Capitulo 3.

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Emery

     Cuando me despierto tardó unos minutos en volver a la realidad. Creo que dormí la mayor parte del viaje, claro, si prácticamente no pegue ni un ojo la noche anterior. Estamos aterrizando y lo primero que buscó al bajar del avión, es la cabellera dorada de Emely, no tardó casi nada en encontrarla.
     Ella está resplandeciente como siempre. Cuando nuestras miradas se encuentran me dedica su más amplia sonrisa y corre a abrazarme, no me había dado cuenta lo mucho que la extrañaba. En medio de nuestro cariñoso abrazo me susurra al oído.

     —Preciosa, como siempre.

     Suelto una risita patética y le devuelvo el cumplido.
     Ella se encarga de la conversión mientras caminamos, ya fuera del aeropuerto.

     —¿Como están tus padres? —me pregunta.

     Emely siempre fue la clase de chica que respeta a sus mayores, y aunque es de no creer, ella es una de las pocas personas que conozco que parece tolerar a mis padres.

     —Bien —me miró las Vans. —Ausentes como siempre.

     —Bueno, eso es porque tienen responsabilidades, cariño, yo creo que si pudieran les encantaría pasar más rato contigo, se nota que te adoran.

    —Pero ni siquiera intentan hacerse un tiempo, y además... —En menos de dos minutos ya he preparado todo un discurso para soltarlo a mi amiga. Pero en este preciso momento, mi mente está en blanco.

     Me quedó mirando fijamente a un chico de ojos celestes, que está parado frente a la cerrajería, es alto y muy apuesto, el también me está mirando directo a los ojos. Emely sigue y sigue hablando y la verdad no entiendo una palabra de lo que está diciendo, yo sólo asiento, sin apartar la mirada del chico.

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