La noche era helada, aún con mi chaqueta me estaba congelando, mis dientes castañeaban y notaba mi mano temblar cada vez que acercaba el cigarrillo a mis labios. Las calles estaban aún más solas, todas las casas estaban a oscuras y era normal ya que eran casi las tres de la madrugada, mis lágrimas aún corrían por mis mejillas, no podía asimilar aún lo que había dicho Jassid, me daba coraje no poderlo hacer entender que yo no lo lastimaria y que de verdad lo quería.
Minutos después mi celular comenzó a sonar, lo saque de mi bolsillo y era Pierce, seguro que ya se había preocupado porque no llegaba, pero en realidad no tenía ganas de hablar con él, no, no iba para la fiesta que habían planeado y probablemente tampoco iba para mi casa. Estarían preguntando que había ocurrido y con Ryan ahí no estaba de humor para nada. Seguí mi camino sin rumbo alguno mientras mi celular no paraba de sonar.
Minutos después, me encontraba en el parque que se encontraba en el centro de la ciudad, completamente sola, en silencio y solo la luz de la luna alumbraba el lugar, era una vista majestuosa. Sabía que debía preocuparme por estar completamente sola en ese lugar y que debía irme, pero la belleza del parque en ese momento hacia que no quisiera irme nunca. Decidí buscar una banca para quedarme a admirar la luna un rato, me senté y miraba el cielo, quería olvidar lo ocurrido pero cada minuto que pasaba, Jassid invadía mi mente con más frecuencia. Me encontraba completamente perdida en mis pensamientos hasta que el ruido de mi celular hizo que saliera de mi trance, saque mi teléfono para revisar quién era esta vez._______________________________________
¿Me puedes decir dónde estás y porque carajo no haz llegado a la casa de Pierce?Jassid.
_______________________________________Leer ese mensaje me había confundido aún más, me quedaba más que claro de que Jassid era un chico loco y completamente bipolar.
_______________________________________
¡Carajo Mia! Responde de una jodida vez, iré a buscarte ya mismo...Jassid
_______________________________________Al recibir ese último mensaje no pude evitar soltar una leve risa, él no tenía idea de dónde estaba así que sabía que eso era imposible. Me levanté de la banca y seguí caminando un par de minutos hasta que mi celular volvió a sonar. Esta vez era una llamada la cual decidí desviar, ¿Porque ahora le preocupaba donde estaba?, ¿Porque es tan bipolar?, ¿Porque aún con todo eso me gusta tanto? Bufé molesta antes mirada preguntas sin respuesta, era frustrante.
Iba caminando por el parque, cada vez la oscuridad era más densa pero no me importaba, quería estar sola en ese momento. De repente, escuché ruido a lo lejos, era hora de irme. Caminé de nuevo esta vez con la intención de ir a mi casa, mis pasos eran rápidos ya que escuchaba pisadas detrás de mí a una distancia considerable, pero aún así extraño. Me metía entre calles esperando perder a quien me seguía, sin conseguirlo. Minutos más tarde voltee sobre mi hombro y no había nadie, ¿Lo habría imaginado?.
Desconcertada, seguí caminando hasta que al volver mi vista al frente choque contra alguien con fuerza haciéndome caer al suelo, la oscuridad no me dejaba verle el rostro y comenzaba a sentir pánico, me levanté rápido e iba a correr cuando esa persona me tomo del brazo.-¿Qué carajo tienes en la cabeza? -pregunto molesto y suspire al reconocer su voz-
-Nada que sea de tu incumbencia -le respondí en el mismo tono- No tenías que venir Jassid.
-¿No tenías que venir? -soltó aún más molesto- ¡Te vas de mi casa, sin decir nada y de repente tengo mil llamadas de Pierce preguntando por ti y amenazándome con que me matará si te pasa algo!
-Hubieras inventado algo como, que me llevaste a casa o algo así -cruce mis brazos sobre mi pecho- No es tu responsabilidad si algo llegara a pasarme.
ESTÁS LEYENDO
Me enamoré de un idiota
Teen FictionMia es una chica promedio, con una familia que la ama y son su mayor apoyo. Siempre trata de hacer las cosas bien y mantener su vida en equilibrio para lograr sus metas, siempre tuvo muy claro lo que quería, incluso como debía ser aquel chico que ro...