30.

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Sábado.

— ¡All the love in the woooooooooorld! —concluyó Luke con su mini concierto matutino, casi cayéndose de la cama cuando Karisma abrió la puerta.— Buenos días.

— No tiene nada de buenos si me levantas gritando esa canción. —bufó la rubia caminando decidida y con brazos cruzados hacia su hermano.— Tenemos que cantar ambos, tarado.

Luke sonrió subiéndose de nuevo a la cama y poniendo el estéreo a máximo volumen, alistándose con Karisma para cantar a todo pulmón. No había nadie a quien molestar, sus padres estaban en el trabajo, los vecinos era normal que no estuvieran y la anciana de enfrente estaba casi sorda, por lo cual unos niños de 13 y 15 años cantando/gritando no molestaban absolutamente a nadie. A Luke le gustaba cuando su hermana despertaba de buen humor y pasaban el día juntos haciendo prácticamente nada más que jugar y hacer tonterías, Karisma tenía esos momentos donde extrañaba a su pequeño y torpe hermano y en sus días libres disfrutaban ambos haciendo cosas poco interesantes pero muy significativas para ellos.
A su hermana le tocaba preparar el desayuno el sábado por la mañana, pero en lugar de ser uno muy nutritivo como le decían a su madre, resultaba ser una combinación de tres sopas instantáneas que no tenían permitido comer y sodas. Era sábado, no tenía porqué desayunar bien si lo hacían siempre, un día no hacia daño.

— Enciende el videojuego. —le indicó Karisma a Luke mientras ella arreglaba un bowl de galletas, que también eran parte del desayuno.

El menor asintió conectando el videojuego y conectando los controles como era de costumbre. Del lado de su hermana dejó el control 1 y el sostuvo en su mano el 2, siempre había sido así y él no querría que nadie más que Karisma fuera Mario.

— ¿Cuando tienes concierto? —preguntó Luke mirando la pantalla, viendo como su hermana conseguía a Yoshi.

— Uh, no tendré más en un tiempo. —murmuró insegura, pero sabía que eso no bastaría y en algún momento tendría que decirle a Luke su secreto que la tendría castigada hasta que tuviera 50. Así que no quiso darle más vueltas, solo suspiró— He abandonado la orquesta.

— ¿Qué? ¿Por qué?

— Ha sido pesado, muy pesado y la escuela exige mucho. He sacado una mala nota en álgebra y no aprobé, soy un fracaso y quedaba mal en la escuela y en la orquesta.

— Karisma, mamá va a explotar. —le dijo Luke tomando su control para comenzar a jugar como Luigi.— Deberías decirle.

— No lo haré, está bien que siga creyendo que asisto. Lo único malo en esto es que tengo que esperar cuatro horas a que pase por mi y simplemente no hago nada en ese tiempo.

— Puedes decirle que ha cambiado tu horario, que lo reducieron. —propuso Luke antes de pausar el juego. — Así no pasará por ti, te dejará venir sola de regreso y no sabrá que lo dejaste. Puedes volver a casa cuando terminen tus clases o salir con tus amigos y ¡boom! Sigues con esta mentira hasta que tengas 18.

— Por dios, Luke, eres un... ¡un genio! ¡Tienes razón!

— ¿En serio la tengo?

— ¡Sí! Obviamente no sobre lo de mentir hasta que sea mayor, pero en lo demás ¡sí!

— Espero que funcione. —hizo una mueca y mordió una galleta.— Yo te ayudaré como pueda.

— Gracias, eres mi hermano favorito.

— Soy el único, de hecho.

— No me quedaba otra opción. —se encogió de hombros la niña.— Ahora dime que ha sido de tu corta vida. ¿Cómo está Michael? ¿Calum? Calum estuvo aquí ayer, el otro no.

M + LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora