Familia

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- Me vas a contar como te has hecho eso o más bien el porque y quien te lo ha hecho - Igual soñé muy dura pero no era la primera vez que me pasaba y estaba harta de estas tonterías, ya se lo deje claro la última vez - te advertí que si te metías en otro problema no iba a cumplir mi promesa.

- Tati, por favor escucharme que esta vez no tuve la culpa. Me lo dejaste claro la última vez y sabes que estoy deseando salir de esa casa de locos - me dijo con el ojo medio hinchado, ¿que más tendría?

- Te escuchó.

- Hoy sali a cenar con Laura, y unos chicos se empezaron a meter con ella y eso no lo podía permitir, así que, bueno, pues tuve que defenderla pero ellos eran 3 y yo... Sólo yo... Pero si ves a los otros tampoco han acabado muy bien - me cuchicheo con una sonrisa...

- ¿Y te parece bonito? Dije nos más peleas - tenía que reconocer que por lo menos esta vez era un buen motivo, pero yo soy la responsable y eso no es una excusa y nunca hay que llegar a los puños. Bueno, al parece las clases de boxeo nos han dado frutos - ¿que te han hecho además de ojo que ya las veo? - dije resoplando.

- Tengo una costilla rota, y magulladuras pero saldré de esta. Raúl ni te tenía que haber llamado, estoy bien. ¿Por cierto con quien lo has dejado hablando? - mierda! Me olvide que los deje a los dos solos...

- Es un amigo que me ha traído desde Madrid, yo no estaba bien para conducir, hoy era mi noche libre y estaba de fiesta.

- Joder lo siento! Al final va a tener razón Rosi y no te dejamos ni respirar tranquila - jajajaja mi Rosi, mañana se sorprenderá de verme por aquí.

- No te preocupes, empiezo a acostumbrarme a esto. Bueno, ya que he visto que estas bien, voy a salvar a mi amigo que Raúl le estará haciendo el tercer grado.

Le di un beso y me fui, prometiéndole pasar a recogerlo mañana ya que una enfermera me había dicho que tenía que estar en observación 24 horas. Llegue donde estaban los chicos y enseguida se callaron. Raúl estaba con cara de pocos amigos y a Daniel se le notaban los músculos de la mandíbula tensos y los puños apretados a los costados.

- ¿De que habláis? - seguían sin decirme nada y el ambiente tenso - uff paso de vuestras gilipolleces, me voy a dormir un rato. Daniel, ¿te vienés o te quedas?

Sin decir nada se giro y empezó a andar hacia la puerta. Le dije con la mano adiós a Raúl y sali detrás de Daniel. Llegamos a casa.

- Yo... Será mejor que me vuelva a Madrid - dijo sin mirarme a la cara.

Y de pronto llegó... #DulcesalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora