Día a día {Larry Stylinson}

Día 16

Un simple once de junio de un año que ni se recordaba. Louis abrió los ojos. Tenía un vendaje en la cabeza. Algunos mechones de pelo se escapaban de allí, correteando por su rostros. Tenía ganas de vomitar. Miró a su alrededor. Sus padres dormidos en una silla. Oía las voces de las personas, fuera. Se cruzó con la mirada de Harry. Que estaba quieto. Inmóvil. Delante de el.
Se acercó y se sentó en la cama. Nunca había visto el rostro de Harry tan pálido. Nunca lo había visto tan mal, nunca lo había visto tan triste. Por sus ojos rojos sabía que había estado llorando. Él le cogió la mano, tembloroso.

- ¿Cuánto hace que estoy aquí? – susurró Louis .

- Desde ayer por la mañana. Te encontré desmayado,en el piso...

- Vaya... -sonrió. – Siempre eres tú el que me lleva al hospital.

Harry empezó a llorar. Quería abrazarlo, quería decirle, amor, quédate conmigo, no te vayas.
Quería decirle de nuevo lo bonito que era verlo sonreír. Quería... quería tanto a Louis. El tiró del rizado haciendo que lo abrazara. Él sabía que no podía abusar, que no estaba bien, que era frágil, más en esos momentos.

- ¿Por qué lloras bebé ? – le susurró Louis despacio. Él lo miró a los ojos.

Apoyó su frente contra la de Louis, mientras sus lagrimas aún no saciaban. Y no tenían intención de hacerlo. -Tendrías que estar feliz, de que estoy aquí,vivo

- Lo sé. – Harry hizo una mueca de dolor, intentando no llorar más. El labio inferior le temblaba. – Pero...

- ¿Pero...? – Louis lo atrajo más contra el. Quería sentirlo, quería sentirse. Quería gritar estoy vivo. Pero algo sucedía. - ¿Qué pasa Harry?

- Que... - él tragó saliva

- ¿Dijo algo el doctor? – le acarició la mejilla. Él asintió. - ¿Qué dijo el doctor, Hazza?

- Joder, esto es difícil... - agachó la mirada, hacia sus labios. Los besó, suave, delicadamente. – Louis ...

- Dímelo... - suplicó el. – dímelo, nada puede estar peor...

- Si, si lo está... - más lagrimas rebozaron por sus parpados. – el doctor dijo que si vives es gracias a la conexión que tienes con la máquina...

Louis se quedó perplejo.

- La operación no salió bien... - susurro Harry , sollozando, con voz ahogada.
Louis sonrió. Aun que las lagrimas también inundaron sus ojos.

- Hey... - dijo alzando el rostro del rizado. – No pasa nada, se veía venir... - suspiró. –Bebé , hazme un favor.

El negó con la cabeza.

- Si pasa, Louis ... eres mi completa vida... no puedes irte-hablo con voz entrecortada

- Hazz, cariño, escúchame... - le pidió Louis entrelazando los dedos de su mano con los de él. – Vas a levantarte, vas a dejar de llorar. Vas a desenchufarme de la máquina, y lo último que voy a ver antes de morir, va a ser a ti, sonriéndome.

Harry quedó aún más perplejo. No podía ser que el, el... su amor, su vida, su todo... le estuviera pidiendo que lo... no. Harry negó con la cabeza de nuevo.

- Por favor... - le pidió Louis. Sus lágrimas resbalaron, enmarcaron su hermosa cara. Era perfecto.

- No me puedes pedir que te mate. – susurró Harry, la garganta le ardía. – Debe haber otra jodida solución... tu no... tú no puedes...

- Harry, asúmelo... - le pidió Louis, pidiéndole con la mano que volviera. Él volvió a sentarse a su lado y le acarició un costado de la cara. – Estoy muerto, esto ya no durará mucho más... acabalo tu.

- No, no puedes pedirme eso... - susurró. – Harry, por favor... - sus pequeños ojos color celeste se inundaron de nuevo, más lagrimas cayeron por su barbilla, ya no intentaba esconderse, las facciones en su cara se marcaban, el podía sentir todo el dolor que tenía su novio encima.

