Capitulo 1.

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Al sonar la alarma del móvil, me doy la vuelta de la cama y lo apago. Me levanto y voy directa a la ducha. Cojo mi ropa y me visto con unos pantalones negros pegados, mis converse moradas y una camiseta de tirantes morada. Me miro en el espejo, los pantalones me hacen un cuerpo esbelto y con curvas, mis ojos verdes resaltan con el rubio de mi pelo y el morado de la camiseta, el pelo y los ojos son herencia de mi madre. Recojo mi pelo que me llega hasta la cintura en una coleta alta y un poco despeinada. Añado un poco de maquillaje y me dirijo a la cocina, a preparar el desayuno para mi hermano, mi padre y yo. Cuando está todo listo son las 7 de la mañana, me dirijo a la habitación de mi hermano y toco la puerta.

Lorea- Christopher ya está el desayuno.

Christopher- vete ya.

Me dirijo al cuarto de mi padre toco suavemente y entro.

Lorea- padre ya está el desayuno.

Alan- bien, vete.

Me dirijo a la cocina a comerme mi desayuno mientras mi padre y mi hermano se alistan y bajan a desayunar. Normalmente desayuno y antes de que bajen estoy fuera andando hacia el colegio, pero me he quedado en mis pensamientos y sin darme cuenta bajan y sigo desayunando. Mi padre va vestido con su traje, le queda bien pero no disimula su barriga cervecera, es alto con canas en su pelo rubio, supongo que se está haciendo viejo. Mi hermano por lo que dicen es apuesto, es alto tiene los ojos marrones como mi padre, es musculoso ya que juega al futbol en el instituto, su pelo es rubio y se lo ha dejado tipo surfero, hoy va con vaqueros, las converse azules, camiseta azul clara con pico. Yo no lo veo guapo pero será porque es mi hermano y porque me hace la vida imposible. Siempre intento evitarlos, ya que ellos me odian por hacer que mi madre nos dejara y se suicidara poco después, todo paso cuando tenía 7 años, desde entonces no me tratan bien.

Christopher- vaya la zorrita sigue aquí, ¿qué haces que no estas yendo al colegio ya?

Lorea- yo... yo... ya me iba.

Alan- además de tonta y asesina ahora es tartamuda.

Cojo mis cosas y voy a la puerta sintiendo como se ríen de mí, pero antes de que pueda salir oigo que mi padre me llama por mi nombre, lo hace porque fue el que me puso mi madre, aunque mi hermano me llama siempre por apodos.

Alan- Lorea, esta tarde os quiero pronto en casa. Tengo algo que deciros.

Lorea- vale.

Christopher- ok.

Salgo corriendo para pillar el bus, no tengo ganas de caminar. Me pongo mis cascos y pienso en que es lo que pasara hoy. Casi siempre paso todo el día fuera para evitarlos, pero hoy parece que no podré hacerlo.



Hermanastros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora