Destiel One Shots (Traducción)

5. ¿Me Hablas a Mí o a Mí Padre?

Cas salió de la ducha y estiró sus adoloridas alas. Desde que perdió su gracia no podía esconderlas tan bien como solía hacerlo. Las abrió a su máxima extensión. Habían muchas plumas que faltaban y algunas estaban por caer. Pero fuera de eso, no estaba tan mal.

Entró a la habitación de huéspedes, la cual estaba conectada con el baño. Estuvo a punto de dejar caer la toalla de su cintura cuando vio a Dean ahí. Dean no pudo evitar mirar fijamente las grandes alas negras de Cas.

—Um... Hola, Dean—saludó torpemente.

—Uh... ¿Cas?

—¿Sí, Dean?

—¿Has tenido esas siempre?

—Sí, pero normalmente las escondo de la vista de los humanos. Ahora que no tengo gracia, lo encuentro mucho más difícil.

Dean se acercó a él. Alcanzando a tocar una de sus alas. Cas retrocedió ante el gesto.

—¿Qué?—preguntó Dean.

—Son un poco sensibles.

Dean le dio una media sonrisa.

—Seré gentil.—Lentamente acarició su ala izquierda, causando que Cas apretara su puño. No dolía, sólo hacía cosquillas. Cerró sus ojos con fuerza tratando de reprimir un gemido, pero uno pequeño logró salir de sus labios. Dean sonrió.

—¿Se siente bien?

—Nunca había...sido tocado así antes.

—Hay una primera vez para todo.

Y en ese momento de pura lujuria, Cas presionó sus labios contra los de Dean. No sabía porqué, sólo lo hizo. Pero Dean no se opuso. Lo besó de vuelta. Se separaron y juntaron sus frentes.

—No sé porqué hice eso, no debí haberlo hecho.

—No me quejo.

—Debería vestirme. No estoy usando nada de ropa.

—Tú has eso y lo retomaremos donde lo dejamos.

Cas rápidamente se metió en su ropa mientras Dean esperaba afuera de la puerta. Cuando estuvo listo abrió la puerta, pero antes de que pudiera decir algo, Dean inevitablemente, lo estaba besando. Lo besó de vuelta y pudo haber jurado que escuchó a Sam gritar "¡Consíganse una habitación!". Y eso fue justo lo que hicieron.

Fueron a la pequeña habitación de Cas, Dean cerró la puerta. Empezó a acariciar las alas de Cas por debajo de su ropa, aunque estaba un poco más agresivo esta vez. Cas no pudo evitar dejar salir un fuerte gemido. Dean lo levantó y lo lanzó a la cama. Se tendió junto a él.

—Dios, te amo.

—¿Me hablas a mí, o a mí padre?

Dean rió y lo besó.

—Cállate. Se está haciendo tarde, deberíamos dormir un poco.

—¿En la misma cama?

—Sip, en la misma cama.

Se acurrucaron juntos. Dean estaba casi dormido, pero Cas no podía dormir. Necesitaba aclarar algo.

—¿Dean?

—¿Hm?

—¿Esto significa que estamos en una relación?

—Supongo que sí.

Cas sonrió y cerró sus ojos.

—Bien. Yo te amo también.

—Cállate y ve a dormir, se que puede un concepto extraño para tí, pero todo ángel caído necesita su siesta de belleza.

Pero Cas no respondió, ya estaba profundamente dormido en los  brazos de su cazador.