Capítulo 3 Haru y Nashi Heartifilia

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Narrado por Nashi

Mi nombre es Nashi Heartifilia tengo doce años, mi pelo es rosa tengo los ojos de color jade, puedo utilizar magia celestial como mi mamá, aunque también puedo usar magia de fuego según mi mamá esta magia se llama Dragón Slayer, aunque no sé muy bien porque la tengo pero me gusta mucho quemar las cosas, tengo un hermano de mi misma edad se llama Haru Heartifilia, a diferencia de mí él puede usar otro tipo de magia pero cuando usa magia como la mí se pone muy mal, no sé todavía cuál es la verdad de la magia de mi hermano o porque mi mamá tiene una quemadura en su mano derecha, son muchas preguntas pero no me preocupo porque algún día las responderán.

-Haru...Haru...... ¡HARU!- le grite a mi hermano que no se despertaba.

-No grites te escucho-dijo mientras se sobaba la oreja.

-Si claro, como sea vístete hoy iremos a la ciudad recuerdas-le dije mientras él me miraba con una cara extraña -No me digas que no te acuerdas-a lo que mi hermano solo se quedó mirándome.

-Solo vístete, te espero abajo- dije saliendo de mi cuarto, mi hermano tenía la costumbre de dormirse en mi cama.

-Buenos días-dije mientras mi mamá servía el desayuno.

-Buenos días Nashi ¿y tú hermano?-me pregunto.

-Se está cambiando, no se dé donde saco el habito de dormir tanto-dije mientras comía el desayuno que mi mamá me sirvió -esta delicioso- dije con una sonrisa.

-Pues tú sacaste la parte destructiva y tu hermano saco la parte dormilona de tu padre- dijo mi mamá a lo que me sorprendió, ella nunca habla de nuestro padre siempre pone una cara de tristeza.

-Buenos días- dijo mi hermano que ya había bajado.

-Buenos días, ya que los dos están levantados les daré sus regalo- nos dio unos regalos a los que enseguida abrimos.

-¿Una bufanda y un libro de hechizos?-dijo mi hermano.

-Sí, sé que no has estudiado los hechizos que te dio Kikyo ¿verdad?- en eso volteo a verme y yo solo puse mi mirada en mi regalo.

-Es un látigo- dije-espera a él le das una bufanda y un libro de hechizos y a mí un látigo enserio-dijo haciendo un puchero.

-Sabes que tu hermano no puede usar la misma magia que tu así que debe tener con que defenderse, recuerda que su magia es más ofensiva que de ataque- dijo mi mamá mientras me daba una sonrisa.

-Está bien, por cierto ¿por qué nos das los regalos antes de la noche siempre los das en la noche?-le pregunte.

-Van a ir a la ciudad si algo pasa en el camino de ida deberán defenderse, sean astutos con todo lo que hacen vale-dijo mi mamá dándonos unos besos en las frentes.

Narrado por Haru.

Íbamos caminando por el bosque yo iba leyendo el libro de hechizos pero eran demasiadas palabras, aunque me gusta leer esto es un fastidio.

-Sabes me pregunto ¿por qué la bufanda?-le dije a mi hermana que me volteo a ver.

-A que te refieres- me contesto.

-Bueno el libro es para defenderme pero la bufanda para que-le dije -tal vez quería darte algo lindo aparte del libro- dijo mi hermana a lo que yo vi un poco con duda.

Le iba a responder hasta que vemos a un mono gigante que nos empezó a atacar, por suerte lo vimos a tiempo y lo esquivamos.

-Haru mantente alejado, yo me encargo- dijo mi hermana a lo que yo solo asentí, empezó a pelear con el mono usando su látigo nuevo y envolviendo su mano con fuego, me sorprendía ver a mi hermana como peleaba, en cambio con mi magia no podía hacer de mucha ayuda, parecía que mi hermana iba a ganar hasta que de los arbustos salieron otros dos monos que la atacaron.

-¡Nashi cuidado!- le grite pero fue inútil los monos la golpearon hasta que choco con un árbol -Nashi ¿estás bien?-le pregunte- Si estoy bien, Haru corre a la ciudad no está lejos podre entretenerlos un tiempo- me dijo mi hermana pero no podía, entonces vi su estuche con las llaves que le había dado mi mamá y las personas del pueblo.

-Sé que no debo, pero no hay otra opción- agarro una llave verde y me propongo abrirla.

- ¡Ábrete puerta del guardián del bosque! ¡Ninfa!-en eso aparece una muchacha con un largo vestido- ninfa llevamos a la ciudad- en eso nos envuelve en un tornado de hojas que nos va trasladando hasta la ciudad, pero en eso siento como me duele el pecho estaba pasando otra vez, tengo aguantar, solo un poco un poco más.

-Haru cierra la puerta si continuas podrías...-

-Solo un poco más- solo quedaba poco era suficiente, tome la llave con dificultad y cerré la puerta, pero cuando la cerré nos caímos en la entrada de la ciudad.


El amor de las hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora