía sarcásticamente a lo que Mark negó con la cabeza — Ni sueñes que me pondré esa cosa

— Pero debe hacerlo señorita Preminger, porque... — No pudo terminar de hablar ya que yo lo interrumpí.

— Primero, Deja de tratarme de usted y tan formalmente, odio que alguien que al menos ronde los 20, que supongo que estas en el rango de esa edad, me trate de esa manera, me hace sentir vieja — Algo que verdaderamente odiaba era eso y Mark ya había sobrepasado mi limite — Y segundo, bien aprenderé a sentarme como una dama pero sin la carpa de circo ¿Okey?

— Está bien Hailee — ¿Tan rápido accedió? Podía oír un coro de ángeles de fondo mientras Mark pronunciaba mi nombre — Pero debes hacer lo que te digo, mi clase, mis reglas. Si yo te digo que te tires de un precipicio, tú te tienes que tirar de un precipicio ¿Entendiste? — Por un momento sentí que esa aura de ángel que tenia se convertía en un aura de maldad pura — Así que ponte la carpa de circo — Dijo tirándome la falda y yo la atrape mientras lo

miraba desafiadoramente al igual que él me miraba a mí con esos ojos que se habían convertido en un holló negro, un hermoso holló negro en donde me perdía completamente.

— Bien — Acepté rindiéndome mientras me ponía la horrenda falda encima del short que llevaba. Me veía completamente ridícula — ¿Feliz? — Mark solo sonrio, Creo que este chico aparte de empezar a gustarme, empezaba a detestarlo.

— Comencemos — Indicó — Primero antes de sentarte, arréglate la falda de la parte de atrás, y no te sientes con las piernas separadas. Recuerda que estás con una falda y no con jeans — Tal como me lo indicó lo hice — Bien, junta tus piernas, desplaza tus talones ligeramente hacia atrás y mueve tus piernas ligeramente hacia tu izquierda — Yo hacía lo que me indicaba y cada vez detestaba más lo que hacía — Siéntate derecha, mantén tu espalda erguida — Mark se colocó en la parte de atrás y puso sus manos en mis hombros para ponerme derecha, lo que me tomó por sorpresa logrando que el nerviosismo que había desaparecido, volviera nuevamente — trata de no recostarte en el respaldar de la silla y si tienes ganas de recostarte, no te desparrames en la silla, siéntate siempre derecha — Yo asentí nerviosa sin dejar de pensar en sus manos que no se alejaban de mis hombros. — Pon tu mano izquierda sobre tu rodilla; tu mano derecha, sobre tu mano izquierda. — Coloqué mis sudorosas manos de la forma en la que me decía — Mantén tus hombros hacia abajo y hacia atrás — Dijo mientras nuevamente arreglaba los hombros — la quijada arriba — Se colocó delante de mí y tomo mi mentón haciéndolo ligeramente hacia arriba provocando que mirará su perfecto rostro. — Tu pecho hacia afuera y mete los codos — Dijo sin soltar mi mentón obligándome a mirarlo — Exacto — Volvió su rostro hacía mí, mirándome fijamente a los ojos y nos quedamos así un par de segundos — Ehm... y eso es lo que tienes que hacer — Dijo separándose — Ahora hazlo unas 20 veces mas

— ¿Qué? ¡Pero si lo hice bien! — Protesté frunciendo el ceño.

— Si, lo hiciste bien pero debes perfeccionarlo, así que hazlo — Las ganas de besarlo de pronto se convirtieron en ganas de golpearlo.

Tal como me lo dijo comencé a sentarme como me había enseñado una y otra vez.

No

Empieza de nuevo

Así no es

Otra vez

Hazlo mejor

¡Dios! Ese chico era desesperante y fastidioso. Las 20 veces se convirtieron en unas 100 veces.

— Perfecto, al fin lo lograste

— ¡AL FIN!

— Ahora sigamos con como caminar como una dama — La puerta sonó y Mark fue a abrir — Gracias — Dijo y cerró la puerta tras el — Justo a tiempo —Al voltearse pude ver que en sus manos traía unos zapatos de tacón que eran... ¿míos?

— Esos tacones ¿No son míos? — le pregunté confundida

— Si, son tuyos, les dije a las mucamas que trajeran los zapatos de tacón más altos que tuvieras, Así que quítate la falda y ponte los tacones — Sonreí de felicidad mientras me quitaba la horrorosa falda y me ponía mis tacones

— Listo — Dije poniéndome en pie. Las alturas se sentían muy bien. Verán yo era prácticamente un hobbit, mi estatura era de 1.51 por lo que con los tacones media unos centímetros más, aún seguía siendo pequeña pero para mí aquello era un logro.

— Comencemos, Primero muéstrame tu forma de caminar con tacones — ¡Bien! Por fin algo que manejaba completamente bien. Ya que como mi estatura era corta debía por ley usar tacones casi todo el tiempo y era una experta caminando con ellos. — Camina de acá a allá — Dijo mientras me indicaba el trayecto que debía caminar que era un poco largo.

Camine el trayecto que me marco como si fuera una modelo, sin exagerar.

— Bien, lo haces muy bien

— Ves, este es mi fuerte — Dije sonriendo victoriosa

— Ahora veamos que tal lo haces con esto — Dijo colocándome un libro en la cabeza. Debía suponerlo. — Camina — Comencé a caminar un poco lento tratando de mantener mi equilibrio — Siempre Derecha — Corregía— Sigue así — Llegue al final con el libro aún en mi cabeza.

— Te lo dije, soy experta — Me jacte.

— Si, ahora con dos libros — Dijo colocando otro libro

— Demasiado fácil coloca 2 más — Si, era algo competitiva

— No creo que...

— Hazlo

— ¿Segura? Cuatro es mucho — Dijo un poco inseguro

— Para nada, ponlos

— Bien, pero ve con cuidado

— si

Mark colocó los cuatros libros en mi cabeza y al instante sentí el peso. Pero no me importo y comencé a caminar.

— ¿Estas bien? — Pregunto mientras me miraba con preocupación

— Estoy bien, deja de...

Me desconcentre perdiendo mi equilibrio causando que cayera y como si fueran reflejos de gatos Mark trato de parar mi caída. Pero fue inútil ya que caímos los dos al suelo al igual cuando nos conocimos pero esta vez...

Nuestros labios se rozaron a causa de la caída. Los dos abrimos nuestros ojos como platos por el... beso sorpresivo para ambos.

¿¡QUE MAS ME TENIA QUE PASAR CON ESTE CHICO!?




EDUCATING A BAD GIRL | M.T [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora