Capítulo 7: Nuestro secreto

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Recostada sobre mí pecho estaba Max, mirando a lo largo de su cuerpo mis manos que la acariciaban de forma suave y constante. Yo trataba de hacer cada caricia única y solo para ella.. Por que simplemente eso era lo que sentía al estar juntó a Max, una sensación única y quería que ella también lo sintiera a través del calor de mis manos sobre su cuerpo.

Pero a pesar de saber que ella estaba por su propia voluntad aquí junto a mi, podía sentir un fuerte remordimiento por haber sustituido su espíritu honesto por uno deshonesto que escondía la verdad y era cómplice de mis mentiras.

Fue entonces cuando necesite decirle lo que verdaderamente estaba pasando por mi cabeza.

- Lamentó haberte metido en esta mierda Max!.

Dije mirándola fijamente a sus ojos, buscando algún signo de arrepentimiento por lo que había hecho.

- No.. no necesitó que sientas que te tengo que perdonar, solo necesito que me prometas una cosa..

Dijo Max mientras tomaba una de mis manos y la acariciaba.

- Prométeme que jamás le harás daño a alguien de nuevo, me lo prometes?

Dijo finalmente mirándome con sus ojos grandes con la intención de que yo se lo prometiera. Pero era tan difícil para mi prometerle algo así, sabiendo en lo que estaba involucrado con Jefferson. Quien sabía manejarme a su antojó para conseguir todos sus oscuros propósitos.

Me sentía incapaz de mentirle de nuevo. Pero cómo se suponía que debía explicarle en lo que estaba involucrado sin que ella pensara que era un monstruo y se alejara de mi.

- Max yo..

Dije en un tono nervioso llamando su atención, pero ella no me dejo terminar y puso uno de sus dedos sobre mis labios obligándome a guardar silencio.

- No digas nada..

Dijo a continuación acercando su boca al comienzo de mi cuello.

Podía sentir su cálida respiración chocar con mi cuerpo provocando nuevas sensaciones que jamás había sentido dentro de mi. Me hacían sentir ganas de hacerla mía, de poseerla y besarla hasta que no hubiera un fin. Y de nada ayudó que ella comenzará a besar delicadamente mi cuello dejando rastros de su esencia repartidos desde mi oreja hasta el comienzo de mi pecho, sus labios eran suaves y naturales como si siempre hubiesen pertenecido a allí. Al igual que mis manos que ahora se deshacían de su ropa que estorbaba y ensuciaba su bella figura.

Con su cuerpo a mi disposición me acerque a sus pequeños pechos y puse de forma ansiosa mi boca sobre ellos tratando de absorber su sabor que tanto bien me hacia. hasta el punto de hacerme olvidar de todas las pesadillas que vivían en mi mente y solo pensar en ella una y otra vez.

Con sus suaves manos Max despejo parte de mi cabello que estorbaba la vista para así poder ver la forma desesperada como mi boca devoraba sus pechos, mientras que yo me deleitaba al ver a través de su ojos una mirada llena de placer que me hacia sentir poderoso sobre ella, por que sabia que yo era el que le estaba haciendo sentir ese placer. Así que para aumentarlo deslice una de mis manos hasta llegar a su punto mas intimo, que se encontraba justo entremedio de sus piernas. Comencé a acariciar suavemente su intimidad sintiendo como su cuerpo se contraía cada vez que pasaba mi mano sobre ella, su respiración también comenzó a hacer más cálida y podía sentir interrupciones en ella, como si no pudiera mantener una respiración normal.

Pero esto no era suficiente para mi, yo quería verla estremecerse de placer. Así que con la ayuda de mi mano aparte un poco su ropa interior e introduje uno de mis dedos fuertemente a su interior provocando un fuerte gemido que salio de su boca repentinamente, lo moví dentro de ella sintiendo como su calor interno se apoderaba de mi y me hacia sentir más ganas de estar dentro de ella. Con fuerza ingrese otro dedo a su interior sintiendo como su cuerpo temblaba mientras los gemidos que salían de su boca aumentaban en volumen y casi traspasaban las paredes de mi habitación. Max curvo un poco su espalda y con ayuda se su mano apoyada en mi hombro acerco su boca a mi oído.

- Por qué.. me haces esto?..

Dijo con su voz agitada y entrecortada mientras que aun parte de mi estaba dentro de ella. Yo solo levante levemente mis cejas como tratando de preguntarle por que me hacia esa pregunta.

- Por que juegas conmigo?! y no solo te metes de una maldita vez dentro de mi..

Dijo a continuación mirándome con sus ojos llenos de placer, obligándome a tomar una decisión, debía hacerla esperar o terminar con esto de una solo vez y llegar a mi placer propio conjunto al de ella.

- No hasta que me ruegues!.

Le respondí dejándola caer en la cama para luego caer yo encima de ella aun con mis dedos en su intimidad, para así obligarla a rogarme a que la hiciera mía.

- Por favor necesito sentirte dentro de mi!.

Dijo Max muy cerca de mi boca dejando rastros de su cálido aliento en mis labios que rozaban con cada movimiento que estaba comenzando a producirse en mi intimidad al sentir el roce de Max sobre mi. Me encantaba verla rogar, que su cuerpo se contrajera entero solo al sentir mi roce en su piel. Trababa de ocultar las ganas que tenia de penetrarla, las ganas que tenia de estar dentro de ella. Pero ya no podía más. Así que con fuerza saque su ropa interior y la penetre de una sola vez, sintiendo como eramos uno, como nuestros movimientos se sincronizaban con cada uno de los gemidos que salían de nuestras bocas generando un placer intenso que se evidenciaba en nuestras caras y nuestras miradas que se encontraban intensificando aun más este placer que estaba apunto de hacernos totalmente dependientes uno del otro.

Era algo que ni siquiera en mi mejor sueño me lo hubiera imaginado. Estaba cogiendo a Max Caulfield. Ella era simplemente única y me hacia sentir a mi también único al compartir su lado mas atrevido conmigo. Este era nuestro secreto y me encantaba compartirlo solo con ella.

De pronto pude sentir como su intimidad se contraía y sus gemidos eran cada vez mas fuertes y continuos. Ella estaba llegando al orgasmo y mi cuerpo lo podía sentir. Sin previo aviso Max se dio vuelta y se puso sobre mi moviendo frenéticamente sus caderas haciéndome sentir un placer indescriptible y único. Yo también estaba llegando al orgasmo y ahora era ella quien me miraba satisfecha mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa que lo confirmaba.

- Te parece si me llevas al cuarto oscuro?

Dijo Max mientras continuaba con esa sonrisa en su rostro.

Yo la mire con pánico, acaso ella sabia de la existencia de ese horrible lugar?

- Qué?!

Le respondí con mi voz agitada.

- Eso llévame al cuarto oscuro, estoy lista para ser tu musa..

Dijo suavemente en mi oído..




Eres Mi Obsesión (Caulscott Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora