Cap. 8: La Sampablera

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Revisando algunos vocablos netamente caraqueños, encontramos el término sampablera, sinónimo de trifulca, pelea o desorden público. Y decimos que es propio de Caracas porque es consecuencia de unos acontecimientos acaecidos en plena guerra federal. La guerra federal se puede considerar como el clímax de las tensiones sociales de la Venezuela post-independencia; entre los grupos godos dominantes, terratenientes y burgueses en ascenso, por una parte, y grandes masas de población, aglutinadas bajo la bandera de la federación: campesinos, ex soldados, peones ex esclavos y población urbana endeudada, sectores que no vieron resueltos sus necesidades con la independencia. El caso es que, estando el país en estado de efervescencia y agitación se produce el levantamiento de la población de Coro el 20 de febrero de 1859, proclamando la federación y la lucha contra la oligarquía. Partes del país se unen enseguida al movimiento, mientras que Caracas y otras ciudades del país se mantienen en control del gobierno. Por aquellos años el gobierno conservador estaba liderado por el general Julián Castro, que ante el avance de la insurrección da muestras de conciliación hacia ellos. Los sectores duros del gobierno conservador, estando atentos a la debilidad del presidente y queriendo mantener el control de la situación decidieron encarcelar por traición al presidente, ejecutándolo el 1 de agosto de 1859 el coronel Manuel Vicente de las Casas, Comandante de Armas de Caracas. Pero el mismo de las Casas, viendo el avance de las tropas de la federación por el centro del país, y haciendo gala de sus habilidades saltatalanterísticas, decide adversar al gobierno, concentrando sus tropas en la plaza Bolívar dando vivas a la federación. Pero al no encontrar el apoyo popular que esperaba, volvió a saltar la talanquera uniéndose a las fuerzas gubernamentales.

En aquellos días las noticias viajaban con lentitud, y para muestra los acontecimientos que siguieron. El mismo primero de agosto llegó a La Guayra la noticia de que el coronel de las Casas se había decantado por la federación, por lo que el mismo día el general Pedro Vicente Aguado se insurrecciona en Maiquetía y toma La Guayra al mando de unos 100 hombres. Al día siguiente - 2 de agosto - marcha hacia Caracas, esperando ser recibido con vítores por la población caraqueña. Por el camino Aguado ve aumentar sus fuerzas con soldados desempleados, campesinos y gente en contra del gobierno conservador hasta alcanzar unos 600 efectivos, entrando a la capital por el abra de Catia y avanza hacia la casa del gobierno, ubicada desde la época de los Monagas en una casona cerca de la plaza San Pablo. La plaza y la iglesia de San Pablo se encontraban al sur de la plaza mayor, a dos cuadras del edificio del Capitolio. La iglesia de San Pablo databa de principios del siglo XVI, y fue demolida en 1876 por órdenes de Guzmán Blanco para dar lugar a la construcción del teatro Guzmán Blanco, hoy teatro Municipal. En cambio la plaza fue tragada por el modernismo y en su espacio fue ocupado, junto con las manzanas vecinas, por la mole del Centro Simón Bolívar, el cual se comenzó a construir en 1949.

Al aproximarse las fuerzas de La Guaira hacia el centro de la ciudad, fueron recibidas no con vítores sino con descargas de fusilería de las fuerzas de la guarnición de la ciudad, entablándose un combate de varias horas en la plaza San Pablo, sucediéndose los asaltos a la casa de gobierno a punta de machete y fusil. Al caer la tarde, las fuerzas de Las Casas repelieron a los atacantes, persiguiéndolos por las laderas del cerro El Calvario y hasta las mismas inmediaciones de Maiquetia. El ataque a San Pablo dejó un saldo de varios muertos, heridos y detenidos. La gente de Caracas no recordaba escenas de violencia de tal magnitud desde los días de la independencia, donde también se combatió en varias ocasiones dentro del área de la ciudad, por lo que el término sampablera se convirtió en sinónimo de desorden con los años, no sólo en Caracas sino en el resto del país.







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