Dia 7 parte 2

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Sus besos hicieron que se olvidara de todo. Hasta se le alivió el gran dolor de cabeza que tenía a causa del... de su problema. No le gustaba llamarlo trauma, tampoco cáncer, no le gustaba llamarlo de ninguna de esas formas. Era su pequeño problema, su gran error. Y ya está. Estaba pagando por su descuido... Louis pensaba que en esta vida cada uno tenía lo que se merecía. Y el se incluía en ese paquete.

- ¿Estás seguro? – pregunto Harry, aun sorprendido por su petición. El asintió, energéticamente. Si hablaba, se iba a poner a llorar. – Cielos, cuanto te amo... - besó su frente. – ten en cuenta que no he hecho esto nunca... soy... un inexperto.

- Dejémonos llevar, a ver lo que pasa. – Louis buscó la boca de Harry en medio de la oscuridad de la madrugada, en aquella cala de Londres, encima de la arena, después de una extraña 'cena' perfectamente preparada, para ellos dos... ¿Y qué más perfecto que terminarlo con esto?

Louis lo deseaba como nunca había deseado a un hombre. Quería sentirlo... más suyo que nunca. Y quería que él lo sintiera.

Sintió como las calientes manos de Harry le quitaban el traje de baño. Sería la primera vez que se veían completamente desnudos, el uno al otro. Pero eso le daba igual... la vergüenza se había esfumado, dando paso a la pasión y el amor. No, el amor nunca desaparecía, siempre permanecía allí, tanto de Louis, como de Harry, como de los dos... suyo. Sintió como su mano bajaba, deslizando el húmedo traje de surfista por su cintura. Harry se quedó sin aliento, al observar el torso desnudo de su novio. Un rubor cubrió la semi bronceada piel de Louis. Dudaba entre cubrirse o no. Cuando Harry se inclino, por instinto propio, para besarle el cuello. Y reprendió la pasión de nuevo, un pequeño bache, una pequeña vergüenza, superada. Ya no más. Buscó la cremallera del traje de Harry, la bajó, y hizo lo mismo que él había hecho con el, lo deslizó, suavemente por su cuerpo. Dejando ver los trabajados músculos del cuerpo de él. Louis, desintencionadamente, pasó el dedo por el definido musculo del brazo. Lo bajo, atravesando el pecho, los pequeños pezones oscuros, por los abdominales. Cada onda de ese formado abdomen era un suspiro. Se detuvo. El traje terminaba allí, solo quedaba bajárselo por las piernas. Louis dudó de nuevo. Nunca... dios, nunca había hecho esto antes. Tenía dieciocho años y Harry 19. Tenía anillo de castidad, igual que él. Y estaba rompiendo su promesa. Pero con él. Además... juraba, prometía a dios, que él, que Harry, era el amor de su vida. Así ¿Qué más daba? ¿Unos papeles, un matrimonio por medio, cuando ambos sabían lo que sentían el uno por el otro, con o sin anillo de casados? Harry lo observaba. Entrelazó sus dedos en su pelo. Suspiró y miró hacia abajo, donde las pequeñas manos de Louis yacían, quietas, sin saber muy bien qué hacer. Por un lado quería, y tanto si quería, quería perder la virginidad con Harry, quería que le hiciera el amor. Ahora, en este preciso instante. Pero por el otro, tenía miedo. No sabía muy bien porque... pero una bola de nervios se acumuló en su estomago, haciéndolo sentir mal y bien a la vez.

- Si no te sientes preparado...no tenemos por qué hacerlo. – Dijo Harry, abrazándolo y besándole la cabeza.

- ¿Tú quieres? – Pregunto Louis apoyando su frente en el hombro.

- Claro.

- Romperás tu promesa conmigo.

- Me da igual. Te amo, y eso es todo. Y quiero hacerlo, pero solo si tú estás dispuesto.

- Entonces, si. – Ahora, más decidido que nunca, bajó de un tirón el traje de Harry  y él se lo terminó de quitar, dejándolo tirado por la arena.

