Capitulo 37

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Nombre del maratón: Los últimos 4 meses

Parte: 1/3

Narra Mal

Nos estamos dirigiendo hasta Auradon, estoy demasiado nerviosa, a pesar de que estoy en compañía de Jane, quien está a mi lado, también me acompañan algunos guardias, de nuestro reino.

En los últimos 4 meses, me he estado recuperando, pero no sólo yo. Sino también el reino que Adam me arrebató. Todos huyeron en al bosque, y todos encontraron al pueblo, o, al menos, eso quiero creer. Así que, con ayuda de todos, hemos establecido un reino justo, pero es demasiado pequeño, podemos seguir adelante sólo con la ayuda de un reino más grande que el de nosotros, pero Adam, ha estado enviando mensajeros pidiendo que le ponga un precio al reino.

Obviamente yo no le he contestado, porque nos ha costado demasiado trabajo hacer el pequeño pueblo que hicimos como para que por dinero todo se vaya por un tubo. El motivo de esta visita, es, principalmente, para decirle que deje de intentar persuadirme. Y, bueno, también hay otras cosas que quiero discutir. Pero vengo pensando en muchísimas cosas, tratando de no imaginar lo que sucederá cuando lleguemos, tratando de no pensar en la cara que pondrá Ben cuando me vea.

Bueno, mientras pienso eso algo se me viene a la cabeza.

-Oye, Jane. Perdón, por lo siguiente, pero... Sí tu madre, ya sabes, tiene poderes, ¿no podrías tenerlos tu también?- pregunto mirando al suelo

-Nunca lo había pensado- reconoce y antes de que pueda decirle algo más, llegamos a Auradon y enseguida, un grupo de guardias nos rodea.

-Las manos donde podamos verlas- nos ordena y nosotros obedecemos.

-Necesito ver a su rey- les digo y ellos se echan a reír.

-¿Y, por qué deberíamos dejarlos pasar?- pregunta uno de los guardias

-Necesito hablar con el sobre el asunto acerca de  los reinos- digo lo más discreta que puedo, ya que ni los guardias de mi reino, ni Jane, están enterados de la propuesta que me hizo el rey Adam.

Ellos parecen entender porque sus caras se ponen serios y, a punta de espada, nos llevan al castillo. Cuando ya estamos justo en frente al castillo, sólo me dejan pasar a mí, claro, con unos guardias vigilando que no haga nada.

-Rey Adam, tiene una visita- dice un guardia, después de eso, se escuchan unos pasos acercándose, hasta que una voz roca se escucha desde el fondo de una habitación.

-¿Quien es?- pregunta

-La señorita Mal, hija de Maléfica- dice el guardia, y de inmediato sale el rey Adam de su cuarto y se acerca con paso imponente, seguro trata de intimidarme, pero no lo va a lograr.

-Bueno pues supongo que quieres negociar, ¿no es así?¿Cuanto quieres?- pregunta

-No hables por mi, yo no vine a negociar, necesito que hablemos contigo, con tu hijo y a solas- digo pero el sólo ríe

-Como verás eso no es posible, puedo llamar a mi hijo, pero...- dice pero yo lo interrumpo

-Bueno,  trae a tu hijo- digo y el lo hace, se escuchan unas pisadas y Ben aparece por las escaleras.

-¿Que pasó?- pregunta pero casi al instante de que baja me ve y se queda inmóvil.

Adam nos lleva a una habitación, pero, a diferencia de lo que le pedí, se quedan tres guardias.

-Eso no fue lo que te pedí, tienen que dejarnos sólos- digo señalando a los guardias

-No, claro que no voy a dejarnos a tu merced, no confiamos en ti- dice y yo me empiezo a desesperar.

-Esperaba no tener que hacerlo- digo y, esperando no arrepentirme, chasqueo los dedos, en medio segundo caen los guardias al suelo, inconscientes.

-¿Que es lo que quieres?¿Por que viniste hasta aquí? Y sobre todo, ¿por que, aparte de citarme a mi, por que también a mi hijo?- pregunta.

-Los cité a ustedes dos, por que quiero que comprendan algo, mi reino no esta en venta, ni aunque me ofrezcan millones de dinero, se los aceptaré. Y a ti, Adam, pues tu eres el rey, ahora, pero en algunos años, tu hijo estará en tu lugar, y quiero que también le quede claro a él- digo

-¿Eso es todo?- pregunta Adam, con fastidio

-No, el reino que manejaba mi abuela era muy grande, yo ya sé el terreno exacto, así que no te sorprendas, ni te molestes, ni intentes evitar que mi reino crezca- le digo

-Bueno, voy a mandar a traer un mapa y así ajustamos lo que va a medir tu reino y ya, asunto arreglado- me dice

-No, creo que no me entendiste, así como tú, yo no confío en ti. Yo no te diré la medida exacta de mi reino, tú lo sabrás tarde o temprano. Y bueno, eso era todo... No, una cosa más; no intenten combatirnos, o siquiera molestarnos, aunque no estemos muy organizados, el pueblo quiere venganza, y yo soy la que se les está impidiendo hacerlo, pero bueno, tan sólo uno de mis soldados, podrá vencer a 100 de tus mejores hombres, así que no te conviene- dice y salgo de la habitación

En seguida un guardia se acerca para preguntarle a "Su Alteza" si está bien. Oigo como el rey Adam y su hijo salen de la habitación.

-Atrapenla- dice el rey Adam, y yo me detengo.

No sabe lo que hace.

El guardia corre hacia mí pero yo lo evito con facilidad. Corro hacia las puertas, pero cuando las abro, me encuentro con una gran sorpresa. Hay muchísimos guardias, esperándome.

Estoy rodeada...

El Destino De Mal (#2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora