NOTA:"Disculpen, se que el capitulo no es del todo largo, pero estoy en mis últimos exámenes, ya casi salgo y cuando así sea me dedicare, en verdad a terminar la novelas"
Micaela se despertó de un solo golpe, el aroma a panqueques la tenía rugiendo. Sin hacer mucho escandalo se levantó del sofá y fue directo a la cocina.
La madre de Emily tenia la mayor parte de su cuerpo cubierta en harina, luego el fregadero en su máxima capacidad y el calor que radiaba el horno se sentía al dar un paso al interior de la cocina.
-Buenos días cariño, ya casi esta esto listo-Karla se limpió la frente con una servilleta.
A Micaela se le comprimía el corazón, era por lastima, muchísima lastima. Karla intentaba con todo para volver a tener a su hija a su lado y por supuesto, Micaela también se sentía mal por su mejor amiga. Tristemente era una situación que tarde o temprano saldría a la luz y no por el hecho de que Emily no viera, significaba que estaba ciega ante la realidad.
También Karla, por su parte, todavía no alcanzaba a carburar todavía, porque podía ser, que en algún remoto lugar de sus pensamientos, donde la posibilidad era más positiva que negativa, existía la esperanza de que su marido (porque todavía no se divorciaban) volviera a formar parte de esa diminuta familia.
-No me ladres así Toby-la gran mascota y fiel compañero de Emily se coló entre las piernas de Karla.
-Hola grandulón-Micaela se dejó caer al suelo para juguetear con Toby.
-Cada vez este perro me sorprende más-Micaela volteo hacia arriba para ver a la dueña del comentario-.Desde-Karla callo-lo que paso la otra noche, cuando Emily se enteró de aquello, Toby no ha querido comer, y siempre me gruñe-la voz de Karla se debilitaba-pareciera que conoce los pensamientos de Emily.
Micaela agacho la cabeza y asintió.
Toby se corrió del agarre de Micaela y fue en busca de su dueña.
El desayuno fue tranquilo, Karla hacia unas preguntas y la única respuesta que residía de Emily eran movimiento de cabeza, y Micaela se encargó de que la plática transcurriera en la mesa.
Karla se había esmerado en la preparación. La fruta que les fue primero servida lucía muy bien, incluso apetitosas para Micaela, quien sentía cierta repugnancia hacia todo lo nutritivo. Las chilaquiles rojas bañadas de queso y media crema fueron un majar, y nada puso más contenta a Karla, que el comentario que recibió por parte de su hija al terminar su ración, cuando le confeso que le había gustado mucho su desayuno.
Algo era algo.-Voy a rejuntar los tendidos y luego me iré. Tengo cosas en que ayudar a mi madre.
Tras la ida de Micaela, Emily invirtió la mayoría de la mañana en la parte trasera del patio jugando con Toby, y no solo eso, sino que también aprovecho el momento para darle un buen baño al cachorro grandulón.
-Déjame te ayudo-la morena solo asintió con la cabeza y su madre comenzó esparcir el shampoo para perro por todo el gran pelaje de Toby-. ¿Cómo va todo con Blake?
-Bien supongo.
-Ya extrañaba tenerlo a tu alrededor.
-Sí, yo también.
-¿Vas bien en la escuela? ¿No te has atrasado?
-Voy bien, bastante bien y no, tengo personas que me están apoyando.
-Me alegro, estoy muy orgullosa de ti.
-Gracias.
Karla sonrió para sí misma, extrañaba escuchar la cálida y serena voz de su hija, y aunque Emily estuviese utilizando respuestas cortas para su madre, con solo el fin de saber que sucedía en su vida, podía a Karla feliz.
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Mirada Perdida
Roman pour AdolescentsElla le enseñara a amar con los ojos cerrado y él a disfrutar cada segundo de la vida.