Destiel One Shots (Traducción)

37. ¡Esas Tuberías Son Estúpidas!

Sam hizo algo malo, algo muy muy malo. Decidió comprarle a Cas un iPhone 5s ¿Que por qué eso era muy malo?

Era un iPhone usado.

Con Flappy Bird.

Los chicos siempre encontraban a Cas con el. Tratando de romper el récord del dueño anterior. Era como ciento setenta.

—¡¿Cómo es esto posible?!—Gritó Cas al teléfono.

—Cas, quizás deberías dejarlo por un rato—empezó Dean suavemente una noche.

—¡No! ¡Entonces el pájaro ganará, Dean!—Agarró a Dean del cuello de su polera—. El. Puto. Pájaro. Ganará.

—Cas, estás empezando a asustarme. Dame el teléfono.—Extendió su mano para tomar la venenosa pieza tecnológica.

—Nunca—siseó. Era difícil no notar las bolsas debajo de sus ojos.

—Cas, esto no es saludable.

—Tampoco lo es perder.

—Cas, estás loco.

—¡SOY UN ÁNGEL DEL SEÑOR, DEAN! HE VENCIDO A LOS ARCÁNGELES, LEVIATANES, INCLUSO EL MALDITO APOCALIPSIS. SI NO PUEDO VENCER A LAS ESTÚPIDAS TUBERÍAS VERDES. ENTONCES. QUIÉN. SOY DEAN ¿QUIÉN SOY?

Dean aprovechó la oportunidad para arrebatar fácilmente el teléfono de las manos de Cas, las que ya tenían los nudillos blancos de tanto apretarlo.

—Gracias.—Sonrió sarcásticamente.

—¡Devuélvemelo!—intentó agarrarlo, pero Dean alzó su brazo a dónde Cas no alcanzaba.

—Puedes tenerlo cuando ya no estés loco.

—¡Dean, estás siendo infantil! Sabes que para mi representa un desafío más grande que para ti verticalmente hablando.

—Borraré Flappy Bird en este maldito momento.

—¡NOOOO! ¡BASTARDO! ¡DEVUÉLVEMELO!—Prácticamente intentó trepar los brazos de Dean para recuperarlo.

—Lo siento, Cas. Así son las reglas.

De repente, Cas presionó sus labios contra los de Dean. Los ojos de Dean parpadearon rápidamente en sorpresa, pero le siguió el beso.

Había estado reprimiendo sus sentimientos por tanto tiempo, que ya no sabía que hacer. Y ahora Cas daba el primer paso. Bastante inesperado.

En ese momento cayó en la cuenta de que accidentalmente había bajado su guardia. Su brazo ahora colgaba a su costado. La posición perfecta para que Cas recuperara su teléfono. Lo agarró y río maquiavélicamente.

—¡Nunca me atraparás, assbutt!—Y se alejó corriendo.