Tan Cerca De La Muerte

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–Sabía que aceptarías casarte con el Baronet –estaba tomando aire en el balcón de la antigua habitación de mi padre, regresé a casa con Thomas, pero el no se quedó conmigo, le pedí tiempo para estar sola, después de todo lo ocurrido no sabia que hacer, solo necesitaba pensar las cosas –Va a pedir que se vayan a vivir a su casa en Londres –

–No quiero dejar Búfalo –el espectro caminaba sobre el barandal, su vestido el cual no era muy largo rosaba levemente sobre sus rodillas, tenía los pies descalzos, parecía que jugueteaba a no caerse, como si realmente fuera a caer –

–Debes hacerlo, te llevará a su vieja mansión, lúgubre como un calabozo, donde el frío toca tus huesos, con nieve roja, y con aires del viejo mundo –

–¿Qué haces? –le dije al fin me estaba hartando verla manteniendo el equilibrio –

–Sólo me distraígo mortal, después de todo como dijiste debo hacer mi trabajo menos monótono –

–¿Sabias que Nic está casado? –el espectro bajo del barandal flotando, sus ropas eran mecidas por el aire, hasta que sus pies tocaron la madera –

–Si algo he aprendido en estos años es que debes cuestionarlo todo, el Coronel te dió una versión pero no te contó la historia completa. Pregúntale, acorralalo  que te cuente cada detalle si es posible, no te perturbes con la duda –

–No haré eso, seria como matarme –

–Entiende mortal, si yo te digo que el cielo es rojo ¿lo creerías? –

–Por supuesto que no, el cielo es azul –afirmé, el espectro comenzó a caminar de un lado a otro –

–Es algo que me refiero, sabes que Nic tiene esposa pero lo mas importante es ¿Qué fue de ella? –

–La boda será en unos días, se que esto no me confiere sabes me gustaría que Edith pudiera vivir eso, debe haber soñado con el día de si boda casi toda su vida, como cualquier mujer, y aun que me gustaría estar ahí siento que se lo debo –

–Si es lo que quieres, así será. Aun que te equivocas, jamás soñé con mi boda, de hecho evitaba pensar en eso, y eso que soy de un tiempo muy lejano –

–¿Cómo era la época en la que vivías? –flotaba de nuevo como sobre un lago y se sentó en el aire, como si hubiera un asiento  transparente debajo de ella –

–Horrible, era como si todos los días fueran obscuros, olía a muerte y carne podrida, el castillo en el que vivía los ladrillos siempre se veían grises, era frío, siempre alumbrado por velas, no muchos sobrevivían la niñez si eran campesinos. Las bodas eran largas podían durar horas, la tela se supone era blanca pero se veían color hueso, los zapatos lastimaban, la comida era horrible y desagradable, el invierno duraba todo el año, no quisieras vivir ahí –

–Antes de volver, o de encadenarme a esto, llévame a tu tiempo –

–Hablando de tiempo –me miró sonriente pero no mostraba sus dientes –Vuelve con el soldado, no te vuelvas presa de la duda con algo que aún no tiene respuesta. Búscala y si eso no funciona y al final rompe tus sueños y esperanzas y creas que no puedes más, sólo recuerda, ya falta poco –

Volví en un abrir y cerrar de ojos, ya se había hecho de noche, la balsa se movía suavemente al compás de la corriente, la brisa era fresca. Una pequeña balsa y una linterna se acercaron, sentí la luz apuntando mis ojos, la luz era cegadora no pude evitar cerrar los ojos.

–¿Qué haces aquí? Sola en medio da la nada –era Nic, ya no tenía su camisa puesta, hacia bastante calor, sentía escurrir el sudor por mi frente –

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