Capítulo 24

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Con el transcurso de los días, el distanciamiento entre Pierce y yo era cada vez más evidente aunque nadie sabía la razón. Aveces iba caminado por las instalaciones de la escuela cuando me encontraba con alguno de nuestros amigos en común y me preguntaban por él, mi respuesta era un simple "Debe estar en el salón". Incluso compañeras que nunca antes había tenido siquiera una conversación, ahora se acercaban y preguntaban el porqué apenas y nos hablábamos, no sabía si preguntaban por chismosas, por los rumores que había o simplemente porque Lexi disfrutaba de lo que había logrado.
Era viernes, me encontraba guardando mis cosas cuando Scott aparecio en la puerta del salón.

-Hola Mia -voltee a verlo y sonreí- ¿Vienes a almorzar con nosotros?

-Hola Scott, ¿A donde tienes pensado ir? -pregunté viendolo-

-Hay un lugar aquí cerca, la comida es rica y no nos vendría mal despejarnos un rato de la escuela -por lo que sabía, el también se había enterado del distanciamiento con Pierce aunque jamás preguntó nada al respecto, o al menos no a mí-

-Vale, vamos -tome mi mochila y salí al lado de Scott. Me dijo que algunos chicos más-

-¡Hey! -ambos volteamos hacia atrás- ¿A donde van? -preguntó Ryan-

-Vamos a almorzar, ¿Quieres venir también? -él asintió rápidamente-

-¿Irán en tu auto? -Scott asintió con la cabeza- Dale, te iré siguiendo -seguimos caminando con rumbo al estacionamiento-

-Con que ya tienes auto -dije viendo a Scott-

-Si, regalo de cumpleaños -alce una ceja y este se encogió de hombros- Según mi mamá es mas seguro que mi preciosa motocicleta -ambos reímos llegando a su auto, subimos y nos pusimos en marcha. Segundos después Ryan Iba detrás de nosotros, platicábamos un poco y hablábamos de algunas cosas de la escuela hasta llegar a nuestro destino- La comida de aquí te va a encantar - dijo al bajar del auto-

-Tiene buena pinta -dije cerrando la puerta, Ryan llega y estaciona su moto-

-Me encontré a Pierce antes de salir de la escuela, lo invite también -el no tenía idea de nada y siendo sincera, no tenía problema ya que ellos seguían siendo amigos- No debe tardar, creo que vendrá con su novia -note que volteo a ver a Scott quien le hizo señas de que parara de hablar y este lo hizo sin entender del todo-

-Bueno, entremos ya -asentí sonriendo y entramos detrás de él- ¿Todo bien? -me preguntó una vez sentados-

-Claro que si -voltee a verlo- ¿Porque no lo estaría? - se encogió de hombros-

-No se la razón del porqué tu y Pierce dejaron de hablarse, la verdad es que su amistad parecía muy sólida. Te invité porque quería que te distrajeras un poco.

-solté un suave suspiro- Mira, no tengo problema. Al final de todo son sus amigos también, por él los conocí a ustedes y no quiero que ustedes se alejen de él también -ambos sonreímos-

-Espera... -ambos volteamos a ver a Ryan- ¿Pierce y tu ya no son amigos?

-Eso creo -respondí encogiendome de hombros- Pero dejemos ese tema ya -dije al ver que llegamos los demás y tomaban asiento. Al final llegó Pierce quien se le borro la sonrisa al verme, obviamente Lexi lo acompañaba, caminando con ese aire de grandeza-

-Hola -saludo Lexi con esa voz chillona que me jodia el oído- Hola Mia -tuvo la hipocresía de saludarme con una sonrisa cínica-

-Hola -dije de mala gana, en ese momento mi mirada se cruzó con la de Pierce, este agachó la cabeza y tomó asiento-

El almuerzo no fue tan malo, en tanto Lexi no abriera la boca. No porque odiaba lo que había hecho con mi mejor amigo, si no porque no tenía ni idea de lo que hablaban los chicos o las bromas pesadas se las tomaba muy personales y mataba la diversión. Tras terminar nuestros alimentos, pagamos o más bien pagaron ya que a Lexi obviamente la invitó Pierce y a mi Scott, volvimos a la universidad y las clases siguieron.
Semanas después, comenzaba a hablar con otras chicas, no podría llamarlas amigas aún pero eran amables y divertidas. En una clase libre, estaba sentada haciendo garabatos en mi libreta, escuchando música mientras los demás salían a hacer no se que cosas. Me encontraba tan distraída que no noté que alguien había entrado hasta que sentí cierta incomodidad lo cual me hizo alzar la mirada y voltear hacia la puerta. De reojo vi a alguien, Pierce estaba sentado en su lugar, observandome en silencio desde no se que momento, nos quedamos así un momento hasta que entró Lexi, nos vio sería y decidí salir de ahí dejándolos solos, problemas era lo que menos quería.
Fui al baño y al volver logré escucharla hablar por lo que decidí quedarme afuera un poco más.

Me enamoré de un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora