Día 12

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La una de la madrugada. Louis estaba mareado. Si, joder, pero sabía lo que hacía, donde iba, y lo que decía.

- ¡Louis! – una voz conocida la distrajo. Se giró para intentar descubrir quien la había llamado. Soltó un bufido.

- ¿Qué quieres? – masculló tras ver a Jeydon que se acercaba. - ¿No es un poco tarde para una 'santito' como tú? - se burló.

- Eh... Merezco una mejor bienvenida ¿no? – dibujó una falsa sonrisa en su boca.

- Mmh... la verdad es que después de lo del otro día, no.

- Oye, Louis... siento lo del otro día, de veras.

- ¿Sí? – quedó pensativo – pues no me lo creo.

Jeydon  suspiró.

(Jeydon era mejor amigo de Zayn, hace algunos días visitó a Louis, solo para culparlo y echarle en cara la muerte de su amigo)

- Sabes que pasa ¿Jeydon? Que todo lo haces con malicia. Eso es lo que molesta. Así que si no te importa, estaba ocupado como para perder el tiempo contigo.

El se rió.

- Si buscas a Liam, tu nuevo mejor amigo... - dijo cínicamente – está vomitando en el baño, reza para que no llegue a un coma etílico después de todo lo que se ha tomado. – y bajó un poco el tono de voz – das asco.

Louis antes de girarse para ir en busca de su amigo, masculló:

- Tú sí que me das asco. Ten cuidado que no te vuelva a oír, idiota.

Jeydon no se contuvo. Se abalanzó hacia a Louis y tiró de su pelo, haciendo que esta se arqueara de dolor. El oji-azul no tuvo sus manos quietas y buscó el cuello de Jeydon.

- ¡Suéltame! – gritó el morocho. Y eso bastó para que empezaran a ser el centro de atención de la fiesta. Jeydon tiró más, haciendo que Louis se arrodillara al suelo, pero el no soltó el cuello de Jeydon, cosa que lo ahogaba, por momentos.

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Louis empezó a sentir mucho dolor en la cabeza. No ese dolor superficial del tirón... un dolor muy interno. Dolor de verdad. Hizo una mueca y un cabezazo para zafarse del agarre, fue directo hacia el estómago de Jeydon. Este cayó al suelo, de golpe. Unas risas se escucharon de fondo. Louis se agarró de la cabeza. Un chillido de dolor se escapó de su boca. Se retorció, doblando el cuerpo.

- ¡Hijo de puta! – jadeó. Algunas personas se acercaron a ayudarlo. – Déjenme... - sollozó tras que ese dolor se aliviara un poco. – ¡Déjenme! Estoy bien...

Una mirada fulminante atravesó a Jeydon, que aún respiraba con dificultad. De su mano caían un matojo de cabellos castaño claros. El sonrió de nuevo, cínicamente.

- Te juro que para la próxima no saldrás tan bien parado. – dijo Louis negando con la cabeza.

Se incorporó del todo y subió al piso de arriba a buscar a Liam.

- Liam... - murmuró. - ¿Liam?

Había muchas habitaciones. Escuchó voces en alguna de ellas. Abrió la puerta de la cual provenían.

- ¡Mierda! – avisó. - ¡Déjalo! – dijo, en cuanto analizó la situación que sus propios ojos azules estaban visionando.

Liam yacía semi aturdido encima de la cama. Y un señor, más mayor que ellos, demasiado al parecer,estaba a su lado. Lo tocaba descaradamente.

- Si no te alejas de el ahora mismo llamo a los de seguridad. – lo amenazó.

El señor alzó las manos y se marchó de la habitación. Louis se acercó a Liam y le colocó bien la camisa, luego, le puso el saco o de nuevo. Lo ayudó a incorporarse

Día a día {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora