M + L

39.

Lo que Michael no esperaba después de decir todo eso era desconcertar a Luke al grado de que saliera volando de un columpio.

Mucho menos que se riera de eso en lugar de llorar.

Él saltó de su columpio y corrió por el césped mojado hasta donde el rubio estaba muriendo de risa; eso le preocupó porque luke debería haber llorado y gritado por una ambulancia en lugar de reír.

¿O era que se rió de él y lo que acababa de confesar?

— ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¿de que te ríes? ¿te golpeaste la cabeza? ¿recuerdas quien soy? ¡¿cuantos dedos ves?!

Luke sólo atinaba por reír en ese momento y a rodar en el piso, en otras circunstancias Michael habría reído también porque él reía si Luke lo hacia, pero esta vez fue diferente porque sentía como si Luke se hubiera reído de él al confesar sus sentimientos (aunque ya estaban claros para el rubio y para el mundo desde hace tiempo.
En cuanto más reía, el mayor se sentía más pequeño y tonto por haberlo hecho de tal manera, pero Luke no aclaró en lo más mínimo nada hasta que por fin dejó de reír.

— Lo siento, lo siento. —dijo Luke entre sus ultimas risas.— Me golpeé la cabeza y todo da vueltas, no sé porqué me río pero pareció gracioso imaginarme volando fuera del columpio.

— ¡Eres un tonto! Creí que algo malo había pasado contigo.

— ¿Me disculpas? —preguntó cerrando sus ojos, las gotas de lluvia caían directamente en sus ojos.

— No hay problema. —suspiró Michael cansado, simplemente se cansó porque Luke evitaría lo que había dicho anteriormente.

— También me gustas. —murmuró abriendo los ojos y viendo extrañado al cielo.— Eres la persona más linda, divertida, tierna, molesta y maleducada que he conocido en mis trece años de vida, pero igual me gustas y utilizaré este pequeño accidente para decir todo lo que siempre quise decirte.

— Yo no me golpeé la cabeza.

— Digamos como que estaba a punto de morir y entonces declaré mis sentimientos hacia ti creyendo que eran mis últimas palabras.

— ¿Sabes algo? —le preguntó mientras ayudaba al menor a sentarse.— Eras más lindo cuando parecía que no hablabas.

— Oh, callate. Tú al principio eras un hablador y...

— Y sigo siendo un hablador. —completó sonriendo.— Sé lo que soy, Lukey. Además, siempre lo dices.

— Lo decía, no hablamos en los últimos días. —recordó el rubio triste, aún no se sentía bien con pensar que Michael lo dejó solo. ((Con Calum))

Ambos quedaron en silencio, sentados en un césped lleno de barro con una enorme tormenta sobre ellos, pero no les importó.

Porque tal vez ese era su momento y todas esas cosas lo harían más memorable. Luke quería recordarlo como el día en que jugó con Michael bajo la lluvia por horas y se animó a decirle parte de lo que sentía por él. Mientras que Michael recordaría todo a la perfección porque jamás se había sentido tan bien de gritar algo, jamás había disfrutado de una tormenta y estaba seguro que, por primera vez, un resfriado valdría la pena.

Luke estornudó varias veces, al parecer a él le afectaba ese clima muy rápido; propuso ir a su casa y Michael aceptó feliz, no podía esperar para llegar a casa del rubio y por fin cumplir su promesa.

Pero se llevó una enorme sorpresa en cuanto entró por la habitación del rubio, no había ni un solo rastro de las estrellas, los planetas o el cohete, lo único que quedaba de aquella vista del espacio era el color azul en las paredes y algunos puntos blancos por todos lados, se había quitado parte de la pintura cuando alguien quitó las estrellas.

— ¿Y las estrellas?

— Oh, Calum y yo las quitamos anoche cuando no pudimos dormir, creo que él las llevó a la basura ¿por qué?

— Por nada... Nada.

No sabía si Luke le estaba restando importancia o realmente no le importaban, pero a Michael sí, él esperó para sentirse listo y mover aquél cohete hasta Júpiter, aunque él no supiera ubicarlo. Pero no era gran problema porque suponía que Luke lo guiaría a través del espacio, porque él sabía de esas cosas, y eso ya no parecía un problema ahora.

¿Cómo podía hacerlo si Luke se había desecho de su pequeña galaxia?

Aunque en lugar de molestarle o de hacerlo sentir triste (a pesar de que por un lado si lo estaba) eso le abría paso a muchas ideas para hacer eso mejor; si ya no tenía su escenario él haría otro, uno mejor donde pondría todo su esfuerzo y donde nadie más que él y Luke (y posiblemente su mamá) sabría donde estaba.

Michael estaba pensando en la mejor idea que pudo haber tenido en años para hacer a Luke feliz.

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Corto pero recordé que este fic debía de ser de menos de 1000 palabras x parte, ahre