Día 2

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Se movió en la cama. Se levantó despacio. Mirándose en el espejo de pie. El pelo alborotado, dormido con la ropa.

No me cambié... me dormí en el coche de Harry. Él debe haberme subido.

Louis se sonrojó al imaginarse en brazos de Harry. Pobre... me tuvo que cargar hasta mi cuarto. Bajó despacito para dirigirse a la sala, frotándose los ojos. Escuchó sus padres discutir, no quiso intervenir y se quedó sentado en un peldaño de la escalera.

- Pero Mark... será mejor que se lo cuentes, cuanto antes mejor...

- No por ahora... el ya tiene bastante con la muerte de Zayn para que le diga que también sufrió graves consecuencias.

- Por Dios, amor... Es una cosa que debe saber...

Louis escuchaba atento, estaban hablando de el, de algo que le pasaba. ¿Pero el que? Un calor le subió hasta el vientre. Siguió escuchando para saber que más podría descubrir. Aun que hubo suficiente con la siguiente frase de su padre.

- Johanna, no soy capaz... no me veo en corazón de decirle a mi propio hijo que le queda poco más de dos semanas de vida... - dijo su Mark con voz ahogada.

Louis abrió los ojos. Intentó no llorar. Dejó ir el aire, lentamente. Las lágrimas se acumularon en sus ojos. Poco más de dos semanas de vida. Esa frase se repetía vez tras otra en su cabeza. No pudo más. Apoyó la frente en la pared de la escalera, y dejó que las lágrimas empezaran a bajar por sus mejillas, terminando por caer en la pierna.



*



Harry tocó en la puerta de los Tomlinson . Mark lo abrió, con una tristeza en su rostro.

- ¿Pasó algo? – preguntó, cambiando la expresión de su cara.

- Louis no quiere salir de su cuarto... creo que nos escuchó discutir a mí y a Johanna... - se corrió de la puerta y dejó pasar a Harry

- ¿Dejas que vaya a hablar con el?

Mark asintió, cerrando la puerta. Harry subió las escaleras.

- ¿Louis? – habló con voz dulce,dando suaves golpes en la puerta de su habitación.

- ¿Qué? – contestó al otro lado, con frialdad.

- Soy Harry... abre...

Se escuchó como retiraba el seguro. Louis abrió un poco la puerta y se asomó, con lágrimas en los ojos. Seguido, lo abrazó, fuerte. Como nunca antes había abrazado a otro hombre.

- ¿Qué pasa? ¿Qué tienes? – dijo Harry besándole la cabeza con dulzura.

- Escuché a mis padres... - Harry se heló. Mark tenía razón... había descubierto la otra parte de la historia. Lo que le pasaba. – descubrí que... - empezó a llorar más fuerte – me queda poco más de dos semanas de vida... - estrujó fuerte el jersey de Harry, con los puños, desahogándose. Mojando el hombro de él. Pero a el eso le era diferente. Lo que le preocupaba era Louis. Y a el le extrañó que no dijera nada. Se supuso lo peor. - ¿Tu también lo sabías? – dijo apartándose del pecho de Harry.
Él no sabía que decir. Pero el silencio lo delató.

-Vaya mierda – masculló Louis, volteándose y entrando a su cuarto de nuevo, acompañado de un portazo.

- Louis, por favor... - dijo Harry acercándose a la puerta de nuevo – No te enojes... déjame que te explique...

- ¿Qué me expliques el que? ¿Qué me muero dentro de nada? – contesto poniendo algo de música. Alta.

- ¡Louis! – gritó ahora Harry – ¡ábreme o tiro la puerta!

- ¡Tírala! – sintió un fuerte golpe en la puerta. El giró el pestillo, y para el próximo empujón de Harry, la puerta se abrió y él cayó en el tapete de la habitación de Louis. El no pudo evitar reír.

- Que gracia, que me haga daño ¿eh? – dijo Harry levantándose. Pero al fin y al cabo sonrió, también.

