Prólogo

49 5 0
                                    

Louis era libre. Si, un alma rebelde. Ahora su pelo volaba libre, al viento.
Su pelo castaño era acariciado por el aire que soplaba al ritmo que corría la motocicleta. Iba agarrado a la cintura de Zayn. Si, Zayn Malik, los rumores de la gente hablan por sí solos. Quizás él lo volvió rebelde. Quizás no. Quizás sólo fue el. La vida tiene diferentes etapas, nacemos,crecemos y morimos. Y en cada una de las etapas hay cambios. Y el lo ha hecho. De niño a hombre.

La moto gira, en un brusco movimiento. Y el pelo de Louis se alborota. El cierra esos grandes ojos azules y apoya una mejilla contra la espalda de su novio.

- No corras tanto...

- No te preocupes, la se manejar bien.

Louis aún no creía que hubiera aceptado subir a su moto con él. Y lo mejor, es que no traía ninguno de los dos cascos. Confió en él. Eso es lo que pensaba Louis. Y era normal, pues estaba completamente enamorado.

Las carreteras de Londres acostumbran a estar transitado. Y todo pasa en una milésima de segundo. Un tráiler. Enorme, intenta girar. No puede, es demasiado largo. Se desvía, se va a caer. Zayn se altera, se asusta. Y aún lo complica más. La Aprilia sr50 da la vuelta. Intenta desviarse en dirección contraria, pero lo único que consigue es chocar contra un coche. Y ¡Pum!


Tan solo un segundo. Un accidente. Un muerto. Nueve heridos leves. Uno grave.


*********


                 

Mark estaba sentado en una de las sillas de la habitación. A lado, Johanna. Los dos tristes, muy tristes. Mark puso su mano encima de la de su mujer. Esperaban algo, una señal, la llegada del doctor, la de una enfermera, su hijo, que despertara. Solo esperaban.

- Harry... - dijo Mark, abatido – Niall, Liam, Eleanor y Danielle gracias por acompañarnos... Es mucho ya lo que haces por nuestro hijo...

- No nos las de... - dijo Harry – Louis es nuestro amigo... y al oír alboroto, nos asustamos, como es normal. – Y dirigió una leve sonrisa al padre de Louis.

En este momento se abrió la puerta. Y todos apuntaron con la mirada, hacia ella. El doctor entró.

- Bueno... - dijo, en un suspiro - La situación es un poco... crítica... - dejó los papeles encima de la mesa, su padre estiró el cuello para averiguar de qué se trataba, pero no logró ver las letras. – Seré breve... - cogió una silla y se sentó delante de las siete personas. – Louis se dio un fuerte golpe en la cabeza. El tumor se extiende cada vez más y creemos... - hizo una pausa. Larga. Demasiado.

- ¡¿Qué creen doctor?! – Mark alzó la voz, pero Johanna lo agarró del brazo izquierdo.

- Cariño ... deja... que termine de hablar – dijo su esposa casi con un hilo de voz.

- A su hijo solo le quedan dieciséis días de vida. – dijo finalmente. Y Mark deseó no haber insistido para oír aquellas horribles palabras.

Día a día {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora