Capítulo 19

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Me desperté sin ganas, después de hacer la rutina de siempre, de darles de comer a las bestias y limpiar me di un baño, no tenia ánimos de nada, me sentía...vacía. Mientras mi papa estaba en la sala busque mi ropa, la cual habian metido en una bolsa de plástico , saque unos jeans negros y un enorme suéter azul rey, botas estilo leñador negras en las cuales metí mi navaja y amarre mi cabello en una trenza desordenada.

-Oye inútil, dame dinero-dijo mi hermano entrando sin preguntar.

No dije nada y tome mi cartera, se la di y saco todo mi dinero.

-Saldré con papa, más te vale que la cena este hecha cuando regresemos puta inútil.
-¿A que hora regresarán?
-¡No puedes hablar sin permiso perra insolente!-me grito y después me dio una bofetada-regresaremos cuando queramos y la cena debe estar lista ¡¿entendiste?!.

Yo solo asentí y el salió del cuarto. Al poco tiempo escuche algo rompiéndose, las carcajadas de ellos y la puerta cerrarse. Fui a la sala y vi que habían roto mi consola, pequeñas lágrimas salieron de mis ojos y empecé a recojer el desorden.

Escuche el timbre de un mensaje llegando a mi celular. Era de Rubius.

Hey muyaya, voy rumbo a tu casa, quiero hablar contigo...te necesito ;)

No le conteste, fui a la cocina y prepare un tazón con botana y dos refrescos, no espere mucho cuando sonó la puerta, al abrirla vi a un Rubén muy sonriente, despreocupado si supiera lo mal que lo estamos pasando.

-Hola amiguita- dijo para después agacharse y darme un ligero beso en los labios.
-Hola Rubius, pasa-dije intentando sonreír de manera convincente y al parecer funcionó.
-Vine a hablar contigo mi muyayita- me tomo de la mano y se sentó en el sillón de la sala, me sentó a lado suyo y paso uno de sus brazos por encima de mis hombros.
-¿De que quieres hablar?- dije mirando esos ojos que me encantaban.
-Quiero pedirte perdón, se que ese día que me marcaste hice mal en no ir a ayudarte, por ser un idiota y por no haberte hablado estas dos semanas pero tuve un evento al que debía asistir. Me enteré de lo que paso con Grecia, la verdad no lo sabía, pero ella me hecho una bronca junto con una ostia por haber sido tu amigo con derecho.
-¿Como esta ella?- le pregunte, ignorando todas sus disculpas por un momento.
-Se está quedando con Mangel, al parecer lo de ellos va enscerio, se ve feliz, esta bien. Entonces...¿me perdonas?- dijo acercando sus labios a los míos y mirándome fijamente a los ojos- por favor ________, te necesito.

No respondí, solo lo bese, lo necesitaba, necesitaba sus caricias, sentirme querida, aunque sabia que no era cierto, aunque sabia que el no sentía amor por mi realmente.

Rápido me siguió el beso y lo hizo más apasionado, metió su lengua en mi boca y sus manos debajo de mi sudadera. Me senté a horcadas encima de el y comenze a moverme de adelante hacia atrás. Mordió mi labio y yo gemi, sus dedos estaban acariciando mis pezones besaba mi cuello y yo arquee la espalda.

Me levanto,me quite el pantalón y el se quito el suyo junto con su bóxer, el cual solo bajo hasta sus tobillos, bajo mi pantaleta y saco un condon el cual le puse lo más rápido que pude, me recostó en el sillón y se acomodo entre mis piernas, entro en mi y gemimos despacio al unísono.

Comenzó a moverse rápido mientras besaba mi cuello y manoseaba mis pechos por encima de el suéter, el cual agradecía que no hubiera quitado para que no se diera cuenta de mis marcas, llegamos rápido al orgasmo y salió de mi con una sonrisa de satisfacción para después, ir al baño y limpiarse, me levante algo mareada y me puse mis pantaletas y el pantalón.

-Necesitaba eso muyayita- dijo cuando regreso, se puso su ropa y se sentó en el sillón. Me senté a lado suyo y comenzamos a comer algunas frituras, tomo el vaso y le dio un largo trago al refresco.

-¿Y la consola?- me pregunto extrañado. Miente.
-Se descompuso y la mande a reparar, ya no quería leer los discos.
-Okey, yo quería jugar, pero esta bien. Y dime ¿algo que quieras contarme?

No le digas nada, te va a ir mal. Por un momento pensé en no hacerle caso a esa estúpida voz en mi cabeza...tal vez Rubius me ayudaría, tal vez el me mantendría a salvo...

-Pues en realidad...-el teléfono de Rubius sonó y camino rápido a la cocina para contestar.
-Ya regreso- dijo el.
Me acerque curiosa a la cocina, tenía el alta voz puesto.

-Hola amorcito, ¿como estas?
-Hay Rubi bebé, pues me sigo sintiendo mal, ¿aun estas con Mangel amor?
-Si princesa, aun estoy acá, ¿necesitas algo?
-Pues quiero chocolate, no me gusta andar en mis días, luego no puedo complacerte amor.
-No te preocupes princesa, ahorita mismo voy para haya y te compro el chocolate de camino, ¿esta bien?
-Si mi bebe, acá te espero.
-Chao amor.

Escuche como colgó la llamada y yo corrí al sillón, me senté y actúe como si no hubiera escuchado nada.

-Oye muyaya, era Mangel, me esta pidiendo que lo acompañe a comprar un juego, me tengo que ir.

Eres solo el remplazo de su novia cuando no puede complacerlo.

-Esta bien Rubius, cuidate mucho- no te quiere pequeña basura, va con su novia, a ella si la ama, tu eres solo un juguete.
-Adios- dijo dándome un ligero beso en los labios para después irse.

-Quisiera que te quedarás conmigo y no con ella- dije en voz baja mientras una pequeña lagrima resbalaba por mi mejilla.

Limpie de nuevo y después de unas horas prepare la cena, termine de servirla cuando mi papa y mi hermano llegaron...borrachos...

Corre.

No puedo.

-Más te vale que la cena este servida maldita puta inservible-dijo mi papa mientras se sentaba en la silla.
-Quítate idiota-dijo mi hermano mientras me empujaba, haciendo que me pegara contra la barra del desayuno.

-No me empujes-dije en voz baja...me arrepentí al instante. Idiota, corre. Ambos me miraron con furia, mi hermano me estiró del cabello, haciendo mi cabeza hacia atrás.

-¡¿Como mierdas te atreves a contestarme?!
-¡Nadie te dio permiso para hablar!- grito mi papa- dale su merecido hijo, enséñale quien manda- dijo para después sonreír y empezar a cenar.
-Con gusto.

Lo próximo que sentí fue un fuerte golpe en el estómago, me incline hacia adelante y después un fuerte codazo en la columna. Me inque y grite, me pateó un costado y caí al suelo. Me abrace a mi misma y comenze a sollozar, el solo soltó una carcajada al igual que mi papá y se sentó a cenar.

Cuando al fin se fueron a dormir me levante, no quería hacerlo mientras ellos estuvieran aquí por miedo a que me pegaran de nuevo. Me dolía mucho la espalda y sabia que quedarían moretones. Me senté en "mi cama" después de limpiar en silencio y saque mi navaja...mi amiga.

Desahogate.

Un corte...dos...tres...sangre en el piso y en mis piernas otra vez, Rubius no me quería pero me gustaba imaginar que si, odiaba mi vida, odiaba mi suerte.

Inútil.

Idiota.

Basura.

Lindos pensamientos para seguir undiendome en el abismo, lágrimas y sangre eran mi mezcla favorita...quiero desaparecer...quiero que el sufrimiento acabe. Necesito algo de cariño, alguien que finja ser feliz conmigo.

Hola de nuevo, les traigo esta actualización rapidita porque estaba inspirada, espero que la disfruten. No olviden votar y compartir.

Besos de Nutella para todos.

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