La chica de los ojos extraños

Ahora Que?

Avery
Me quedé sentada.
No sabía que hacer.
Tenía frio, mucho frio.
Me contuve el llanto y comencé a pensar con claridad.
Respiraba lentamente... Se hizo cada vez mas rápida.
Empuñe mis manos y me contenía mi rabia, de tristeza se traspasó a un enojo incontrolable.
Me levanté del hielo y caminé a un árbol que estaba cerca.
Con mis manos sangrando, ya que, las garras las tenia enterradas.
Comencé a pegarle puños al árbol, se convirtieron en rasguños.
El árbol comenzaba a desintegrarse, es como si lo estuviera talando.
El árbol comenzaba a tambalearse.
Mi fuerza disminuía, la furia se transformó en tristeza otra vez y dejé de golpear el árbol quedando completamente quieta.
No podía creer que enfrente mio asesinaron a la familia que me quedaba, mis miembros de manada.
Ahora soy una Omega.
Los lobos no sobreviven sin una manada.
Tuve que haber muerto en el agua.
Seguía estando mojada, congelada en los dedos.
Mis labios estaban de un color morado.
Me senté al lado del tronco sin cerrar los ojos muy seguido debido al shock que estaba pasando.
Estaba sola.
Completamente sola.
Miraba ambos cuerpos... Lo más sano que una niña de mi edad podría hacer sería tirarlos al lago.
Me puse de pie, temblorosa, frotando ambos brazos.
Mi aliento se podía distinguir en el aire, enfrente mio.
Lentamente me agaché donde estaba mi hermana con sus ojos abiertos, sorprendida.
Murió sin saberlo, igual que mi madre.
Tenía una perforación en la cabeza.
Miré el piso por un momento y cerré mis ojos.
Los abrí y cerré los ojos de Katie Hunter.
Agarré su brazo y arrastre su cuerpo al agujero que a los lados tenía trizaduras.
Me acerqué cuidadosamente y arrojé el cuerpo.
Se perdió de mi vista.
Atrás de ella dejé un rastro de sangre.
Caminé lentamente donde Richard.
Miré su rostro, murió con una sonrisa.
El agujero que dejó mi padre estaba a un metro de Richard, con mi pie lo arroje.
Me di cuenta que algo estaba flotando.
Mientras caminaba, el hielo se trizaba cada vez más.
Una ráfaga de viento sopló mi cara y mi cabello húmedo se dispersó hacia atrás.
Cerré un poco mis ojos y llegué a la nieve.
Me estaba dirigiendo a mi casa, ahora puedo decir que es mi casa.
Temía que alguien me estuviera siguiendo y miraba hacia atrás de vez en cuando.
Podía oir mis pisadas en la nieve, mi audición volvía.
Comencé a escuchar un pito.
Me molestaba tanto que dejé de caminar.
Los silbidos venían y se iban, era algo continuo.
La cabeza me comenzó a doler mucho.
Sentía que mis ojos se iban a salir.
Me quejé fuerte.
Mis manos rodearon mi cabeza haciendo presión.
Que mierda pasa?!
El dolor iba disminuyendo.
Mis respiración volvió a la normalidad y el silbido paró.
Creo que el frío me afectó.
Faltaba poco para llegar.
Mi ropa estaba aún mojada, era de noche y me estaba congelando.
Llegué, estaba enfrente de mi puerta.
Saqué la llave que tenia guardada en mi bolsillo.
Mi ropa goteaba.
Abrí mi puerta.
Entré y la cerré con mi espalda.
Ahora que haré? Sigo en peligro?
Miré mi celular que estaba en la mesa.
Lo tomé y el celular solo me tiritaba en la mano.
Vi que las puntas de mis dedos estaban azules .
No los sentía.
Tenía 43 llamadas perdidas de Carrie.
''Qué mierda pasa? '' Me pregunté y sin saber choqué con la pared al no tener muy buen equilibrio.
Juro que si algo le pasa a Carrie, estaré completamente sola, no tendría confianza alguna.
Mi mano tiritaba tanto que mi celular se llegó a caer y me agaché a recogerlo.
Me comenzaba a sentir algo mareada.
Golpearon mi puerta, unas 4 veces seguidas.
No sabia si abrir o no.
Caminé y abrí la puerta, vi a Carrie y a Joel con cara de horror.
Ambos me abrazaron y me volví a marear.
Se separaron rápido, se dieron cuenta que estaba mojada.
''Qu-Qué pasa? '' Pregunté alejandome de la puerta para que pasaran y la cerré algo débil.
Carrie abrió su computadora y pude ver que estaba en la página.
Señaló que mi nombre, decía Cazada.
''Te vimos morir'' Dijo Joel.
Lo miré a él, luego a Carrie y por último a la computadora con uno que otro mareo.
Me agaché a la mesa y puse mis manos temblorosas.
Mis dedos se veían horribles.
''Avery, estas bien? '' Preguntó Carrie.
Joel se acercó a mi y puso un dedo en mi cara.
''Te estás congelando''Dijo sacando el dedo.
''Estoy...bien'' Dije débilmente.
"Solo tengo algo de frío, se quitara luego"
''Te vimos caer al lago'' Dijo Joel. Presioné mi nombre y abajo salia un video, presioné Start.
El video era con un volumen bajo, se podía ver claramente como me caí al lago.
Después salia como la pelirroja le disparó una flecha a mi padre.
Mire el hielo, se podía ver como golpeaba.
Al lado decía
Conectado con Peter Hunter, Katie Hunter, Richard Wood.
Esos nombres también estaban tachados.
Al final pude oír que decía.
Exterminados señor.
El video paró y quedé un momento mirando la pantalla algo borrosa, quizás esté sucia.
''Lo siento por tu familia'' Dijo Carrie.
Yo seguí mirando la pantalla sin expresión alguna.
''Debemos hacer algo'' Dije.
''Aprovechando que estoy muerta para ellos, debemos hacer algo'' Terminé.
''Qué podríamos nosotros hacer, Avery? '' Dijo Carrie.
Yo la miré.
"No..."
Me comencé a sentir muy mal, pero seguía en pie.
''No se ve bien '' Dijo Joel.
Carrie me miró y yo podía ver borroso.
Me mareé.
Estaba pálida, mas que antes, mis extremidades estaban congeladas.
Joel se paró y Carrie también, notaron que me mareé.
Mi visión empeoró y pude apreciar como me caí de costado al suelo sin remedio alguno.
''Mierd-''
No escuché más.

Grace
Mi papá miró enojado al cazador.
''Cómo que la tiraste al agua? '' Preguntó enojado.
Él se quedó callado.
''Te dije que me la trajeras viva'' Dijo otra vez.
'' Si la dejábamos viva, ahora ninguno de los tres estaría vivo'' Dijo Laura.
''Dudo que murió'' Dijo rascando su barbilla.
''Pero si no apareció más'' Aclaró Laura.
''Estas segura? '' Preguntó.
Ellos miraron el piso.
"Esa Niña no es tonta" Dijo mi padre.
''A revisar'' Ordenó.
Ellos asistieron.
Salieron por la puerta.
Me dirigí a las jaulas.
Todos estaban callados.
Había una pequeña televisión, donde se mostraba la página de las bestias.
''Qué pasa? Su esperanza  ya fue cazada? '' Pregunté riéndome.
El hombre lobo que estaba a mi lado me gruñia.
Miré la pantalla y veía como la lanzaron al pequeño lago congelado.
Una manera dolorosa de morir.
Una perdida de juventud y belleza en esa loba de ojos fríos.