Mirada Perdida

Capitulo 7: "Maldita loca suicida"

La correa entre mis manos se resbalaba, estaba tan nerviosa, no sabía si era la poca presión que tenía sobre ella o los nervios que me dejaron sin fuerzas, seguí con mi mirada según yo sobre mi cachorro.

Mi fiel amigo no paraba de hacer un teatrito.

-Basta-se lo pedí y sentí como su peludo cuerpo se posesionaba sobre mis pies.

-Tu animal me odia-dijo con desprecio, no veía, más si notaba su vista sobre todo mi cuerpo completo.

-Se me es tarde-mi voz sonó como la de una niña temerosa, hice un movimiento con la correa indicándole Toby que era hora de regresar, este inmediatamente obedeció mi orden. Si mi pequeño era un gran chico.

Estaba segura que me llamaba, no por mi nombre si no que estuchaba su voz gritar: morena, haciendo zoom en mis oídos. Seguí con mi camino, sus bramidos fonoticos desaparecieron de mí alrededor.

El no era de las personas que le gustaba rogar, le gustaba que le rogaran.

En la suela de mis zapatos sentia el peso y la rapidez de los autos moviéndose de un lado al otro, tenía que cruzar la calle, pero su voz seguía en mis oídos que ni siquiera podía notar la desesperación de Toby, él no quería cruzar la calle, lo jalonee y no respondía, se había puesto mulo como un pequeño, pero no pararía por él.

Algo en mi decía que no todo estaba del todo bien, cerré los ojos y cuando los abrí volví a mi realidad, escuche el ladrar de mi pequeñín y como un auto pitaba desesperado, este se acercaba cada vez más y más a mí, mi alma corrió de mi cuerpo buscando refugio, cuando un brazo me sostuvo de la cintura y me empujo a su cuerpo, mi respiración estaba al mismo ritmo que la suya, era irregular, su pecho subía y baja chocando con mi espalda, mi estómago tenía un límite de respiración por culpa de su brazo que me tenía bien sujeta. La mía era más cortada.

-¿Eres pendeja o te crees?-me grito a la cara, me había volteado con un ágil movimiento de su brazo, no sé qué me pasaba, sus palabras, su temperamento, el completo me volvía una torpe.

-¿Vas a contestarme maldita loca suicida?.-no debía de dejar que un tipo que no conoce nada de mi me hable de esa manera tan maleducada, era un animal, sus palabras eran fuertes y firmes.

Mi garganta no pronunciaba algún sonido, no podía hablar, estaba tan atormentaba que las palabras no se me daban en ese momento, era incapaz de defenderme.

Como pude me moví a dirección contraria de él, mi pequeñín lloriqueaba, sus aullidos eran de dolor, le acaricie la cresta y seguí caminado ignorando a mi compañero de clases, no le hable más si me aleje. Aprendí a ignorar a la gente que no me conviene.

-¿Ni un gracias?-hablaba detrás mío.-¿A dónde vas loca?-no contestaría. Sus pasos ya no se escuchaban en mis espaldas-A la próxima vez que te quieras matar créeme que no me interpondré por grosera-Grito a todo pulmón, Toby paro su pasos y gruño enrabiado, le di un jalón a la cuerda deteniéndole, y seguí caminando hacia enfrente.

Subí las escaleras a toda rapidez, sin percatarme que podría caer al no ver donde pisaba, mi madre no llegaba así que si moría o me caía me tendría que quedar ahí hasta esperar que la ayuda llegara.

Abrí la puerta de mi recamara y me hundí en mi almohadón, me sentía mal, las lágrimas se escapaban de mis ojos y corrían en mis mejillas, empapando el cobertor de la almohada. No sabía cuál era la verdadera razón de mi llanto, si era porque casi muero por un descuido o por las duras e ofensivas palabras.
Mi corazón estaba raquítico, no sabía su porque, pero lo estaba.

En esta situación cada uno tenía su punto, el por su parte me había salvado de un accidente, me había sacado del peligro y había llegado en el segundo preciso a mi salvación y claro, era más que obvio que si yo hubiera estado en su lugar también me hubiera puesto como paranoica al ver que alguien casi muere ante mis ojos, y creo no poder volverlo a soportar, pero me crítico, me grito miles de cosas que me dañaron..., ahora estaba más que confundida, ¿Acaso me merecía esas palabras? si lo hacía o no, el llanto no pararía.