Capítulo 18

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Camila pasó su dedo por el puente de la nariz de Lauren haciendo que esta hiciera una pequeña mueca mientras abría sus ojos analizando en donde se encontraba, la sala de Alexa.

- Hey.

- ¿Camila? - La joven asintió. - ¿Qué haces aquí?

- Lex me ha pedido venir a buscarte, me ha contado que llegaste de la nada y papá nos espera abajo. - Lauren desvió la mirada porque no quería que viera sus ojos rojos. - No necesitamos hablarlo si no quieres. - Lauren solo asintió antes de levantarse para tomar sus cosas. - Estaremos juntas durante esta noche, tranquila. - Camila trató de tranquilizarle un poco sabiendo que si estaba en la casa de la modelo era porque no quería estar en casa.

- Bien. - Lauren la miró sin expresión alguna saliendo del departamento junto a su novia quien tomó su mano sin importarle como Lauren la miró. Lauren subió en el auto del señor Cabello quien se limitó a poner música durante el camino mientras intercambiaba miradas con su hija mayor.

Camila había recibido una llamada luego de cenar de parte de la modelo comunicándole que Lauren estaba en su casa, aunque quisiera estar para la mayor no podía a causa de su trabajo y no quería dejarla sola así que llamo a la única persona que podía con Lauren. No sabía los motivos de por qué la morena estaba así pero lo iba averiguar una vez en casa.

Un pequeño dolor le vino a la cabeza pero trato de no expresarlo para evitar preocupar a su padre y su novia que estaba perdida en su mente en la parte trasera del coche.

*

- ¡Lauren! - La chica la miró sin expresión alguna mientras bajaba el libro. - No puedo creer que sigas enojada por lo del centro comercial.

- No estoy enojada, solo algo molesta. Es distinto. - Le contestó mirándola a los ojos. - El amor no es una posesión, si no que una admiración.

- ¿Acaso tú no te pones celosa?

- No es eso, Camz. - Lauren marcó la página antes de guardar el libro. - Hay límites para todo y tú definitivamente rebasaste los límites esa tarde. - Camila se calló, sabía que eso era verdad pero no quería admitirlo. - ¿Recuerdas cuando te comente lo de las chicas de Nueva York? - Camila asintió, sabía que Lauren era una rompecorazones en su antigua ciudad y que las chicas se obsesionaban por ella. - Te estabas comportando como una.

- Quizás tengas razón. - Lauren le dio una leve sonrisa porque sabía que Camila le dio toda la razón pero no lo iba a admitir.

- Sabes que la tengo, de todas formas deberías saber que eres mi primera novia oficial y eso debería significar algo, ¿No? - Lauren tomó la mano de la latina menor y esta sonrió. Lauren tenía razón.

- Supongo. - Lauren se inclinó y conectó sus labios brevemente.

- Soy un espíritu libre, pero posees mi amor.

*

Lauren estaba sentada en la cama de Camila mientras esta se lavaba sus dientes para acostarse con su novia, claro que sus padres lo permitieron con la condición de que mantuvieran la puerta abierta, ninguna se hizo problema alguno.

De todas formas lo que menos harían esta noche seria rebasar los límites de sus padres.

- ¿Te sientes mejor? - Camila se sentó a su lado apoyando su espalda en el cabecero. Lauren no dijo palabra alguna antes de volver a llorar lanzándose sobre los brazos de Camila.

La joven latina acaricio el cabello de su novia esperando que su respiración se calmara porque sabía que en esas condiciones no podría hablarle. No paso mucho hasta que Lauren se calmó más por vergüenza que por otra cosa.

- Es solo que tuve un mal día. - Lauren la miró limpiándose las últimas lágrimas que caían, Camila alzó una ceja con una pequeña sonrisa.

- ¿Y qué ha pasado para que sea un mal día?

- Verónica se ha enfadado porque vio que le mande un mensaje a Lucy quien me pregunto por ella. - Camila se sorprendió por lo sensible que podía ser Lauren. - Yo no quería que se enfadara, solo quiero verla bien y sabía que Lucy también me necesita.

- Ya se le pasara, es Vero. - Camila acarició su cabello. - ¿Hay algo más?

- Es solo eso. - Camila tomó la cara de Lauren entre sus manos y le dio un corto beso, solo fue un rápido contacto de labios que hizo sonreír levemente a Lauren. - ¿Por qué sonríes así? - Dijo observando los labios de su novia.

- Porque cada día aprendo algo de ti. - Camila acarició la mejilla de Lauren. - Eres tan sensible, tan inteligente aunque a veces te equivocas como con los autores de las frases, eres tan valiente, eres honesta, eres hermosa... - Murmuró Camila y Lauren conectó sus labios esta vez por un tiempo más largo que hubiese seguido si no hubiese sido por la interrupción de la menor de la familia.

- Lolo. - Sofía saltó en la cama haciendo que la pareja se separara de golpe. - ¿Puedo dormir con ustedes?

- No tengo problema con eso. - Lauren le confirmó a Camila quien la miraba con duda. - ¿Para ti lo hay?

- Si, yo te quería solo para mí esta noche. - Camila envolvió sus brazos en el cuello de Lauren haciéndola reír levemente mientras Sofía fruncía el ceño.

- No es justo, tú pasas todo el día con ella.

- Tú lo dijiste, todo el día y no toda la noche. - Camila le sacó la lengua a su hermana quien inflo sus mejillas sin dejar de fruncir el ceño. Lauren aún seguía atrapada por los brazos de Camila.

- ¿Debería preocuparme de que tienes celo de tu hermana de 8 años? - Preguntó Lauren en un murmuro.

- No. - Camila le sonrió antes de darle un corto beso.

- Bien, mejor me iré a dormir a mi habitación si ustedes se estarán besando. - Sofía hizo una mueca antes de bajar de la cama. - Pero se lo diré a mamá por la mañana Mila.

- Bien. - Camila puso sus ojos en blancos antes de que su hermana le sacara la lengua para irse a su habitación.

- Controla tus celos Cabello. - Lauren le molestó.

- Solo era un truco para que nos dejara. - Camila le sonrió besando su mejilla. - Sofía me patea al dormir.

- Lo sé. - Lauren le sonrió antes de tomar su mano. - Siempre te quejas cuando ella tiene pesadillas, de todas formas tú te pegas como un koala y babeas y no me quejo. - Camila se sonrojo completamente por la revelación que le hizo Lauren, sus costumbres en sueño nunca se fueron. - De todas formas pienso que eres muy linda durmiendo.

- Acosadora. - Camila le empujó levemente y Lauren sonrió, la menor supo que al menos pudo despejar un poco a Lauren de su tristeza.

Don't Forget The BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora