Cartas Sin Destino Nuestro Amor

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La pequeña cabaña de Nic era acogedora, su cama era tan suave y reconfortante la sábanas eran tan suaves como seda y de un olor exquisito, me encantaba ese lugar. Hacia algo de frío así que Nic preparó algo de té, nos sentamos en una pequeña mesa en su cabaña y comenzamos a platicar de nuestra vida, ya eramos amigos solo queríamos conocernos, aun que para ser realistas creo que Nic me está gustando.

-Cuéntame de tus padres - agitaba una cuchara dentro de la taza de té -
-Mi madre es italiana. Y los tuyos -
-Son ingleses jeje - se quedó mirándome un segundo mientras yo daba un sorbo a mi té - tienes los más hermosos ojos color azul que he visto - me sonrojé de inmediato, ¡ay no! creo que si me estoy enamorando de Nic -
-Ya tengo algo de sueño - no quiero hacerme ilusiones yo soy de otro tiempo y cuando regrese por fin al mio le romperé el corazón -
-Si tienes razón debes descansar - se levantó y comenzó  a recoger la mesa - Ya sabes donde esta la cama, ve a descansar- me levanté y me fui a acostar, se notó que Nic se sintió mal por decirle eso pero ¿y si mañana ya no estoy aquí? -

Por la mañana desperté y Nic no estaba, así que regrese sola a mi estancia del hospital. Era mi semana de adiestramiento la cual no fue problema para mi incluso sabía más que las enfermeras, cada tarde pasaba a tomar el té con Nic. Así pasó un largo mes, un día una enfermera me entregó la bolsa que llevaba el día en que desperté aquí y ahí estaba mi teléfono casi intacto, solo que no tenia batería, lo puse a cargar esperando tener respuesta pero no tenía señal, jamás dejaba la bolsa, la llevaba siempre conmigo. Esperando que un día no se como, una llamada de mis amigos de alguien de mi tiempo. Ayuda telefónica.
Ese día era de fiesta y Nic me invitó  a estar con el en su pequeña cabaña. Era una tradición, alguna fiesta inglesa

-¿Ya te he dicho que cocinas magnífico? - ya habíamos terminado de comer solo charlamos,nos fuimos a sentar en en el pequeño sofá cerca de su chimenea, el sirvió más vino a mi copa -
-¿Ya te he dicho que tu eres muy linda? - me sonrojé y bajé mi mirada para ocultar mi rubor intenso -
-Claro seguro le dices eso a todas - deje mi copa de vino aun lado en el piso -
-No, sólo a quien es realmente importante para mi - mi corazón se aceleró de improvisto - Tu por ejemplo - me mantuve cabizbaja - He querido decirte esto desde hace mucho tiempo sabes - esas palabras aceleraron aun mas mi corazón, volteé a verlo sus ojos miraban a través de mi alma - Me gustas mucho más de lo que te imaginas -
-Tu también Nic - nos miramos unos segundos que fueron años, ambos perdidamente a los ojos, una de sus manos sujeto mi barbilla acercándome más a el, Empezé a asentir su respiración chocar con la mía, nuestros labios se rosaban uno con otro, comenzó a besarme lentamente disfrutando de cada beso. Enrollé mis brazos en su cuello y el me sostenía de la cintura. Poco a poco fuimos recostandonos en el sofá, los besos eran más rápidos. Ese lugar era incómodo para lo que al parecer estábamos a punto de hacer. Me levantó y me cargó hasta donde estaba su cama me acostó con lujuria y salvajismo, se encimó, ambos nos besabamos con desesperación de sentirnos ya desnudos uno contra el otro, amándonos. Desabotone su camisa y el bajó el cierre de mi traje de enfermera, fuimos quitando nos la ropa hasta estar desnudos. Me acomodó de tal modo que pudiera estar dentro de mi. Cerré los ojos al sentir como entraba de manera lenta sostenía mis piernas mientras el se movía en una posición algo incómoda, sus estocadas comenzaron a hacerse rápidas a medida que nos acercábamos al orgasmo, llenos de sudor y pasión, llegamos al clímax, tuvimos un par de horas de placer en las cuales la habitación se inundó de gemidos los cuales eran imposibles de escuchar por la lejanía de la cabaña y la fiesta que tenían.
Al terminar exhaustos el se acostó al lado mio, ambos veíamos al techo y respirabamos rápido. Me encime sobre el recargando mi mentón en su pecho. -
-¿Ya te había dicho que eres hermosa? - me sonría -
-¿Ya te he dicho lo mucho que me gustas? -

Creo que estoy cometiendo un error pero no me importa. El y yo nos quedamos dormidos abrazados.
Por la mañana desperté y  Nic estaba ahí durmiendo cual niño se veía realmente guapo, su nariz parecía estar esculpida a la perfección. Aun no creo lo que pasó anoche.

Cuando despertó notó que yo lo miraba, se enderezó poco a poco, me sonreía dulcemente.

-Bueno días -
-Buenos días - respondí-
-¿Cómo amaneciste? - no puedo evitar sonreír cada vez que lo veo -
-Maravillosamente ¿y tú ?-
-Bendecido, anoche dormí con la mujer mas hermosa del planeta ¿Ya te he dicho que me encantas?
-me ruborizó su comentario por dios debo estar soñando -
-Si ya lo has dicho un par de veces - mordí mi labio inferior - creo que ya mencioné que me gustas ¿verdad? -
-¿Quieres comer más tarde conmigo? Por ahora debo volver, deben preguntarse a dónde eh estado. Deberías hacer lo mismo - lo dijo tan seco que creí que lo de anoche había sido un juego, sólo lo creí estoy sensible anoche fue algo importante para mi. El se levantó de la cama y comenzó a vestirse, al principio me quedé expectante de tal acto, luego yo hice lo mismo, estaba ya completamente vestida al igual que Nic, ya quería irme de ahí y estaba a nada de hacerlo pero Nic puso su mano impidiendo que lo hiciera, nuestras miradas se encontraron - Quiero que sepas que lo de anoche para mi no fue un error, tu me gustas como hace mucho tiempo no lo hacía nadie moriste mi mundo, aveces soy un sentimental hipócrita siento tantas cosas pero expreso muy poco, lo voy a intentar - creí que me soltaría a llorar en cualquier instante, el es tan romántica - ¿Quieres ir a bailar conmigo mañana? -
-Si, claro que quiero, yo entiendo tu también me gustas mucho aun que también soy así no expreso mucho no soy muy inquieta, la inquieta es mi mente. Pero podemos intentar ser no se como esas personas que quieres ser pareja - el me sonrió era como  si hubiera leído su mente -
-Nos vemos más tarde si - me dió un casto beso en los labios - Te acompaño al hospital -

Apenas intentábamos ser una pareja y el mundo nos veía mal, odio está época si Nic fuera de mi tiempo, seria un sueño hecho realidad.
No nos dimos un beso de despedida solo me dijo que me quería y se dió la vuelta y se fue, todas las enfermeras nos miraron hay muchas de ellas que están enamoradas de Nic.

Estaba iniciando mi trabajo y unas de las chicas organizaron un complot contra mi, me hicieron dar vueltas todo el día, hicieron que solo cambiara cómodos me trataron tan mal. No me importan ellas solo que y si regañan a Nic.


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