Se acercó a el y lo abrazó. Louis esta vez no se zafó de sus brazos. Al contrarió. Envolvió la espalda de Harry con los suyos. Escondió su cara en el cuello de Harry, tal y como solía hacerlo.

Empezó a llorar de nuevo en su hombro. Harry bajó el volumen del equipo de música y besó la frente de Louis

- Si no te lo dije es porque no quería que estuvieras así... - Apoyó su barbilla en la cabeza de el – Y si tu padre no te lo dijo tampoco es por que buscaba el momento oportuno... porque él tampoco quería verte así.

Louis no dijo nada. No podía con la garganta ardiendo por la tristeza.

- Shh... shh... venga, ya verás que todo sale bien. – le alzó la cara a Louis y le retiró unos mechones de pelo hacia atrás. – solo son supersticiones de los médicos.

- Pero siempre aciertan. – agachó la vista de nuevo.

- Louis... – Harry se puso serio. – Mírame.

El dirigió esos ojos azules como el océano a los ojos color esmeralda de Harry, ninguno de los dos apartó la vista el uno del otro, los labios de Harry se acercaron a los de Louis. Las palabras salieron de la boca de él, despacio, en un susurro.

- No te vas a morir. – posó su mano en el lado derecho de la cara de Louis. Con el pulgar acarició su mejilla. – Yo estaré aquí... pase lo que pase. Siempre me tendrás.

Louis no pudo más. A tan poca distancia, para colmo, las palabras de Harry. Tenía el corazón en un puño, pero este le latía fuerte. Más que nunca.

Louis se puso de puntitas y presiono sus labios contra los de Harry. Al fin. Harry puso sus manos en las húmedas mejillas de Louis y abrió su boca, dando paso a la dulce lengua de el, entrelazándola con la suya, explorando aquellas bocas ajenas... o no tan ajenas. Harry bajó una de las manos hasta la espalda de Louis y lo apretó contra su cuerpo. Suyo, suyo como siempre.

Louis se separó apoyando su frente contra la barbilla de Harry. ¿Qué pasaba? Se volvía a sentir bien, se sentía feliz de nuevo. ¿No tendría que estar resentido por lo de Zayn? No, para nada... miró al joven parado frente a el , con los ojos brillantes de orgullo, por debajo de las pestañas. Harry sonrió, y esa sonrisa le transmitió la misma felicidad que el sentía en ese mismo instante. Volvió a alzarse, y esta vez fue él, quien no pudo contener otro deseable beso. Los labios terminaron hinchados, rosados, impregnados de la saliva del otro, deseosos por más, mucho más.

- Louis... - dijo jugueteando con su pelo. - ¿Estás bien? – fue lo único que se le ocurrió preguntar, a centímetros de su boca, sin quitar la mirada de esos labios que lo volvían loco.

- Mejor que nunca... - sonrió el mordiéndose el labio interior, haciendo que Harry lo deseara más. – Sigo enamorado.

Harry agachó la mirada. Louis supo lo que eso significaba.

- De ti, tonto. – dijo acariciándole la cara y alzándosela para que la mirara justo a los ojos. – -Después de tanto tiempo, por fin vuelvo a ver tu sonrisa, después de tanto tiempo, siento que vuelvo a estar vivo, después de tanto tiempo...-hizo una pausa-. Aún sigo enamorado de ti-Louis abrazo a Harry escondiendo su cara en el cuello de este-. Mi corazón no ha dejado de latir por ti.

Harry se ruborizó ante el comentario.

- Solo digo la verdad. – negó con la cabeza – No he estado enamorado de Zayn. Nunca. Era verte a ti, lo que me ponía feliz, eres tú el que hace que me ponga nervioso.

Él se pasó la mano por el pelo, sin palabras.

- Louis... yo... no sé qué decir... - pero el pudo ver el destello en sus ojos, el mismo destello de orgullo.

- No digas nada, solo siente. – atrapó la cara con las manos y este fue el tercer beso. Y a la tercera va la vencida. Cojonudo. Harry sintió como Louis le entregaba toda su dulzura por allí, como le daba hasta su última gota de sinceridad.

Día a día {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora