A la mañana siguiente me desperté gracias al molesto sonido de mi celular. Comencé a buscarlo con mis manos sin abrir los ojos, fue ahí cuando recordé que era sábado y yo jamas ponía alarma en sábados. Aun cuando me molestaba mucho que me despertaran temprano los fines de semana, me obligue a abrir los ojos y ver a que se debía el sonido de mi celular. Tenía muchísimas llamadas pérdidas...
-¿Bueno? -conteste adormilada-
-¡Hasta que te tomas la molestia de contestar! -era Pierce, su voz tenía un tono de preocupación y algo de molestia- ¿Tienes idea de cuantas llamadas he hecho? Creí que te había pasado algo. ¡Joder! ¿Porque carajo no me contestabas?
-¡Pierce! -grite para que se calmara- Tranquilizate.
-¿Como me pides eso? Después de estar llamándote desde ayer por la noche y tu no me contestas. También estuve llamando a Jassid y él incluso tiene el teléfono apagado -seguía completamente alterado- Creí que los habían detenido.
-Lo siento -dije una vez que me dejo hablar- No imaginé que te pondrías así después de que te dije que Jassid me traería a casa. Creí que había quedado claro.
-Pues... Si... -suspiro un poco más tranquilo- Me altere un poco, lo siento. ¿Me explicarías que pasó?
-Pues... Nada -me senté en la cama ya que hasta ese momento yo seguía acostada- Él me trajo a casa y me quede dormida hasta que tu me despertarse.
-Lamento haberte despertado bella durmiente -ambos reímos- Pero debía asegurarme de que habías llegado bien a casa.
-Estoy bien -suspire- ¿Me vas a traer mi mochila?
-Si supiera donde vives.
-Puedo darte la dirección -me reí ya que sabia que no quería crear una distracción para que olvidara mi mochila-
-Soy malo con las direcciones.
-Bien -dije exasperada- Me cambiare e iré a tu casa por mis cosas.
-Espera un momento -dejo el celular, pude escuchar que abría la puerta de su casa, saludaba a alguien y volvió a hablar- Te llamó en unos minutos, ¿esta bien?
-De acuerdo -dije dudosa- Tendré tiempo de arreglarme y comer algo.
-Me parece bien -se río un poco- Al rato hablamos.
Al cortar la llamada salí de mi habitación y fui a la cocina, tenia mucha hambre. Después de buscar algo de comida y no encontrar algo que se me agradara, decidí cocinar algo así que decidí poner música para inspirarme al cocinar.
Después de desayunar me di una dicha rápida ya que Pierce no había llamado, me puse algo cómodo y salí hacia su casa para recoger mi mochila. Llegue a su casa y antes de poder tocar la puerta, esta se abrió dejándome ver al idiota de la noche anterior.-Hola hermosa -sonrió coqueto- ¿Te trae por aquí?
-¿Esta Pierce? Es a quien vengo a buscar -respondí sin tomar en cuenta su coqueteo, el realmente no me interesaba y me molestaba a decir verdad-
-Antes de responderte -se recargo en el marco de la puerta- Anoche vi que te fuiste con Jassid, -escuchar su nombre me puso nerviosa- ¿Que paso entre ustedes? ¿Ya se conocían?
-Eso es algo que no te importa -enserio ese chico me caía mal- Ahora, ¿Puedes decirle a Pierce que estoy aquí?
-No me respondiste, muñeca -se acerco un poco más a lo que puse mi mano en su pecho alejándolo de nuevo-
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Me enamoré de un idiota
Подростковая литератураMia es una chica promedio, con una familia que la ama y son su mayor apoyo. Siempre trata de hacer las cosas bien y mantener su vida en equilibrio para lograr sus metas, siempre tuvo muy claro lo que quería, incluso como debía ser aquel chico que ro...