Emily
El temor era el mismo de todos los días. Su última conversación con Haynes había llegado a oídos de toda la universidad, sentía la típica mirada de “lastima” por parte de sus compañeros y estudiantes, para luego escuchar sus comentarios en susurros de: “Pobrecita es ciega” “Porque no va a una escuela especial para ciegos”, ese último comentario la mosqueaba como no tenian idea-mostrandoce a oidos sordos de los comentarios de esas personas que solo querian estar en el cotilleo-, que no pueda ver no significa que no pueda poseer las mismas habilidades de estudio que ellos; siempre ha aprendido por medio del aidio, era auditiva y kinestésica .
Cuando Emily podía ver, nunca ponía atención en las clases, solo con escucharlas le bastaban para entenderlas, en cambio Micaela se le secaban las pupilas por tener los ojos tan abiertos de poner atención y no captar nada, su voz chillona taladraba los oídos de todo ser viviente en el aula y fuera de ella y principalmente a la profesora de Química, siempre preguntando cosas sobre “Como hacer explotar algo” “Si podía combinar un ácido con un líquido” y “donde podría conseguir azufre”, sus preguntas sobre aquellos compuestos y elementos radiactivos eran cuando quería hacer algo realmente diabólico en las visitas al laboratorio o estaba planeando un atentado hacia aquellos que colmaban su paciencia.
A lo que más le temía era encontrarme con él, y gracias al cielo ya hacia una semana de sus gritos en el pasillo. Al parecer la noticia sobre la razón de su supuesto atentado suicida lo aturdió un tanto, ya que ni siquiera se lo topaba, no lo escuchaba hablar cerca y su loción no llegaba a sus fosas nasales. Era más que oficial que lo había espantado, pero eso no debería de importarle; desde el primer día ella debío de no haber tenido ningún contacto con Colton y sin querer los tenia, pero esto lo había alejado y eso estaba más que fantástico.
Sus dedos carnosos se enredaban en su holgada sudadera con el logo de la universidad, eran como tiras de carne que se congelaban rápidamente con las fuertes ráfagas de viento que golpeaban con intensidad sus cuerpos. Micaela se retorcía a su costado.
Este día no sería su dia, razones:
1.-La alarma de Micaela se le habia safado un tornillo-como a su due;a-.
2.-Llego treinta minutos tarde a su casa, para eso el cabello casta;o de la morena se esponjo. Dejando pocas diferencias entre su aspecto ma;anero y un trol.
Despeinado y mañanero trol.
3.-Para su vendita suerte, todos sus sacos fueron enviados a la tintorería por Karla.
4.-Al salir corriendo de su casa, el auto de Karla no prendió, y por más que le movió este no encendia.
5.-Fueron a la primera parada de autobus cercana y nada, el autobus escolar ya había partido hacia unos cinco minutos. No tenian otra cosa que hacer mas que irse caminando.
Ya llevaban siete minutos de retraso, y eso deducía que ellas no entraría a la primera hora. La puntualidad era algo de suma importancia en la universidad, porque cada minuto, cada segundo se aprendia algo nuevo, y todabia les faltaban por recorrer.
-Este viento es puritita mierda-bramo Micaela.-Juro que cuando lleguemos seduciré a un chico y le quitare su suéter o lo que traía puesto-tomo su mano y la subió hasta tocar su rostro-toca mi nariz morada, la podre está viviendo un frio tan fuerte que se congelo, de seguro ya no será productora de mocosa- un “giuuu” muy prolongado salió de entremedió sus mis labios, quito su mano de su nariz y seguí jugando con ella.
-¿Nos falta mucho?-las palabras le templaron, y se le fueron rebatadas por el viento.
-Yo, yo-tartamudeaba-creo que solo faltan unas dos cuadras-dijó lo más rápido posible.
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Mirada Perdida
Ficção AdolescenteElla le enseñara a amar con los ojos cerrado y él a disfrutar cada segundo de la vida.