Colton estaba ahogándose por la ansiedad, la última clase era aburrida, tanto que la mayoría de sus compañeros ya estaban cabeceando con solo ver llegar al profesor de historia universal. Era tan jodida aburrida, el castaño podía decir que solo dos de sus compañeras ponían atención porque las otras ya tenían sus móviles en las manos, otras se daban retoques de maquillajes, mientras los hombres en su mayoría ya iban en el tercer sueño.
Para el colmo de todo, a su lado estaba Daniel tecleando su móvil con una desesperación y con sus orejas coloradas del esfuerzo, los dedos del rizado se movían con agilidad por toda la pantalla.
¿Con quién estaba hablando? Con quien más, con esa rubita de pocas libras que lograba sacar a su amigo de sus casillas y no solo a Daniel si no a él también, aunque los demás decía que Micaela molaba.
Eso no era lo que lo molestaba, porque le daba igual que su amigo estuviese peleando con Micaela por mensaje, mientras la rubia no estuviese ahí gritando y golpeando a Daniel con todo objeto que se le cruzaba por el camino, la parte que lo tenía desesperado era tener que hacer su tarea con Micaela al lado de Emily.
Colton ya se decía a si mismo que sería imposible habar con Emily de otra cosa que no fuera la tarea porque ya tenía la imagen de la rubia esquelética pegada a Emily como si su vida dependiera de ello.
Ahogándose en sus pensamientos no percato que todos ya tomaban sus cosas con desesperación para salir disparados del aula, el castaño imito la acción de todos, abrió su maleta, pasó el brazo por sus cosas y las dejo caer en ella, para cerrar y salir. Antes de salir por completo volteo al banco de Daniel. El rizado no estaba. “¿Dónde se ha metido?”, se preguntó pero luego negó con la cabeza sabiendo la posible respuesta.
A paso rápido, moviéndose entre la intensidad de estudiantes por los pasillo llego a su destino. Sonrió para sí mismo.
La morena estaba parada al costado de la puerta de la biblioteca con la ratoncito a su lado hundida en su libro. Giro su cabeza con cautela verificando que la rubia no estuviera cerca y por un momento le dio gracias al cielo esa extraña enemistad de su mejor amigo y Micaela.
-Micaela tiene unos asuntos que atender con su madre, así que estaremos tú y yo- Emily no lo había dejado hablar, en cuento la morena sintió la presencia del castaño se dispuso hablar para omitir saludo alguno.
Colton disimuladamente rasco su nuca y asintió. “Estúpido” se dijo a sí mismo.
-Está bien, ¿comenzamos?
La morena diminuta asintió en forma de despido y le dio un beso en la mejilla a Emily, comenzando a caminar entre las personas sin despegar sus ojos de las letras.
-Cuando terminemos, te llevare a comer-Emily no contesto y el castaño tomo eso como una aceptación.
Colton estiro su brazo para tomar la mano de Emily para adentrarse a la biblioteca. Suavemente toco los dedos de la morena, esperando la invitación para tomarle la mano pero esta cerro la suya con fuerza. Colton la miro directo con él ceño fruncido.
-Vamos a dentro-volvió con su intento de tomarle la mano y la morena se volvió a negar.
¡Tenía que tomarle la mano!, si no se estrellaría con cualquier cosa al entrar.
“La tercera es la vencida” se animó.
Acerco su mano con firmeza para tomarla de la mano, pero al parecer la morena sabía su movimiento y antes de que Colton pudiese acerca su mano por lo menos diez centímetros, Emily puso su mano en su espalda.
-Déjame tomarte la mano-demando en casi un gruñido. ¿Por qué ni siquiera tomarle la mano dejaba?.
-No quiero-respondió de vuelta la morena con los ojos en los suyos.
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Mirada Perdida
Genç KurguElla le enseñara a amar con los ojos cerrado y él a disfrutar cada segundo de la vida.