Hermanastros.

Capitulo 21

Me aleje un poco de ellos y de los gritos de los niños que estaban jugando, cogí mi teléfono y llame a Valen. Como ayer estaba incomunicada, no me voy a rendir y volví a intentarlo parece que esta vez sí me contesto.

Valen- ¿sí?

Lorea- hombre, pero si contestas ya iba a llamar a la policía.

Valen- ¿Lorea?

Lorea- no tu madre

Valen- tía siento no haber cogido tu teléfono estos dos días, sé que lo hablamos y... oh dios... yo me iba a quedar con uno de tus bebes... joder... lo siento.

Lorea- tranquila te llamaba para contarte las novedades y para regañarte, si de verdad querías quedarte con el niño tenías que estar disponible.

Valen- lo sé, lo siento es que me he distraído.

Lorea- ¿con que?

Valen- no te enfades, estoy saliendo con Ricky.

Lorea- nunca me enfadaría por eso, forma parte de mi vida, de mi pasado y eso no lo puedo cambiar.me alegro por vosotros, pero sabes que si estoy enfadada porque me parece bien, pero no poner la vida de mi hijo en peligro.

Valen- lo sé, perdóname.

Lorea- te quiero, pero estoy no es una pequeña bronca. Era de vida o muerte, tendrás que currarte tu perdón.

Empecé a contarle todo lo que había de nuevo en mi vida y ella hizo lo mismo, estaría enfadada con ella. Pero era mi mejor amiga, me entere que Darnel, Todd y Saphire crearon un grupo y estan de gira, me alegro por ellos.

Cuando acabe de hablar con ella quedaron en venir a cenar a casa mañana por la noche, así hablaríamos mejor y podríamos solucionar las cosas. También recuperar la confianza y esa buena amistad, además quiero que me cuente cosas sexuales igual que tuve que hacer yo.

Ella me puso en evidencia dándome consejos, asique ahora me toca a mí, además quiero ver a Ricky que hace mucho que no lo veo. Pasaron muchas cosas con él, pero luego se portó bien. Hay que ver a quienes necesitas en tu vida, puede que se vayan y luego vuelvan.

1 semana después.

Mis hijos estaban muy grandes, hoy los llevábamos a vacunar, pobres iban a sufrir un poquito. Las cosas fueron bien esta semana, hemos estado más juntos que nunca. Le hicimos el funeral a mi padre y lo enterramos al lado de mi madre, su amor.

A mi hermano no dejan ir a visitarlo en la cárcel, estamos a la espera del juicio. Necesitan encontrar a la novia de mi hermano para ello, quieren atar cabos, para encerrar a todos los que sean necesarios.

Iván está un poco estresado y triste porque no quiere que le hagan daño a sus bebes, pero con las vacunas es necesario. Aunque es cierto que él está cansado de estar siempre en casa, estudiando y cuidando a los bebes, luego trabaja.

No hemos tenido ninguna bronca, ni riña pero pasara, cuando estemos lo suficientemente cansados la habrá. Quizá deba trabajar yo también, el dinero que entre nos vendrá bien.

Nos preparamos para ir al hospital, estaríamos Mer y yo solas, Iván tenia cosas que hacer, asique no nos acompañaría. Mejor porque estaba nervioso y capaz que se desmaya, cuando estamos listas os montamos en el coche y nos fuimos al hospital.

2 horas después.

Ya estábamos en casa, pobres bebes estaban un poco sensibles, cuando le pusieron las inyecciones lloraron. Según la pediatra estarían más irascibles un par de días, pero se les pasaría. Si tenían fiebre tendría que llevarlos de nuevo al hospital.

Mer- Lorea, los baño y los meto en la cama.

Lorea- voy a dejar listos los biberones para echarles los polvos y calentarlos, sabes que son puntuales.

Mer- si son unos glotones, igual que su madre.

Lorea- oye yo no soy una glotona.

Mer- claaaro, por eso no hay bollería, chocolate o ciertas cosas se acaban cada dos días.

Lorea- es que hago mucho ejercicio necesito comer.

Mer- si si, ejercicio. Oye tengo que decirte algo, quiero comprarme otra casa, bueno alquilarla. Dejaros un poco de espacio, me tendréis siempre que queráis. Pero...

Lorea- necesitas tu espacio, quizás encontrar al amor de tu vida.

Mer- si supongo que sí, aunque lo del amor lo veo fatal y muy lejos. Hay una casa que se alquila dos calles más abajo, no es muy lejos, por si hay una emergencia.

Lorea- Mer me parece estupendo, necesitas tu vida y ya nos has ayudado bastante.

Mer- ahora solo hay que contárselo a Iván.

Lorea- así es, en la cena cuéntaselo.

Mer- eres muy comprensiva, demasiado.

Lorea- lo sé pero eso es lo que espera la gente, comprensión luego puedes darle una negativa. Pero se sentirán mejor si hay alguien que les comprenda, me suelo poner en la situación de los demás y tratarlos como me gustaría, que me trataran mí.

Mer- sigue así, no cambies.

Lorea- gracia Mer.

Por la tarde estuvimos viendo películas y paseando un rato con los bebes, Iván no había llamado y eso era raro, no sabíamos nada de él. Cuando terminamos el paseo y estábamos llegando a casa vimos a alguien en la puerta.

Abogado- hola, ¿eres Lorea?

Lorea- sí señor, ¿Quiénes usted? ¿Qué desea?

Abogado- perdóneme, soy el abogado de tu padre, traigo su testamento. Si gusta podemos verlo ahora.

Lorea- claro, por favor pase. ¿Mer te encargas de los niños?

Mer- claro, ahora bajo. Los dejare en sus cunas.

Lorea-bien, estaremos en el salón.

Mer- perfecto ahora vuelvo.

Lorea- pase y siéntese por aquí.

Abogado- bien, como usted es menor de edad todavía. Debemos esperar a su tutora legal.

Lorea- estoy emancipada, pero Mer bajara enseguida.

Mer- ya estoy aquí.

Abogado- perfecto podemos comenzar, según el testamento de su padre, no le dejo nada a nadie. Todos sus bienes se separaran en partes iguales entre tu hermano y tú, pero el al ir a la cárcel no puede obtener estos bienes, asique todos pasan a ti.

Lorea- ¿todos? ¿Y qué hago con ellos?

Abogado- puedes venderlos, quedártelos. Solo tienes que firmar aquí y sus bienes inmuebles y cuentas bancarias pasaran a tu nombre. En unos días recibirás todo por correo, cualquier cosa aquí tiene mi número.

Lorea- bien mucha gracias.

Mer- gracias.

Abogado- a ustedes, adiós.

Acompañamos al abogado a la puerta y volvimos a la sala, nos sentamos y quedamos en silencio unos 5 minutos. Nos miramos, sonreímos y nos levantamos gritando, era una noticia buenísima, una gran noticia.

Cuando se nos pasó el momento de euforia, les dimos de comer a los bebes y los volvimos a acostar. Era casi la hora de la cena, pero Iván no llegaba, lo volví a llamar por vigésima vez, esta vez alguien lo cogió.