– te amo tanto... tanto...-Louis se inclinó y besó sus labios. Por última vez. Para siempre.- Harry... - le apretó la mano. – si alguien tiene que hacerlo, ese eres tu... ayúdame...

- No. – Harry se negó a hacerlo. – si tu mueres yo también.

Louis empezó a llorar, intentando no hacer escándalo para no despertar a sus padres.

Harry se apartó las lagrimas con el pulgar. Alzó la cabeza de Louis por la barbilla y lo miró, serio.

- Solo arrancaré esos cables si dejas que me vaya contigo.

- Nunca desearía tu muerte. – admitió Louis . – no puedo darte el sí.

- Mi vida , por favor... - Harry agachó la vista, pero pronto volvió a mirarlo. – quiero estar junto a ti para siempre. No puedes irte sin mí...
Louis apretó los labios, intentando no romper a llorar por enésima vez. Lo abrazó fuerte. Harry suspiró. Seguidamente inspiró el usual olor de Louis. No a lociones , no a shampoo.

Simplemente a el... a su amor, a su vida, a su pequeño. Se separó lentamente y fue a buscar algo de su mochila . Louis apoyó la cabeza en el respaldo de la camilla. Sabía lo que él buscaba, lo esperó sentado.
Pronto el rizado volvió con su amor. Dejó a un lado la jeringuilla cargada de una dosis excesiva de insulina.

- Harry...

- Shh... - lo miró, doblando una de las mangas. – sí, estoy seguro.

Louis miró hacia arriba, como si buscara algo. Como si esperara un milagro. ¿Enserio Harry estaba haciendo eso por el?

- No puedes morir por mí.

- Tonto... - Harry lo miró y sonrió. – sabes que si te marcharas sólo... yo ya no tendría motivos para vivir.

Cogió la jeringuilla y la clavó en su brazo. Apretando. Inyectando hasta la última gota del medicamento. Torturándose... abriéndose paso hacia la muerte... Pronto toda aquella insulina haría que la sangre parara de circular por sus venas, sin llegar así a su corazón.

Harry apartó los cables de alarma del cuerpo de Louis. Si los médicos sentían el compás anormal del cardiograma, aquella habitación sería como un desastre. Los dejó a un lado y se sentó en una silla, al lado de Louis . Apoyó su cabeza en el abdomen de el. Con una mano agarraba la de su novio. Y con la otra, los cables que permitían que el  siguiera con vida.

- En cuanto sienta que la sangre ya no corre por mis venas... - susurró con dificultad. – tiraré de los cables.

Louis asintió. Si hablaba, se iba a poner a llorar. Harry estaba envuelto en una capa de sudor. Le costaba respirar. Louis sintió como apretaba su mano. Dirigió la otra hacia el rostro de Harry y acarició su cara, tirando algunos mechones hacia atrás.

- Hazz... esto es una locura... - dijo Louis entre sollozos. – no deberías...

- Ya está. – él rizado lo miró, sonrió, a pesar de todo. – El amor es locura, mi vida.

Louis ladeó la cabeza.

- Sonríeme. – le pidió él. – quiero ver por última vez la sonrisa más preciosa del mundo.

Louis le hizo caso, a pesar de lo mojada que estaba su mirada, sus mejillas, su barbilla.

- La volverás a ver dentro de nada. – le explicó el oji-azul. – allí arriba... disfrutaremos del reencuentro. – Harry asintió, complaciente de sus palabras optimistas.

Sintió como la presión de la mano de Harry aflojaba. Louis se estiró, acompañó la otra mano de Harry, que cogía los cables y tiró de ellos. Desconectándose. El rizado lo miró.

- Te amo. – susurraron los dos al unísono.

Y una última sonrisa. Y una última mirada. Y las respiraciones que se agotaban, el aire que no llegaba a los pulmones, la circulación irregular, la escasez de sangre en las venas. Y los dos corazones... que a la vez, dejaron de latir.