Un suspiró salió de la boca de Louis. Intentó no parecer sorprendido, pero lo estaba, ¡dios, si lo estaba! Harry no pudo evitar soltar una carcajada. Algo que inundó los oídos de Louis de pleno placer. Y Harry abrazó a Louis  entonces.

- Creo que me toca. – susurro Harry hurgando hasta donde llegaba el traje de Louis.

Ahora Harry estaba completamente desnudo, pero Louis  no. El traje de surfista le quedaba hasta por un poco debajo del ombligo, decorado por un coqueto tatuaje. Deslizó el traje por sus piernas y Harry volvió a suspirar. – Eres hermoso. – dijo, plantando un beso, sin pensarlo, en las entradas de su novio- Louis se sonrojó

- Tú también... eres hermoso.

Alguien los podría ver, a pesar de ser casi las cuatro de la madrugada. Pero en ese instante, todo daba igual. Harry acarició la espalda desnuda de Louis, se hizo que se fueran tumbando, medio en la arena, medio en el mantel. Hacía frío, calor, una mezcla de los dos. Louis se arqueó debajo de su cuerpo cuando la excitación los abrumó. Harry abrió los ojos, después de una cálida ronda de besos compartidos, con lengua, o quizás pequeños, con algún mordisquito de por medio.

- Alguien puede vernos. – dijo Louis intentando incorporarse. Harry pasó sus brazos alrededor de su espalda y lo volvió a apegar contra el.

- Da igual, no hay nadie aquí mi amor-. le sonrió, complaciente.

- Crearemos polémica.

- No tiene por que saberlo nadie. Somos famosos, pero no tontos. Aparte no me importaría que todo el mundo se entere de esto– concluyó Harry

A Louis le pareció tan adorable que no pudo evitar volver a besarlo, tan intensamente que todo pareció empezar de nuevo. O esta vez, empezar de verdad. Y algo más extraño, y algo que empezaba a llenarlo de excitación y deseo, haciendo que su miembro se pusiera duro. Y la despedida de la luna, y la entrada del sol que los iluminaban a mitades diferentes, haciendo que la escena fuera aún más romántica. Y el sonido de las olas del mar, de fondo, relajantes, a la vez morbosas, sin dejar de recordar que estaban en una playa. Y el entrelazamiento de brazos. Y el de piernas. Y más besos, y más caricias. Y Harry que se hundió en Louis. Y un gemido. Y dolor, agudo, intenso. Y Harry que intenta relajar a Louis, y él que tan tierno, lo hace lento, para que no le duela más.

Y el dolor parece avivarse por un instante en el cuerpo de Louis y joder, no pensó que fuera así. Pero no es desagradable, al contrario. Es algo que se puede aguantar, porque es él, y es por amor. Y Harry que se mueve lento. Y Louis que se adapta. Y más besos, y más caricias. Y más y más y más. Y el sol y la luna, pareja del cielo, testigos del amor, de todo aquello que sucedía allí. Y ahora el dolor desaparece y una agradable sensación, más aun, se extiende por toda el cuerpo de Louis. Y se da cuenta, de lo juntos que están. Y Harry mira sus ojos, y los ve, de un azul, profundo a la vez, que no dice nada y todo al mismo tiempo. Y sus caderas que se juntan. Y sus cuerpos, que forman uno. Y sonríe. Y placer, y juego y amor, amor, amor, amor... Y todo eso compartido, por él, para él.

Y no paran, y siguen, y quieren más y su primera vez es hermosa, demasiado, perfecta.

-Y Dios... que estoy haciendo. Y cielo santo... que es lo que siento... algo diferente, algo extraño, algo nuevo. Y me lo hace sentir... él. Solo él. -Penso Louis  en su interior

Y resulta que en aquel momento Harry, está pensando en lo mismo. Y comparten... un primer orgasmo, una ráfaga de sensaciones, como una enorme explosión, juntos. Y más gemidos, y jadeos, y susurros, piel de pollo. Y mordiscos, juguetones, y sonrisas complacientes. Y más besos tranquilizadores, y más caricias. Y más... amor.

Día a día {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora